Capítulo narrado... otra vez.

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—Mmm-ah, Castiel...

—Kentin, cállate.

—Hazme el amo-

Soltó una maldición al sentir como Castiel le golpeó sin delicadeza alguna en su nuca.

—¿Quieren callarse? —Rosa no estaba muy feliz con ese par.

—Dile a Kentin que deje de hacer ruidos de puta.

—Puta no, putísima —recibió otro golpe, este mucho más fuerte.

—¿Qué pensaría Alexy de esto, eh Kentin? —le reprochó Rosa ya harta de sus palabras e insinuaciones al pelirrojo.

—Yo amo mucho a Alexy, Rosa... —aclaró, siendo totalmente sincero— pero me da risa ver la cara sonrojada de Castiel —soltó una carcajada fuerte. Las pocas personas que estaban en esas calles oscuras le miraron como si fuera un vagabundo a punto de entrar en la locura.

—Eres un hijo de la gran reputísima madre —Castiel bufó lanzando a Kentin a la chucha, haciendo que el castaño cayera de trasero en la acera.

—Aún así me amas —se levantó del suelo, sacudiendo la tierra de su culo. Pero la sonrisa atrevida que tenía desapareció al instante al sentir algo suave y pegajoso en su pantalón... —la puta madre.

Por otro lado, se encontraba la recién pareja andando por las calles de la ciudad. Caminaban sin dirigirse palabra alguna, sumergidos en su propio mundo.

Armin tenía una sonrisa de satisfacción en su rostro, a veces miraba de reojo a su ahora novio, encontrándose con su profunda mirada bicolor que tanto había admirado, y que ahora sólo miraban en su dirección.

Su novio.

Ah, sonaba tan bien, ahora estaban juntos, podía tomarlo de la mano cuando paseaban, podía hablar con él a altas horas de la noche sin cansarse, podía invitarlo a comer a diversos restaurantes, besarse porque sí, abrazarse porque se necesitaban, amarse hasta que el destino quiera separarlos.

Armin soltó un suspiro de desesperación, eso sonó tan cursi y empalagoso, ¿a Lysandro le gusta que él fuera empalagoso? ¿o sólo le gusta que fuera distante? ¿miradas con muchos significados? ¿o palabras que no pueden expresar ni la mitad de lo que sentía por él en ese momento?

Se mordió el labio entrando en un vacío que ni él sabía que existía en su interior. ¿Tal vez le estaba dando muchas vueltas al asunto? ¿Lysandro no lo quiere como él quiere ser querido? Se supone que en el amor las parejas deben de poner su parte equitativamente, ¿o quizás siempre habrá alguien que quiera más que el otro? ¿Lysandro le quería más? ¿O era él el que quería imaginarse eso? ¿Tal vez Lysandro aceptó ser su novio por lástima? ¿Por qué Lysandro no se veía tan feliz como él lo estaba?

Armin sintió que ya no se sentía tan dichoso en ese momento, su sonrisa había desaparecido de su rostro, mostrándose una mueca que trataba de revivir su expresión de antes. Sus manos comenzaron a sudar y temblar sintiendo repentinamente unas inmensas ganas de llorar.

—Estás pensando demasiado... —la voz ronca del albino rompió el aterrador silencio que consumía al pelinegro. Armin giró a verle con los ojos cristalinos, tratando de sonreír.

—Mira quién lo dice, el que se la pasa pensando todo el día —intentó bromear, aunque ni él estaba en condiciones de querer reír.

Lysandro le sonrió, su expresión era de lástima.

Armin quiso romper en llanto al verlo, ¿acaso estaba sintiendo lástima por él?

—¿Estás bien? —Lysandro sonó preocupado, notando como Armin bajaba el ritmo al caminar, hasta que se detuvo súbitamente mirando hacía otro lugar que no fueran los ojos del albino.

Corazón de melón | Watshapp yaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora