Mi Primera Vez Con Mi Enemigo [Editando]

Capítulo 5. (Roce)

— Jodanme.. — tape mi cara con ambas manos, moviendo las de arriba hacia abajo con desesperación.

Bulma.

Si Vegeta no me dejaría ir, iré yo por mi propia cuenta.

Después de que le cerré la puerta en la cara, y escuchar el motor de su moto encenderse y alejarse el sonido, visualice por mi ventana si este se había ido, y efectivamente, se fue. Entonces aproveche en subir a mi habitación y cambiarme lo mas antes posible y llegar a la casa d Milk antes de que oscurezca. Baje las escaleras, les avise a mis padres por teléfono que saldría un momento, ya que ellos se encontraban en una reunión de negocios, y siempre tengo que avisarles a donde voy.

Cuando llegué, vi su moto estacionada, supuse que ya había llegado, avance unos cuantos pasos hasta llegar a la entrada principal. Toque tres veces la puerta, luego el timbre.

Tenia la certeza de que fuera Vegeta, pero, en realidad no fue así.

— ¡Hola Bulma! ¿Qué tal?

— ¿Milk? ¡¿Que no estabas enferma?!

— ¿Enferma yo? ¡Para nada! Estoy bien, solo mírame — dio una vuelta, dando a entender que se sentía bien.

¡Maldito vegeta! ¡Me mintió?

— ¿Tu hermano? — dije fingiendo una sonrisa.

— Arriba — dijo señalando hacia arriba.

— Gracias. Ah, y toma — de mi bolso saque su cuaderno de matemáticas.

— ¿Tu lo tenias?

— No, tu bello hermano me lo dio — vi como cambio su expresión, estaba enfadada. 

Deje mi bolso encima de la mesa. Y me dirigí hacia las escaleras y empezar a subirlas una por una, apresurada.
Cuando llegué, puse visualizar un montón de puertas, una frente a una en un pasadizo larguísimo.
Entonces comencé mis suposiciones entre cual de todas sería la habitación de Vegeta. Empecé a ver cada una, tenia un color distinto, supongo que hacía diferenciarlos y no equivocarse al momento de entrar.

¿Para que tantas puertas solo para dos personas?

Mi mirada se clavó en una de ellas, la cual tenia cintas de policía "No entrar" "Peligro" y las señales de "Stop". Supongo que es la de Vegeta. Ya que la puerta es de color negro, y con todas las imágenes pegadas, y conociendo a Vegeta, será de él.

Toque cinco veces de manera rápida.

— ¡¿Quién?!

Si era él.

— Vegeta, amigo lindo bello. Soy yo, tu querida amiga bulma. — dije en forma sarcástica, y con una sonrisa en mis labios.

— No se permiten cabeza de pitufo.

— Que idiota, yo te mato. — amenace, giré la perilla y entre de frente a su habitación. 

Vegeta.

— Se ve que eres un buen mentiroso. Te felicito. Supongo todos estos trofeos son tus logros por mentir tanto. — dijo caminando hasta el estante de trofeos que tenia de colección, también mis diplomas de honor.

¿Enserio hice todo esto solo para verla?

Ahora me di cuenta, de lo bajo que caí por una chica.

Dejo de ver los trofeos y diplomas, y dirigió su mirada hacia mi, veía la llama dentro de sus ojos, de querer matarme. Me encontraba sentado en la orilla de mi cama, trague duro.

Corrió hacia donde estaba, dio un brinco para después quedar encima mio, haciéndome caer de espaldas a la cama. Comenzó por agarrar y jalar de mi cabello hacia arriba, y a despeinarlo y a mover todo, con su mano hizo puño y con sus nudillos empezó a aplastar mi cuero cabelludo. Cosa que dolía ya que lo apretaba fuertemente.
Intentaba quitarla de encima mio, pero raramente se hacia imposible, me tenia aplastado, aunque ella no pese mucho, pero, hoy quizás es la excepción. Agarre sus muñecas para intentar alejarlos de mi cabeza ya que empezaba a doler por la presión que estaba utilizando, logré apartarlos, pero ella volvía a presionarlos, sabe que me duele, por eso lo hace.

Se veía que estaba enojada.

Parecíamos niños jugando a las peleas.

Empecé a reírme.

Dejo mi cuero cabelludo para volver a jalar de mi cabello fuertemente.

Agarraba nuevamente sus muñecas, que seguían agarradas a mi cabello. Pero ella seguía moviéndolas, era imposible hacerla parar, parecía un mono rabioso.

Aproveche un momento en el que le entro algo en el ojo e hizo que se despistara. Tome fuerzas, sujete fuertemente sus muñecas, y rápidamente y con agilidad nos dimos vuelta. Quedando ahora yo encims. La aprisione contra la cama esta vez quedando, ella me mira confundida y a la vez sonrojada.

Sonreí.

— ¿De que te ríes? Todavía no acabe contigo — decía intentando safarze de mi agarre. Volviéndose a mover.

— Ya me has dejado completamente despeinado, y mi cabeza duele. Me esta dando todo vueltas.

— Seguro te pones gel permanente para que ese pelo quede firme —dijo soltando una carcajada.

— JA JA que chistosa, — fingí una risa sarcástica. — pero te digo que este pelo es natural no como el tuyo que seguro es teñido. — dije soltando también una carcajada.

— ¡Mio es natural! — dijo volviendo su enojo, y otra vez se mueve intentando escapar de mi agarre.

Hubo un momento en el que su pierna rozó contra mi virilidad, ahogue un gruñido de mi parte. Pero al parecer ella se percató de mi reacción.

— ¿Que pasa? — acercó su rostro al mío, ahora su semblante había cambiado, ahora me estaba mirando de una forma.. de una forma más seductora, al igual que su voz. — no quieres que haga ¿Esto? — rozó su rodilla nuevamente contra mi virilidad, el cual se estaba endureciendo por el contacto que estaba teniendo.

— No.. te.. atrevas.. otra vez. — hablé con cierta dificultad, debido a la excitación que sentía.

— ¿Que cosa?, ¿Esto? — sentí de nueva cuenta como su rodilla rozó contra mi virilidad, pero esta vez con un poco más de fuerza, chocando más de los debido.
Me debilite con ello, haciendo que mis manos se aflojen un poco.
Ella se dio cuenta de mi momento de debilidad, entonces se zafó de mi agarre, liberándose.

— Jajaja, eso te pasa por mentiroso.  — dijo.

— ¡Eso es jugar sucio!

— ¡Tu jugaste sucio primero! — me guiñó un ojo, sonrió, tomó la perilla de la puerta y salio aun cargando su burlona sonrisa. Mientras yo me quedé tirado en mi cama, esperando que la excitación baje a un que sea un poco.

— Joder, esta mujer me volverá loco.

Me paré, la excitación aún no bajaba, entonces me decidí por darme una ducha fría, de la cual, no saldré en horas.