Ana caminó hacía la estación de buses, cuando llegó se sentó junto a una señora mayor que parecía muy amable, no había nadie más en la estación. Tan pronto como Ana se sentó, la señora le dirigió la palabra y la saludo de forma alegre, como si se conocieran de toda la vida.
- Buenos días señorita!
- Buenos días - Respondió Ana un poco sorprendida.
- ¿cómo le va? ¿cómo se llama? - Continuó la señora.
- Bien, me llamó Ana ¿ Y usted? - Preguntó Ana por cortesía.
- Ines Garnica, mucho gusto. - Dijo ofreciendole la mano.
Ana se la estrechó y en ese momento llegó el bus. La señora se sentó rápidamente en un puesto al lado de Ana. Parece que quería seguir hablando con ella. Empezó a hablarle de sus hijos y su nieta, y le mostró algunas fotos que tenía en su cartera.
- Mire, esté muchacho alto y fuerte de acá es mi hijo y ahí al lado está la novia. Esa muchahita no me agrada pero pues ellos dicen que se aman y el verá si se casa con esa aprovechada.
Ana rió por el comentario de doña Ines, mientras la señora la miraba con otra foto en la mano, lista para seguir contandole con absoluta confianza sobre su familia.
- Usted podrá reírse pero es cierto! por ahí anda mucha muchacha interesada. Buenos mal que también hay muchas señoritas educadas como usted o como la esposa de mi hijo mayor, el que si me hizo caso. Llevan 17 años de casados y eso me dieron una nieta más hermosa ya está en la universidad y todo.
- Y cuantos años tiene su nieta?
- Ya va para los 18 añitos, pero no se ve mucho más grande que usted. Se puso a estudiar trabajo social, que para ayudar a personas mayores como yo, más linda ¿y usted mija? ¿Ya va a entrar a la universidad?
- Si señora, este año termino el bachillerato.
- ¿Y qué piensa estudiar?
- Aún no sé, estoy pensando en eso.
- Yo no tuve la oportunidad, pero si la hubiera tenido hubiese escogido la medicina.
- Si, la medicina me parece interesante y me gustaría ayudar a personas pero no creo poder lidear con tanta responsabilidad.
Ana decidió ser completamente sincera con la amistosa señora a su lado. Siempre había pensado en la posibilidad de estudiar medicina pero la idea le agradaba casi tanto como la aterraba.
Su temor iba más allá de la sangre o las agujas, le temía profundamente al fracaso, a defraudar a su madre y a sí misma.
Sin embargo, la señora era muy sabia y le digo:
- No puedes tener miedo al futuro, simplemente vive tu presente y esfuerzate mucho y verás como conseguirás todo lo que quieres.
La señora terminó de decir estas palabras, se levantó acomodándose la falda, se decidió y bajó del bus. Dejando a Ana con un sentimiento grato, pero a la vez extraño.
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Un sentido a mi vida.
Cerita PendekAna María Morales es una chica de 16 años que está cursando su último año escolar. Su madre ha empezado a presionarla, pues quiere que su hija elija una carrera universitaria y empiece a darle forma a su futuro. Sin embargo, por más que intenta acla...