CAPÍTULO 7

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De repente... comienza a bajar desde rió arriba una especie de neblina bastante espesa y gris que de inmediato obstaculizó la vista de los agentes de policía y la del detective. Cuando de repente bajó por el río un anciano en una barca pequeña iluminada por una lampara de aceite, con aspecto de descuido(sus ojos muy abiertos, poseía grandes ojeras, poco cabello sobre su cabeza aún que largo y enredado, sus prendas de vestir bastante rotas, se veía que andaba solo con los meros huesos y algo de piel que le sobraba por todo el cuerpo, su barba bien esponjada pero también estaba descuidada, tenía cierto movimiento de manos como si fuera parkinson y su cuello se inclinaba ligeramente hacia la izquierda como síntoma de esquizofrenia) los miró a todos con una gran sonrisa pintada en su cara, y de un momento a otro les habla diciendo: -¡ahora serán ustedes!, nadie nunca creyó en mi palabra, me tomaron por loco pero es verdad, volvió y ahora está más enojado, está sucediendo lo que me suponía desde un principio, huyan mientras puedan hacerlo!, yo no lo hice cuando debí y por mi error tuve una maldición la que fue advertir a la gente a que no se metan en su camino ni que traten de esclarecer la duda de saber quien es este desconocido, ¡¡HUYAN!!, ¡¡¡HUUYAAN...!!!

El detective deja de mirar al anciano para buscar a sus compañeros policías que antes de que llegara la neblina estaban con él acompañándolo, ... no los encuentra por ningún lado e intenta de nuevo ver a el anciano hacia el río pero.... ¡Ya no está!

El detective se asombra porque se desapareció el anciano e igualmente pasó con los policías, entonces cerró los ojos por un momento y al abrirlos se desapareció la neblina, aunque seguía solo en ese lugar tan extraño, nuevamente cerró los ojos pero esta vez los abrió mas tarde que la anterior vez y encuentra a los policías justo y como estaban en el momento antes de que llegara la neblina, y lo más extraño para el fue que los demás no recordaron ver nada después de ese lapsus de tiempo excepto el mayor que también recordó haber visto a un anciano sobre el río diciéndole que se marchara del lugar.

El detective habla con sus compañeros policías sobre lo que sucedió, pero nadie le respondía, sigue en duda si estaba alucinando o fue verdad lo que ocurrió, por el momento solo le mayor recuerda un anciano pidiéndoles que se fueran del lugar pero nunca explicó el ¿por qué?.

El detective pide recoger el cuerpo desconocido que encontraron a orillas del río y pide que lo lleven a medicina forense, mientras empiezan a recoger el cuerpo el detective sube a su auto y toma su libreta, donde escribe las descripciones del anciano que se le apareció, de su asqueroso aspecto, del detalle como lo dijo con pánico y cinismo, parecía un anciano de 80 años en adelante de edad, también recuerda muy bien lo que dijo sobre su "maldición" de que debía advertir a la gente que huya y se nieguen a seguir con las preguntas sobre este personaje, cuando de repente...

Se oye como si la tierra estuviese bufando, un tenebroso sonido, como un mugido de una vaca muy enfadada, el suelo también se empieza a mover, se sentía un sismo muy gigante, tanto que las alarmas de los carros se activaron, los agentes no eran capaz de moverse, era tremendo el movimiento, los que iban a subir el cuerpo desconocido se caían constantemente, al pasar 20 segundos desde el inicio del sismo bajó una creciente del río, venía con muchas rocas inmensas y troncos de árboles.

El detective no pensó ni un momento lo que les pidió a sus compañeros, le gritó desde su auto: -CORRAN, CORRAN, SUBAN RÁPIDO A LOS AUTOS, DÉJENLO TODO, HUYAN-.

Los oficiales hicieron lo máximo posible para escapar del borde del río, el movimiento de la tierra les hacía difícil abandonar el lugar, cada vez que intentaban correr se caían, lo intentaron todo... Lastimosamente no salió ninguno vivo, la creciente se los llevó a todos, como si hubieran limpiado el lugar con la creciente, el detective no lo podía creer, él fue el único que se pudo salvar de esa catástrofe, se sentó en su auto, y comenzó a pensar el por qué ocurría eso, no entendía, el detective quedó en blanco por varios minutos, quedó en shock, buscó rápidamente una botella de Whisky, tomó un buen trago del pico de la botella, sus lágrimas bajaron, y un grito desconsolado salió de su boca, no podía creer que el grupo de forenses con los que trabajó casi por diez años desapareció de su existencia en menos de un minuto.




Espero que te guste este capítulo de Desconocido.


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