Es una rutina llegar de la escuela, encerrarme en el baño y vomitar por lo asqueroso que soy, tanto por dentro como por fuera.
Es una rutina esperar a la noche para ahogar mi lágrimas en una almohada mientras todos los demás duermen.
Es una rutina tener que ocultar marcas de cortadas con las mangas de mi suéter.
Me doy asco.
Soy una mierda.
Estoy seguro de que la gente de mi alrededor estaría mejor sin mi existencia, y me doy vomito por no haber hecho nada al respecto aún.
Eso es lo que me doy a mi mismo.
Vomito.