Jihope/Hopemin Random Thoughts

Meant to be (Primera parte)

Advertencia: un poco de angst

Jimin muere en un accidente de coche. Después de morir, no recuerda nada sobre quién era, así que no puede cruzar como debe al otro lado. Para recordar quién es y por qué su alma está perdida, se le da la misión de que cuide de una persona: Jung Hoseok.

Durante su última respiración en la Tierra, Jimin tuvo la extraña sensación de que no sería capaz de recordar nada en el más allá, donde inevitablemente iba a aparecer cuando aquel coche dejase de dar vueltas (aunque él no sabía eso todavía).

Segundos, que parecieron horas de dolor ineludible para él, pasaron y vio su vida proyectada delante de sus ojos como una película. Estaba muriendo pero sonrió débilmente, pensando cuan cliché había sido todo para él: su vida, sus decisiones y ahora incluso su muerte. Su vida no había sido exactamente la más feliz, así que tener que revisarla (junto con todas sus malas decisiones) en aquel momento no era demasiado bonito.

Después de una última vuelta de campana en el aire, la gravedad finalmente hizo que el coche cayera y chocara contra el suelo. Jimin sintió cómo algo golpeaba la parte de atrás de su cabeza y entonces todo se volvió negro.

***

Abrió sus ojos despacio. Era difícil acostumbrar la vista a la luz intensa de aquella habitación. Cuando fue finalmente capaz de abrir los ojos por completo, echó un vistazo rápido alrededor para ver... Nada. Se encontraba solo en una habitación blanca y vacía. Se sentó y tocó su cabeza, acariciando un punto que por alguna razón sentía arder.

-¿Hola?

-¿Hola?

Se giró, emocionado, buscando a quien hubiera contestado, pero después de un segundo y muchos más 'hola' repetidos, se dio cuenta de que sólo había escuchado el eco de su propia voz paseándose por aquel vacío lugar.

Se levantó y caminó por la habitación, intentando encontrar algo o a alguien que le ayudase a escapar de aquel lugar aterrador. Vio algo brillar en una de las paredes, así que corrió en aquella dirección hasta que estuvo en frente del objeto: un espejo colgaba de la pared.

Miró el reflejo y se sintió aún más confundido que antes. Su mente estaba llena de preguntas para las que él no sabía la respuesta: ¿qué era aquel lugar? ¿Por qué estaba él allí? Y, lo más importante... ¿Quién era?

De pronto, Jimin sintió una mano en su hombro y dio un brinco debido al susto. Volteó y se encontró con la cara de un chico que parecía un hada, quien estaba de pie, justo delante de él.

-¿Qu-...? ¡¿De dónde has salido?! ¿Quién eres? ¿Qué es este lugar?

Jimin dio un paso hacia atrás y empezó a tocarse el pelo nervioso, mirando al otro con expresión confundida. El chico le devolvió la mirada y cuando ladeó la cabeza, su pelo rosa y rubio cayó a un lado de su rostro, casi tapándole uno de sus ojos. Todos sus movimientos eran tan gráciles que Jimin pensó que se trataba de un ángel y aquel sitio era el cielo, pero eso querría decir...

-Hola, Jimin.

La voz grave de aquel extraño chico interrumpió sus pensamientos. ¿Había dicho Jimin? ¿Era ese su nombre? A Jimin le pasaron tantas preguntas por la mente que no encontró las palabras para expresarlas todas. Frunció el ceño y escuchó como el otro chico soltaba una risita. Estaba ahí de pie, mirándole y... ¿Riendo?

Jimin no pudo controlar sus impulsos y corrió hacia el chico, alzando su mano en un puño, a punto para darle un puñetazo al otro. Estaba a un milímetro cuando una fuerza le empujó y terminó en el suelo. Miró hacia arriba para ver al otro chico levantando su barbilla, dedicándole una sonrisa ladeada y mirándole con expresión arrogante.