Me encontraba maquillando a una hermosa modelo antes de un desfile si mi trabajo es hacer que las personas luzcan bonitas ¿Quién lo diría? Danielle me encontró el talento. Siempre me gustó maquillar hicimos varios cursos juntas y luego cuando abrió su propia cosmética entre a trabajar oficialmente en el medio soy reconocida además maquillé a excelentes modelos y actrices.
Aunque a veces siempre me gustaría ser alguna de ellas.
La modelo que se encontraba frente a mi era de ojos verdes intensos, flaca como un palo de escoba y un rubio amarillo más sobresaliente que el mío.
—Ya está
Exclamé satisfecha de mi labor una vez más, le cedí el espejo para que se viera ella misma. Ella lo tomó y sonrió mirándose.
—Está excelente muchas gracias.
No todas las modelos son superficiales como todos dicen algunas de vez en cuando dan las gracias le devolví la sonrisa y guardé el espejo en mi valija. Justo cuando sonó el teléfono.
—Alice Finley habla.
Se escuchó una carcajada del otro lado de la línea.
—Lamento llamar al celular de trabajo—se disculpó mi mejor amiga—pero tienes tantos números que no recuerdo cual es cual.
Solté una risita.
—Descuida ¿Qué sucede?
—Sabes que es mi cumpleaños dentro de dos días y ¿adivina qué? ¡Necesito ayuda!
—Creo entender que tienes un marido ¿cierto?
— ¿Kevin?— ríe—Kevin en preparación es ni la mitad de uno.
Ambas reímos.
—Bien…bien. Te ayudo —sonreí— ¿te parece que vaya en media hora? Me falta solo una modelo pero aun no llegó.
—De acuerdo te espero ¡muchas gracias!
Sonreí mientras colgué el aparato.
Estuve esperando más de media hora a la última modelo ¡qué raro! Que pidan un turno y luego no vengan. Tomé mi bolso, chaqueta cerré el local con cuidado tener seguridad es bueno.
Me dirigí hacia la casa de Danielle Jonas.
Tenía colocado mi mp3 al reproductor pasando canciones al momento sonó lo nuevo de Nick Jonas ni me gasté en que pasaran 14 minutos de canción que seguí pasando el repertorio.
Ellos eran mi todo al decidir separarse se convirtieron en la mismísima nada. Pero aunque quisiera nunca me podría enojar con ellos, sobre todo con esa voz angelical.
Así que le hice caso a mi mente y volví a poner ‘Chains’. Aunque fuese todo con arreglos vocales la canción sonaba genial y estoy orgullosa de su trabajo además de todo lo que creció como solista.
Pero el siempre pensó en si mismo le importó un rábano las fans.
Mis pensamientos no me dejaban pensar hasta que casi choco un perrito frené de golpe faltaba una cuadra para llegar doblé en la esquina y deje mi auto estacionado en la puerta pero primero toqué la bocina a mi estilo ‘para que supieran que ya llegué.
Danielle abrió la puerta con una bella sonrisa que siempre la caracterizaba, bajé del auto tomando mis cosas y le puse la alarma. Prácticamente le saqué a Alena de los brazos luego la saludé.
— ¿¡Como estás!?
Le hablaba gracioso para que la bebé se riera ¡y logré mi cometido!
—Bien —sonrío alegre— no la sacudas demasiado recién termino de comer postre y aun no…
— ¿ah eructado? Creo que ya lo hizo.
Nos echamos a reír. Cuando entramos dejé mi bolso en el sofá y acomodé a la niña en mi falda
— ¡No juegues!
— ¿Qué?
Preguntó Danielle aun riendo yendo a la cocina
—Esta niña es un Jonas.
La escuché de la cocina reírse más tardar volvió con dos vasos de limonada.
— ¿Puedes creer que una modelo me plantó?
—Es normal en ellas—Suspiró hondo. —Debes acostumbrarte.
—Por supuesto que Lola quedó encantada con lo que le hice.
Bebí un trago de mi limonada.
—bueno vayamos a lo concreto ¡mi fiesta de cumpleaños!
Empezamos hablando de la ambientación, música, diversión algo para que los ‘muchachos’ no se aburran sin gastar demasiado. Además solo estará su familia algunos amigos y lo que más me ponía nerviosa ‘la familia Jonas’ no solo por ellos en si sino por un miembro en particular.