Capitulo 5.

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Detuvo el auto justo enfrente de un lugar que perfectamente conocía, tal vez sonaría como un maldito exagerado pero estaba seguro de que sería capaz de llegar a ese lugar con los ojos cerrados de tantas veces que lo había frecuentado. Salió del auto y recargo su cuerpo sobre la puerta del conductor. Miró el letrero sin iluminación con el nombre del bar sobre el, desde que había perdido su luz el lugar se veía apagado y sin sentido de felicidad alguno. Justo cómo él.

Se quedo observando unos segundos más y fue cuando decidió que era el momento de entrar al bar, su cuerpo dirigió en manera automática aquella mesa que, ya había bautizado como suya desde hacía unas noches atrás.

"Hey guapo, ¿Quieres compañía?"- susurro una chica de cabellp rubio muy cerca de su oreja.

"No."- exclamo mientras movia su brazo con brusquedad para que esta no lograra tocarlo.

Se sentó sobre el pequeño sofá y miro al su y alrededor.

Música alta, mujeres bailando sensualmente sobre la pista, humo de cigarrillo por todos lados y un vaso de vodka en su mano, en eso se habían convertido sus noches. En eso era en lo que se había convertido Harry Styles.

Intentó olvidarlo, juraba por su bendita madre que intentó olvidarlo, pero su mente lo obligaba a recordarlo cada maldito día que pasaba. Habían pasado 25 días exactos desde la última vez que lo vió y no recibió una llamada, un mensaje, ni una jodida explicación de lo que estaba pasando, pero aún no se explicaba cómo es que cada maldito día, después de una borrachera de muerte, amanecía sano y salvó en casa.

Además de él, solo había una persona que conocía perfectamente ese pequeño bar, ambos solían frecuentarlo cuando querían sentirse libres y divertirse, era el lugar perfecto, estaba fuera de la vida pública, en una apartada parte de la ciudad, un tanto peligrosa, pero ahí parecía a nadie importarle su presencia.

"Louis, este lugar se ve un poco.."

"¿Peligroso?"- arqueo la ceja.

El rizado asintió con la cabeza mientras miraba a su alrededor.

"Por el amor de Dios, Harry. Estás siendo muy dramático." - rió.

"Vimos a una persona masturbándose allá atrás, solo digo "- se encogió de hombros.

"Me ves a mi masturbandome casi a diario y dices que ver a alguien más haciéndolo es ¿Peligroso?"- el ojiazul soltó una pequeña risa.- "Es lógica no te la compro, Styles."- río de nuevo.

Los ojos del rizado se abrieron tanto que parecía que iban a salirse de sus órbitas.

"Oh, quieres callarte."- rodó los ojos y sin poder evitarlo, soltó una pequeña carcajada nerviosa.

Caminaron en silencio hasta que Louis se detuvo frente a un pequeño bar, el letrero iluminado que adornaba la fachada en el que la palabra "Mrs Duck." con colores rosa y azul fosforescente resaltaba, prendía y apagaba por unos cuantos segundos  en señal de que estaba a punto de dejar de funcionar.

Louis tiro de su mano haciéndolo caminar y entonces entraron al bar, era pequeño o tal vez los bares que solía frecuentar eran demasiado grandes, la pista estaba rodeada por pequeños sillones y mesas redondas, caminaron hasta la barra y Louis recargo una brazo sobre esta sin deshacer el agarre en sus manos.

Un chico de piel morena que parecía ser el barista se giró para atenderlos y sus ojos se abrieron exageradamente.

"Hey amigo, ¿Estás bien? Parece que viste a un fantasma?"- pregunto Louis con el ceño fruncido.

TAKEN.- Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora