Mr&Mr Soukoku

2. Cicatriz

Dazai y Chuuya se encontraban frente a la puerta de Akutagawa, Dazai pudo notar el ligero maquillaje en la mejilla de Chuuya, bueno, sería lo mejor o si no ¿Qué dirían los vecinos? Nada bueno. Abrió la puerta Akutagawa, y aun que el pelinaranja se llevaba bien con él en la mafia, odiaba que su esposo se le acercará tanto, por ende este también

Entraron a la casa que ya conocían perfectamente, Dazai como siempre bromista, algunos vecinos se acercaron a saludar, fue cuando Dazai comenzó a hablar - ¿y bien? ¿Dónde está tu prometida?

- Eso... - tocio ligeramente el azabache – es prometido

- Quiero verlo – pidió Dazai impaciente haciendo a Chuuya cruzarse de brazos ¿ya hace cuanto que no se divertían ellos dos juntos? Caminaron hasta la sala donde el prometido entretenía algunos vecinos, su sonrisa dejo a Dazai más que impactado y eso lo notó Chuuya - ¿Atsushi-kun? – pregunto el castaño

- ¿e... ¡¿EH?! Da-Da-Dazai-san – hablo el albino completamente sonrojado

- ¿se conocen? – preguntaron al mismo tiempo el pelinaranja y el azabache

- Oh, si – dijo el castaño pero corrió hasta Atsushi y se escondieron (si solo agacharse en el sofá era esconderse) de los otros dos y hablo susurrándole al oído - ¿Qué haces aquí?

- ¿Qué hago aquí? Es mi fiesta de compromiso – susurro Atsushi molesto

- ¿te vas a casar con Akutagawa? – pregunto susurrante

- Sí, es obvio – dijo el albino enseñándole el anillo en su dedo – se lo enseñe hace 2 semanas Dazai –san

- Pero no pensé que fuera Akutagawa

- Ejemh – hablo Akutagawa frente a ellos y ambos chicos se separaron. Claro, Dazai se levantó de un solo brinco

- Oh, Akutagawa, Atsushi-kun, felicidades, estoy seguro que la firma estará orgullosa de ti – sonrió el castaño

- ¿firma? – pregunto el azabache y miro a Atsushi - ¿no trabajabas en oficinas?

- S-si – hablo sonrojado el albino – es que... so-soy asistente de Dazai-san para su firma

- Si, Atsushi-kun se encarga de todo – hablo Dazai sonriente

- Ya entiendo por qué se conocen tan bien – hablo Chuuya y expandió su mano – Nakahara Chuuya, esposo de Osamu – dijo presentándose

- Oh... ¡oh! – grito Atsushi tomando su mano – es un placer al fin conocerle Nakahara-san

- ¿al fin?

- Si, Dazai-san siempre lo menciona – sonrió Atsushi y Chuuya se sonrojo

- Oh, gracias – sonrió Chuuya

La noche continuo sin percances y aun que Chuuya quería investigar al albino tan sonriente también se sentía energético, ¿Qué era eso sobre que Dazai hablaba de él? Eso lo había sonrojado, quizá, todavía había tiempo para ellos, tan solo un quizá podría cambiarlo todo

Los vecinos no soltaban a Atsushi y Akutagawa seguía tan antipático como siempre, entonces ¿Por qué no? - ¿de dónde sacaste a ese chico? – pregunto Chuuya acercándosele

- Bueno, un día choco conmigo en el café, y sinceramente pensé en mandarlo a matar por arruinar mi saco favorito, pero... - volteo a ver al albino – su inocente rostro y sus ganas de ayudarme me cautivaron