Capítulo 3

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Mientras Levi estuvo bajo el cuidado de Mikasa, no sabía cómo reaccionar ya que su presencia lo volvía loco, era un sentimiento que no sabía cómo manejar ya que nunca se lo había permitido. Lo único que sabía hacer era tratarla hostilmente tratando de disimular lo que ella provocaba en él.
Ella también mantenía su distancia ya que del capo solo salían malos tratos y eso la enfurecía.
Uno de esos días la actitud de Levi cambió, el ya no podía tratarla de semejante manera. Comenzó a dirigirse hacia ella más suavemente, sin insultos, lo cual a ella le pareció muy extraño.
Las charlas comenzaron con más fluidez.

-Mikasa ¿que es lo que piensas de mí?. -pregunto pensativo el capo
-¿por qué me pregunta eso?. -diciendo desconcertada
-Solo quiero saber que es lo qué pasa por esa cabeza. -sonrisa discreta.
-pues... creo que es un cretino, que no le interesa nada más que cumplir sus órdenes, sin séntimientos ni respeto hacia los demás. Una persona vacía, maniática de la limpieza y el orden. -escupió de su boca soltando todo lo que se había guardado-. Aún que podría decir que también admiro su responsabilidad y coraje. -diciendo cada vez más ensimismada, suavizando un poco su voz.

Levi no podía mirarla mientras Mikasa escupía todas esas palabras, ya que él en sus adentros sabía que eso pensaba la azabache. Cuando noto el cambio a palabras más cálidas volteo ávidamente hacia ella ya que no lo esperaba.En eso ella sintió la mirada fija sobre ella y rápidamente cambió el tema.

Pasaron los días restantes y la chica de la bufanda pudo darse cuenta que dentro de esa persona había algo más.

Levi ya recuperado comenzó con su rutina normal, a diferencia que ya no contaba con la presencia constante de la chica de la bufanda, cosa que lo hacía  sentir vacío. Necesitaba verla, necesitaba sentir su calor, su presencia. Así que cada día iba a buscarla para mirarla a lo lejos sin que ella lo notara, era algo que lo hacía sentir pleno y podía pasar horas mirándola y sentirse complacido.

Llegó el día de la exploración, pero Levi no fue convocado ya que Erwin lo dejó a cargo de otros asuntos, cosa que a él lo frustro sobremanera. Cada minuto, cada día que pasaba era una tortura para el, necesitaba verla.
      «Me estoy volviendo loco. ¿Por qué me hiciste esto Mikasa? ¿Que me hiciste?!»

Cada noche invadía la habitación de la chica para sentir su aroma, y darse un poco de tranquilidad.

Días después regresaron de la expedición. El capo rápidamente fue a recibirlos para cerciorarse de que la azabache estuviera de regreso.  Fueron pasando los cadetes y la preocupación de no verla iba en aumento. Hasta que la vio pasar junto a sus amigos Eren y Armin, dándole un respiro a su mente.
Después de eso no quería volver a separarse, haciendo lo posible por estar con ella en cada actividad.
Mikasa notaba lo raro de la situación, siempre era separada para estar con el capo y eso la exasperaba.

Levi sentía que esa obsesión por la azabache aumentaba día con día, lo volvía loco.

Un día Erwin le cedió la tarea al capo de ir por víveres para una cena especial que realizarían para Hanji, así que decidió ir por su cadete especial.

-Mikasa andando
-Pero estaba practicando
-Dije "vamos" mocosa
- ¿Y ahora que haremos?, ¿a dónde vamos? -preguntó molesta la pelinegra.
-Vamos por comida para la cena de Hanji. El maldito de Erwin no encontró a alguien más.

Ya yendo en la carreta, compraron los víveres que necesitaban y al querer regresar se vieron envueltos en un tumulto ocasionado por la escasez de alimentos que hubo después de la llegada del titán colosal.
La pareja fue separada debido a la pelea que se organizaba entre las calles. Levi y Mikasa se defendían a base de golpes tratando de hacerse campo y poder ver al otro. La gente dentro de su paranoia asestaba golpes por todos lados, llegando a lastimar a La azabache sin pensarlo. Levi a lo lejos pudo divisar a la chica atrapada entre el caos, sus ojos casi desorbitados y lleno de ira corrió con una inmensa fuerza, a partando a las masas de su camino. Pronto llegó donde Mikasa golpeando sin piedad a todo aquel que le había puesto una mano a la azabache. La gente retrocedía ante tal escena.
Él la tomó entre sus brazos y la llevo directo a la carreta cabalgando lo más rápido que podía.
Aparcó en un lugar desolado y fue a revisarla. Ella se encontraba inconsciente por un mal golpe que le dieron en la cabeza durante el tumulto. Levi revisaba cada parte del cuerpo de la chica esperando no encontrar alguna herida grave.

-¡Estupido! No puedes siquiera cuidarla. ¡Por eso pierdes a las personas que amas! -Levi reclamándose a sí mismo. Sin darse cuenta Mikasa estaba despertando, escuchando las palabras del capo, sintiendo como si le estrujaran el corazón.
Intenta incorporarse haciendo voltear al ojiazul.

-Mikasa no te levantes. ¿Te duele algo? -preguntando con preocupación.
-Me siento algo aturdida pero estoy bien.
-Perdóname...
-¿Que? -No podía creer que él dijera esas palabras
-Vámonos.
-¿porqué me pide perdón? No entiendo.
-Cállate y descansa. Vamos a que te revisen.

Ayuda inesperada [RIVAMIKA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora