4. El móvil

11 2 1
                                    

Mi hermano últimamente se estaba comportando de forma muy inusual, pero eso significaba que estaba mejorando. Decidí hacerle una sorpresa, un regalo o algo por el estilo. Además, había hecho una amiga, que aceptó voluntariamente a mantener una amistad, tiene un contrato con su firma, y la de su tutor/a también, por si acaso. Y esto lo hace él, no sabéis el daño que hace que descubras que los tíos con los que vas, están siendo sobornados para serlo.

Pero bueno, decidí ir al centro comercial que hay al lado de mi casa a ver qué había para mi hermano. De pronto irrumpió Low en la cocina. Tenía cara de enfado y confusión, cosa que una persona desconocida no hubiera notado, porque lo único diferente era que se mordía débilmente el labio inferior.

- ¿Qué pasa?- le pregunté.

- Valera quiere quedar - me contestó - y no sé si ir o no.

- Creo, Lowel - usé su nombre entero para darle importancia a lo que decía -, que deberías empezar a quedar con gente. Tienes una edad y hay que madurar - quería destacar mi respuesta -, además, puedo llevarte y conocerla.

- Vale

No me lo podía creer, le había convencido, eso es casi imposible. Eso podía significar que esa tía le gustaba mucho, buena señal. Me dijo que habían quedado en el centro comercial, donde iba a comprarle el regalo. Y de siete a diez y no trabajaba a esa hora, así que, bien. Me arreglé un poco, unos zapatos que me compré por Internet, que fue una buena compra; luego me puse unos vaqueros rotos y una blusa negra que pegaba con los zapatos. Mi hermano se puso una sudadera blanca, unos vaqueros y sus únicas deportivas, que eran negras.

Nos montamos en mi coche rojo. Ese coche originalmente era de mi padre, pero me lo regaló cuando cumplí dieciocho. Es un poco viejo pero me las arreglo. En camino al sitio, hablamos de las películas que podrían ver, ninguna de miedo porque Low es un poco sensible en esos aspectos. No ponían nada bueno en el cine últimamente, así que le dije que si prefería comer o algo así, había unos restaurantes baratos y bastante buenos.

- Oye, ¿puedes meterte por aquí?- me preguntó señalando una salida que desde luego no conocía- allí vive Valera, y le he dicho que podíamos ir a recogerla.

Me metí donde el me dijo y allí había una chica rubia, ojos verdes y tez pálida. Nos saludó amablemente y se acercó a nosotros. Era guapa, seguro que hubiera encajado en el grupo de las insoportable mente insoportables de las "guarras", no me caen nada bien.

- Hola - nos dijo tenía una voz dulce, y a la vez áspera - ¿tú eres la hermana de Lowel?

- Parece ser - le respondí y sonreí mucho para parecer maja.

- Eres mucho más guapa de lo que había imaginado - me dijo - Samantha, ¿no?

- Llámame Sam, por favor, no soy vieja.

Me puse a conducir una vez más, y esta vez sin sorpresas, les dije lo de si querían ir a comer, como aceptaron, les llevé al restaurante que le comenté a mi hermano. Cuando llegamos al establecimiento le dejé a la amiga de mi hermano mi número, quería parecer una hermana sobre protectora. 

Les dejé y me fui a comprar el regalo. Fui pasando de tienda y, de pronto lo vi claro como el agua, unas zapatillas, y ropa en general. Encontré una sudadera muy chula, unos vaqueros rotos super bonitos y, lo que yo llamo, unas buenas deportivas. Cuando fui a pagar, cogí mi bolso que me regalaron por mi pasado cumpleaños. Era de marca, negro con detalles dorados, últimamente iba un poco oscura. De pronto me topé con un móvil, que desde luego no era el mío. Lo saqué y sí, no me pertenecía y sabía de quién era, Lowel.

Pagué todo, me dirigí a un banco y encendí su móvil, pero tenía contraseña. Antes, era Sam la mejor, pero, ahora no. Probé con Alex, pero tampoco, y luego mis padres, no cambió mi suerte. No será..., probé con Valera, ¡TAMPOCO! Me rendí. Al final se me hizo tarde y les fui a recoger.

Abrí la ventanilla y estaban llegando.

- Vall, creo que me he dejado el móvil en el restaurante - le informó con un tono despreocupado.

- Voy contigo - se ofreció. 

Estuve a punto de decirle que lo tenía yo, pero tenía que probar. "Vall la mejor", funcionó, se desbloqueó y pude ver sus mensajes con Tony. Después de ver esos mensajes, le borré el contacto, y me quedé dolorida. 

Ya llegamos a casa y una vez en casa retiré el móvil del bolsillo y le dije que no lo había visto y que lo sentía. 

Al día siguiente no pareció notarlo, así que no le dije nada, para que no sospechara. Y no lo hizo, por ahora.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 06, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

ValeraWhere stories live. Discover now