Valera

1. Propósito

Soy Sam, y la verdad es que nunca antes había tenido el corazón roto, pero este chico me gustaba mucho, era majo, guapo, divertido... era el chico ideal. Tony era prácticamente perfecto: ojos azules cristalinos, pelo negro carbón, alto, musculoso y popular, y como no, moderno. 

Me había pedido salir hacía dos meses en el viaje de final de curso, cuando terminamos bachillerato. Fuimos a Nueva York y me pidió una cita por el Times Square. Fue muy romántico y bonito, normalmente no estoy acostumbrada a que la gente me mire raro, porque tengo un hermano autista. No es burla, simplemente les parece raro porque soy una persona normal y, mi hermano, simplemente, no lo es. Aunque deseo que fuera normal ser autista, y deseaba también casarme con Tony. Era la primera persona con la que había pensado casarme y tener hijos. Pero al parecer no iba a ser posible, y lo peor es que no sé por qué. 

El ascensor se abrió y entré lentamente, pulsé el número cinco y, mientras subía, yo me senté a llorar un rato más. Cuando se abrieron las puertas del ascensor, esperé unos segundos para que se me secasen las lágrimas y saque las llaves de mi casa, abrí la puerta, y mi familia ya había llegado.

Mi hermano Lowel estaba estudiando y mis padres viendo la televisión. Entonces me acordé:

- ¿No tenía Lowel médico hoy? - pregunté.

- Sí - respondió mi padre -, y te toca a ti.

Como no tenía nada mejor que hacer, acepté. Lowel escuchó la conversación y se dirigió a la puerta sin decir palabra. Lowel no habla mucho, solo conmigo, y desde que empecé a salir con Tony, no habla ni con su mejor amigo Alex. En el coche no salió palabra de su boca y, por primera vez en diez años, me preocupé por él.

Llegamos y en la sala de espera y seguía callado. Cuando dijeron su nombre, salió corriendo al la habitación en la que tenía las sesiones normalmente y cerró la puerta impidiendo me entrar. me sentí culpable, ¿habíamos perdido la confianza en dos meses?. Ese pensamiento me rondó la cabeza hasta que terminó mi hermano. Se acercó el médico para hablarme.

- Hace mucho que no te veo - dijo.

- Ya, he estado ocupada.

- Te ha dejado, ¿verdad?- adivinó-. Así tienes más tiempo para Lowel.

- Ya dedico mucho tiempo a Lowel.

- No lo suficiente.

Después de decir esas hirientes palabras, se fue. 

En el viaje de vuelta a casa le pedí a mi hermano opinión sobre el comentario que hizo el doctor. El respondió con un gesto que usa para responder de "mala gana", más que nada porque no sabe hablar con un tono de enfado. Es sencillo, sacas el dedo índice de la mano izquierda y dibujas un círculo con ella. Significaba "sí", y para él significa muchas cosas. En este caso quería decir que estaba de acuerdo, o mira la lápida de en medio en la que pone Saco Pacte. Pero pega más la primera.

- Pues desde ahora voy a hacerte más cosas- respondí- haber si aprecias lo que hago.

- Lo apreciaba, pero no aprecio a tu novio. 

- Ex-novio - corregí.

Entonces, supe lo que hacer para olvidar a Tony, dedicarme a Lowel. Necesita mucha ayuda y dedicación, y yo tengo mucho tiempo ahora. También debería adelgazar, he engordado seis kilos, soy una gorda y obesa mórbida. Y también debería darme de alta en piano..., pero lo más importante adelgazar, bueno, y Lowel.