En Tus Sueños

Mentiras y Excusas

-Chicos, aún no tocan su comida, ¿Seguros de que están bien?- dudé con preocupación.

- Si Marinette, estamos bien- hablaron al unísono.

-Pues no lo parece eh- susurré mientras comía el último bocado de mi ensalada de pollo- Cambiando de tema-sonreí tomando un sorbo de mi bebida- ¿Quién se apunta a ir al parque después de la escuela?- pregunté entusiasmada.

-Clases de esgrima- dijo Adrien.

-Debo cuidar a mis hermanas, tienen gripe y no pueden salir de casa- se excusó Alya.

-Lo siento, prometí a Alix que la ayudaría a pintar su mural- se disculpó Nathaniel.

-Ayudaré a Alya- dijo por último Nino.

Bufé ante las tontas excusas que habían dado. Lo peor es que todas eran mentira. Había memorizado el horario de Adrien y claramente no le tocaba esgrima; Hace unas semanas, Alya dijo que su hermana mayor Nora, vendría de visita para cuidar a sus hermanas, por lo tanto, Nino no tendría que ayudar a Alya. Y por último, Alix había terminado su mural esta tarde.

- Bien- dije poniéndome de pie- creo que iré sola- me retiré de allí.

-¡Marinette, espera!- sonreí internamente. Sabía que no me dejarían sola.

- ¿Si?- pregunté alargando la última letra mientras me volteaba. Y ahí estaba. Nathaniel Kurtzberg, tan rojo como su cabello.

-Puedo decirle a Alix que la ayudaré otro día, iré contigo- murmuró viéndose los zapatos.

Después de todo iría con uno de los amigos. Quería Saltar de alegría, pero sólo me límite a abrazarlo.

-Gracias Nath- susurré cerca de su oído.

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Caminábamos tranquilamente por el parque situado cerca de mi casa mientras comíamos un helado. Y para mi sorpresa, Nathaniel seguía sin decir nada, sólo viendo sus zapatos comiendo su helado sin prisa alguna.

-¿Y bien?- pregunté.

-Y bien... ¿Qué?- volteó a verme.

- ¿No me dirás qué es lo que te ocurre?

- Ya te lo dije, no me pasa nada.

-Sabes que no me tragaré ese cuento, ¿Verdad?- negué con la cabeza.

- Es sólo que...- apartó la vista- No he podido dormir- susurró.

-¿Eso es todo?- quise reír.

- Si.

Lo miré dudosa.

-Vale, te creo- dije.

Aquí no termina esto Nathaniel Kurtzberg.

¡Ya besense!

Y aquí vienes tu, en el momento más oportuno.

Sólo digo lo que pienso.

Calla.

Es frustrante verlo ahí con la cara de estúpido.

Que tenga cara de estúpido (lo que es una completa mentira) ¿Qué tiene que ver con que lo bese?

Su cara de estúpido se debe a ti Marinette.

Estas loca.

¡Eh! Soy varón.

Disculpa que no me hayas dicho tu género. Creí que eras mujer por que... Bueno tu nombre es conciencia y es u  término femenino.

Bueno si, tienes razón. Ahora... Despidete de tu amigo.

No otra vez.

Dolor. Náuseas. Vista nublada. Sensaciones a las que ya estoy acostumbrada.

Y por último.

Más dolor.
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