You Look At Me

¿Que podria salir mal de una fiestesita?

[Jace L. ]

Dicen que la vida es una cagada y por primera vez en mi corta vida, me lo comprobé.

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-¡Deja de moverte tanto! Maldición, ¿que sentido tiene salir pirado del instituto si no podremos entrar a la fiesta?

-¡Es tu culpa!

Una pequeña discusión se dio lugar en medio de las escaleras que daban al amplio y bien iluminado piso de unos de los brujos mas revoltosos del submundo.

Cuenta la leyenda que puedes obtener un pase si eres caliente y mayor de edad. Lo que ciertamente era mentira en los tres cazadores de sombras en el lugar.

Isabelle juraba por el ángel que lograría ingresar con ese vestido ajustado a sus finas curvas, Jace repetía que el no necesitaba invitación para entrar a donde sea que se le diera la gana y el hermano menor, el dulce y único Omega entre los tres, no hacía mas que suspirar y quedarse quieto, con la espalda apoyada sobre el barandal.

-¡Puta mierda! Esta bien, vamos a entrar a como de lugar. -El rubio estaba confiado, nadie podría negarle nada.

Chasquearon la lengua al mismo tiempo y deslizaron su mirada hacia su hermano Omega, ese que dios sabia, no debía estar en un lugar lleno de perdición y al que habían arrastrado consigo, porque; no podemos dejar a nuestro bebé solito.

Alec fue rociado de Spray anti olor para evitar que estúpidos Alfas pocas cosas, se fijaran en su divina presencia. Pobre de aquel desagraciado que pusiera los ojos en su trocito de cielo.

Tomaron a su hermano por los brazos y se arrastraron hacia la entrada del piso, donde la música era caótica. Ellos tocaron dos veces antes de que un hada sospechosamente drogada, atendiera y con un ligero bufido, les dejara el camino libre.

-Bueno, eso fue mas fácil.

Luces neones, música, cuerpos danzantes y drogas por todo el lugar.

-Digno de Bane. -Murmuró Izzy, girándose para ver a su hermanito. -Escucha bebé, voy a darte una soda y por ningún motivo te acerques o dejes tocar por alguno de estos hormonales, ¿correcto?

Alec encogió sus delgados hombros.

-Pero sobre todo, nada de brujos llamativos, bad boy y brutalmente calientes.

La seriedad de Izzy era aterradora así que murmurando un "si" dieron inicio a una noche desenfrenada.

Que se jodieran con eso de; los cazadores de sombras no se mezclan con subterráneos.

-¿Que podría salir mal de todo esto? -Preguntó el sonriente rubio a su hermana.