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El odioso despertador sonaba, Amaya harta de su odioso sonido lo apago, observo a la nada por unos momentos para luego revisar la hora. Eran las 6:35 AM

Y con un cansancio tremendo se levantó de la cama,se dirigió al baño  para cepillarse los diente, su cara tenia ojeras demasiado marcadas. se miraba en el espejo mientras se cepillaba los diente y veía su cabello todo despeinado en el reflejo. Escupió la espuma de la pasta dental y se enjuaga la boca, sale del baño con mucha flojera arrastrando sus pies y dirigiéndose a la cocina.

Al llegar allí, prendió la hornilla de la cocina y puso una pava con agua a calentarse, busco las tazas, el azúcar, y los saquitos de café.

Un silbido la sobresalto, era la pava que avisaba que ya estaba lista. Sirvió el agua en el café y se delicioso aroma que tanto le fascinaba empezó a aparecer

Puso el azúcar en ambas tazas y empezó a beber de su tasa de café.

Cada tanto soplaba su taza para que se enfriara, vio de reojo la taza de su primo el cual no se despertaba todavía.

— Ese idiota aun no se despierta, llegaremos tarde— dejo su café a medias y se dirigió a la habitación de su primo.

El se encontraba recostado en aquella cama, pacíficamente. «Seria una pena que alguien lo despertara» pensó maliciosamente con una sonrisa

Corrió hasta su habitación y busco en un estuche que tenía debajo de su cama, aquel estuche contenía una bella flauta traversa, la agarro y volvió a la habitación de su primo que estaba durmiendo de costado. Río maliciosamente a lo bajo, respiro hondo y soplo la flauta para que sonara de una manera aguda y ensordecedora. El peliceleste hizo un quejido de molestia y se puso de boca arriba.

—Tsk... Pensé que funcionaria — pensó otra manera de levantarlo — ¡ya se!— y hací astutamente lo tiro de la cama el se quedo boca abajo con el trasero levantado, hizo otro quejido de molestia, se puso boca arriba. pero seguía sin despertarse. —Plan C— se sentó arriba de su estómago con sus piernas a los costados y hizo lo mismo que en el “Plan A” ; Tocar el instrumento de manera aguda

Marcos hiso otro quejido de molestia ya abriendo los ojos —Tsk... Pendeja, Idiota, lesbiana del orto. ¡Deja de levantarme así!— le dijo molesto

Amaya se levanto y lo ayudo a levantarse — idiota, ve a tomar tu desayuno, que se esta enfriando — Marcos obedeció a su prima mientras ella se iba a cambiar y a peinar

Amaya se peino y se puso su ropa “Normal” y se dirigió a seguir con su desayuno

Después de terminar de desayunar y de que Marcos se Cambiase. Fueron a la parada de autobús, luego de 15 minutos esperando el colectivo que los llevaría a su profesión pareció. Subieron en el y pagaron el pasaje.

Se sentaron en los últimos asientos que quedaban. Marcos se fijo en la hora; eran las 7:30 AM

Amaya por un momento todo oscuro, alguien le estaba tapando los ojos de atrás, lo que le ocasiono un sobre salto

«¿¡quien mierda se atreve a tomarme desprevenida?!» pensó furiosa la albina

—¿quien soy?— dijo una voz grave fingida a su espalda

—¡me importa una mierda!— se soltó y voltea a ver a la persona a sus espaldas —¡No me sorprendas así!, estupida—

—Oh vamos Amaya-San, No seas amargada. Y menos con tu mejor amiga— le pica el cachete

—tsk... Hoy me levante con el pie izquierdo. No me vuelvas a sorprender así Nahiara-san— le dice a su amiga de trensas con una voz somnolienta y Kawaii

Siguiendo A Mis DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora