-¿Entonces le gusto? –Cuestioné a Jake con los ojos entrecerrados. <<No puedes creerle, ¿en serio alguien enamorado de ti?>>
-Así como escuchas Bella, ¿no es genial? –Chilló dándome un golpe en el brazo causando que riera. Sí, genial. -¿Entonces le digo que si quieres hablar con él?-Cuestionó levantando las cejas.
-¿Uh? No, a mí él no me gusta, no quiero lastimarle o algo parecido. –Me encogí de hombros negando con mi cabeza. <<Mosquita muerta, todo por ver feliz a tu amiguita, me das asco>>.
-¡¿QUÉ?!- Gritó llamando la atención de todos haciendo que me encogiera en mi lugar, así que bajó la voz. –Me habías dicho que él te gustaba, hace menos de dos meses lo hiciste, ¿Cómo puedes cambiar de opinión tan rápido? – Cuestionó nuevamente picando mi brazo.
-Te lo voy a decir, pero Jake, promete jamás decirle a nadie, ¿está bien? –Pedí en un susurro mirando alrededor, el asintió poniéndose serio. –Le gusta a Michelle, y no quiero que deje de hablarme, por eso mejor no. –Mustié por lo bajo. <<Debería de ser un pecado ser tan mediocre y estúpida como tú>>.
-¿Es enserio, Isabella? ¿Dónde queda lo que tú quieres? Conozco a Jason y sé que no le gusta Michelle, él te quiere a ti. –Mustió con molestia haciendo rodar sus ojos. –Pero está bien, le diré que no es reciproco. –Y sin más se levantó yéndose del salón de clases, no pude evitar suspirar.
-¿De qué hablabas con Jake? –Preguntó Michelle sentándose donde antes estaba Jake.
-¿Uh? Pues de tonterías ya lo conoces. –Reí bajito negando con mi cabeza. -¿Cómo vas con tu conquista? –Cuestioné ladeando la cabeza hacía la puerta, ya que ahí estaba Jason.
-No muy bien, creo que solo me ve como una amiga y le gusta alguien más. –Soltó con un suspiro derrotado. << ¿Y así dices que no? No seas ilusa, él no te va amar toda la vida>>
-Que mal, Michelle, pero no te pongas triste, eres mucho para él y de lo que se pierde. –Mustié con algo de molestía.
Las horas en clases pasaron y llegó el tiempo de irnos a casa, como de costumbre me fui caminando para hacer tiempo.
¿Cómo sabes cuando estas enamorada hasta el fondo? Nunca te das cuenta exactamente el "cuando" pero si el cómo, porque vez cada uno de sus defectos y aun así te sigue pareciendo perfecto.
Los días siguieron, hasta que por problemas de facultad tuvimos que hacer un paro estudiantil, no era para menos exigíamos mejores instalaciones, así en uno de esos tantos días tuve que quedar y podría decirse que fue la única vez que sentí preocupación en la voz de mis padre.
-¿De verdad debes quedarte? –Preguntó mi madre ladeando la cabeza al ver como metía unas cosas en una mochila. -¿No puede ir contigo otra persona? Es muy peligroso.
-No, solo debemos ser alumnos, mamá, tranquila te mantendré al tato por cualquier cosa. –Sonreí ampliamente, me sentía feliz, se preocupaba por mí.
-Ya bueno, te ira a dejar tu papá, pero conste, cualquier cosa nos avisas e iremos por ti. –Sentenció dándome algo de dinero saliendo de mi cuarto.
Mi padre fue a dejarme y en el transcurso hablamos muy poco, al llegar se despidió de mí con un apretón de mano, no pude evitar entrar a la escuela con una enorme sonrisa, al llegar al puesto que nos había toca cuidar, lo vi ahí, me sonrojé un poco bajé la cabeza tratando de que se quitara.
-¡BELLA! –Gritaron, cuando levante la cabeza observando Michelle y Victoria juntas saludándome con la mano, imité el gesto corriendo hasta ellas.
Las horas pasaban, los chicos iban a hacer rondines y nosotras nos quedábamos en el mismo lugar, después cada uno se fue durmiendo y cuando llegó mi turno de retirarme al ya no soportar el sueño, al principio solamente estaba junto a un compañero, pero más tarde Jason se acostó junto a mí, no le di importancia y me di la vuelta.
-Oye, Bella. –Susurró picando mi espalda. –Sé que no estas dormida, ¿Por qué me ignoras? –Mustió.
-Trato de dormir, Jason, ¿Qué pasa? –Chillé bajito quedando frente a él.
-¿Uh? Nada, quería hablar contigo, te la pasas con tus amigas y es difícil hablarte. –Mustió picando mi nariz haciendo que la arrugara.
-Pues son mis amigas, tú lo has dicho, ¿Por qué no habría de estar con ellas? –Mustié rodando los ojos. -¿Ya puedo dormir?
-No, bueno, solo si dejas que ponga mi pierna arriba de ti, necesito subirla en algo. –Dijo como si fuera lo más normal del mundo, negué con mi cabeza.
Dejé de prestarle atención y no supe en que momento me quedé dormida, a la mañana siguiente desperté abrazada a él, abrió mis ojos como platos levantándome del suelo de un salto, salí del salón disparada hacia el baño de chicas con mis cosas para poder lavarme la cara y cepillarme.
-Dios, mira esas ojeras. –Mustié mirando mi reflejo en el espejo negando suavemente.
Una vez acicalada me regresé donde ellos, esperando que nadie viera que amanecí abrazada Jason, después de casi tres horas regresé a mi hogar y pude dormir mejor, mucho que mejor.
