Mr&Mr Soukoku

3. Culpa

Chuuya llevaba horas con una mortificación del demonio, sus subordinados no podían encontrarlo y su jefe no sabía nada, ¿Qué paso en ese momento? Recuerdos de su matrimonio iban y venían, sus risas, la primera vez que cocinaron juntos ¿Cómo podía ver olvidado todo aquello que era bueno? Miraba sus viejas fotografías, cuando recién se conocían, de su boda, Chuuya se sentía devastado – si me hubiera controlado... ¡Si devuelvo a Atsushi! – Menciono – no... no serviría de nada, además ¿Qué motivo tendría un mafioso para soltar al prometido de un millonario así como si nada? – suspiro Chuuya - ¿Por qué no pude controlarme? - comenzó a llorar – hubiéramos desayunado juntos...

Él pelinaranja tomo una botella de vino pero ¿Cómo iba a beber? ¿y si encontraban a Dazai? Debía estar prevenido, además si Akutagawa se enteraba que secuestro a su prometido solo traería venganza – ¡eso! – Reacciono Chuuya molesto, se puso de pie y opto por ir por Akutagawa, probablemente era su venganza, entró sigilo a la casa pero lo siguiente fueron gritos - ¡AKUTAGAWA! ¡SAL YA! – gritaba el chico. Sin hallarlo en la casa, decidió ir al escondite secreto del azabache. Lo encontró. Estaba ahogado en alcohol, así que simplemente lo movió - ¡Akutagawa!

- ¡¿Qué quieres?! No grites – se quejó el azabache

- ¿Dónde está Dazai? – pregunto molesto

- ¿Dazai-san? - preguntó para después molestarse -  Y yo que voy a saber

- ¿Por qué estas así?

- Pase la noche aquí – se quejó el azabache

- ¿y Atsushi...? – pregunto el pelinaranja

- Seguro con tu esposo, por eso no lo encuentras – hablo molesto

- Oye, no empieces

- Empiezo, y seguiré – dijo levantándose – si cuidará mejor de su esposo, yo no hubiera discutido con Atsushi

- ¿discutiste con él?

- Si, ¿Qué ustedes no? Discúlpeme matrimonio maravilla pero yo no voy a perdonarle que me sea infiel

- Osamu dijo que solo era su asistente... - suspiro Chuuya y se dejó caer en el suelo – si... Yo también creo que me es infiel con tu prometido... ahora está desaparecido

- Quizá en un hotel – menciono Akutagawa y el pelinaranja ya no pudo más, se sentía culpable por el accidente de su esposo, flexiono sus piernas y tapo su rostro en sus rodillas

- Es mi culpa... - comenzaba a llorar – ¡Osamu! Es mi culpa – continuaba llorando

Akutagawa se quedó en silencio, no tenía nada que decir o como expresarse, estaba molesto, se sentía traicionado por la persona que amaba, así que continuo bebiendo mientras el pelinaranja siguió llorando, hasta escuchar el tono de su celular, tomo como loco el teléfono esperando respuestas y se alegró ligeramente al ver el número de emergencias - ¡s-si! ¡Diga! – hablo nervioso y casi gritando Chuuya

- ¿Es el señor Nakahara?

- S-sí, mi esposo es Osamu Dazai, dígame – menciono algo emocionado

- Su esposo fue hallado – escucho y el pelinaranja brinco de alegría

- ¿Dónde? ¿Cómo está? Diga algo, no se callaba ahorita

- Está en el hospital, una familia lo rescato al parecer – menciono el detective

- No importa, vo-voy para allá – menciono Chuuya y miro al azabache - ¡Akutagawa! ¡Akutagawa! Osamu está bien