En el tren.

El cariño.

El segundo día ha llegado , y por tanto, hoy me levante con ganas de recibir muchos mimos.

El problema no es sólo que quiera recibirlos, si no que durante estos dias de mi celo mi lobo intenta decirme a gritos que quiere tener cachorros.

Supongo que es un poco entendible, no he tenido ningún alfa con el cual pasar mi celo o una marca en el cuello.

Además de que mi cuerpo al ya haber madurado lo suficiente, me exige un compañero, y no lo hace de buena manera, al contrario; suelo tener mucho dolor durante la primera etapa del celo y varias veces ha llegado en presencia de varios alfas.

No es que tuviese un problema grave con algún alfa como un trauma o una mala experiencia. Lo que pasa es que me he estado guardando, puede que suene un poco cursi o del siglo pasado, pero quiero experimentar todo tipo de cosas o situaciones con mi pareja destinada.

Que me haga sentir tantas cosas lindas como las mariposas en el estómago o la sensación de pertenencia a alguien, sentirme especial e indispensable para alguien y yo sentirlo de igual forma.

Creo que ya encontré lo que tanto buscaba. Sólo me falta volverlo tan necesitado de mí, como yo lo estoy de él.

Que sus latidos sean sólo para mí como son los míos de él. Y crear una manada propia.

Cuando él despierta, baja sus fuertes manos hacia mi vientre y un rubor adorna mi rostro, cuando me sonrie con sus dulces hoyuelos.

Baja hacia mi pancita y la besa. Llego a suponer que aún no estoy embarazado, (a causa de la píldora que consumí), cuando suelta un gruñido, me empotra contra la pared y me penetra con bestialismo.

Algunas lagrimas de placer y dolor caen de mis ojos al sentirlo tan dentro de mí, y al darme violentas embestidas. Él llega primero al orgasmo pero parece no importarle mucho porque continuamos por bastante tiempo follando y él sigue soltando gruñidos al estar tan dentro de mí.

Tanto que cuando saca su pene de mí, me siento tan vacío que empujo mi entrada hacia su pene, haciéndo que volvamos a quedar unidos.

Me acurruco en sus brazos y le exijo cariños. En lugar de parecer un lobo, me convierto en un gato al cerrar los ojos y ronronear por sus caricias.

Mientras él me mima, le cuento más cosas sobre mí. Quiero que lo sepa todo.

Comienzo contándole que nunca he tenido un alfa y que había estado guardándome para mi alfa destinado, y entregarme sólo a él.

Cuando le cuento esto una mueca de tristeza aparece en su rostro, tal vez piense que se aprovechó de mí por estar en celo y arruinó mi deseo de conservarme.

Le digo que tal vez ya lo encontré, que para ser específico, es él a quien me refiero, acto seguido se sonroja y rie un poco.

Le doy un besito en el hoyuelo que se formó al reir y me sonrojo como una fresa ( como las que siembra Hoseok) al caer en cuenta de tal desvergonzada acción , y oculto mi rostro entre mis manos.

Me cuenta que él siempre ha disfrutado de la música y su sueño siempre ha sido pensar y componer letras y canciones maravillosas.

Pero que su padre quería que él heredara la empresa familiar y que se casara con una omega de buena familia.

Pero él no quiere eso, no es su sueño y su "prometida" es bastante ególatra, odia a los cachorros y lo que él siempre había deseado es tener una manada propia con sus propios cachorros corriendo por el bosque.