Hola soy Isabella, tengo 16 años, vivo en Chicago con mi papá, cuando llego a conocer a alguien suelo ser muy tímida, pero cuando ya nos conocemos puedo ser la persona mas confianzuda del mundo.
Unos de mis defectos y es el que mas odio, Me enamor...
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Fue ahi cuando cambié, no dejaría que me volvieran a ilusionar de tal manera, el siguiente año era de lo más tranquilo, algunos chicos se me acercaban yo los rechazaba, no me daba pena hacerlo, pensé hacer lo mismo Ilusionar pero mi corazón no me lo permitía no podia hacerle eso a una persona, sentí lo que era y no quería hacer lo mismo.
El nuevo año era de lo mas aburrido, yo cambie ya no era la misma chica de antes, empecé a ser mas impulsiva y alterada a comparación del año anterior, ya no había día que no me llamaran la atención por una minima cosa que haga, ''Isabella no subas los pies en la banca'' ''Isabella no comas chicle'' ''Isabella no duermas'' me sentía mal, me sentía deshecha. Aun no superaba aquello del año anterior, y yo lo sabia, pero la vida sigue y yo también.
Así que deje que pasara el tiempo, parecía que no tuviera sentimientos rechazaba a los chicos les inventaba cualquier cosa para no aceptarlos como ''soy lesbiana'' '' soy muy chica'' ''no pienso en eso'' ''estoy concentrada en mis estudios'' cualquier cosa para que no se me acercaran, hasta llegue a subir una foto dándome un beso con una chica, pero fue mala idea, la imagen se difundió y siempre me escribían en mi asiento LESBIANA, DAS ASCO, fue muy duro, lo único que quería era que tomaran en serio lo que decía aunque sea mentira.
El año pasó por fin lo superé, ya no me importaba en lo mas mínimo, solo me reía de lo ciega que estuve, a veces me lo quedaba viendo disimuladamente y pensaba como me pude enamorar de tal mamarracho, tenia pelos largos en la nariz, solo sonreía de las tonterías que pensaba. Estaba segura que nunca pensó en mí y... si lo hizo talvez solo era para pensar en como lastimarme.
Ya no tenia ningún tipo de sentimiento ni por nada ni por nadie, eso me hacia sentir bien, me sentía LIBRE, hasta que terminó el año.
