Cuando llegamos ella estacionó justo enfrente de mi casa la verdad me dio vergüenza que me sacara de la cárcel a estas hora, además, en el estado en el que estaba no me ayudaba mucho.
—Gracias por traerme
Murmuré apenado quitándome el cinturón.
—De nada
Me regaló otras de sus sonrisas.
— ¿Quieres pasar?
Pregunté amable era lo menos que podía hacer por lo que hizo.
— ¿Vas a pegarme de nuevo?
Reitero con una ceja en alto.
—Ven averiguarlo.
Sonreí seductor me bajé del auto rodeando el auto para abrirle la puerta como todo un caballero. Quitó su cinturón mientras aceptaba mi mano para ayudarla a bajar cerró la puerta y le puso la alarma al vehículo.
******************
Subimos un par de pisos antes de llegar a su departamento Kevin me decía que él no tenía casa en un lugar estable ya que se mudaba de un lugar a otro debido a su trabajo. Me quedé maravillada con todo lo que vi cuando entramos; tenía tan buen gusto para elegir los muebles.
—Es todo tan bonito
Exclamé pasando mis dedos por la textura de madera fina en uno de los muebles.
—No tanto como tú
Apareció detrás de mí con dos copas de vino blanco pude sentir como me ponía colorada, parecía más chico que yo pero era un adulto hecho y derecho.
—Te propongo esto—me giró con delicadeza y tomó mi mano— Empecemos de nuevo. Hola mi nombre es Nicholas
Reí tontamente. ¿Empezar de nuevo?
—Mi nombre es Alice—Dije tomando su copa— solo una noche en la cárcel y te cambió por completo.
Me guió al gigante sillón de cuero blanco que tenía en medio de la sala de estar.
—Soy un chico malo
Ambos empezamos a reírnos.
—Sí, claro.
Se acercó a casi centímetros de mi rostro.
— ¿Me dejarías pagarte el favor que me hiciste recién?
Preguntó susurrando en mis labios.
—Depende que sea.
Quería tratar de mantenerme seria y adulta mi gorda fan interior en este momento estaría dando vueltas carnero y dándome aprobaciones.
—No sé porque...pero desde que me dijiste todas esas cosas feas sobre mí me dan ganas de besarte.
—Creo que eres algo contradictorio porque en vez de...
Entre copas y copas, no me dejó terminar unió sus labios a los míos besándolos con posesión y una pasión inexplicable. Nunca en mi vida pensé que alguien como él sería mi primer beso verdadero, si tuve muchos besos pero ese era especial único en su esencia. Ningún otro se podría comparar.
El mundo se detuvo para nosotros por ese rato nos separábamos de vez en cuando para recuperar fuerzas pero luego volvíamos a nuestros besos pasionales no podíamos estar alejados ni un minuto.
''Lo que yo más deseaba en toda la vida era probar esos labios que me volvían loca y era mejor en la realidad que en lo que mi mente se imaginaba''.
Cuando entré en razón pensé en mi subconsciente que esto era un jodido error que cometí. Me separé tomando mi cabeza ¡por dios! ¿En qué carajo pensaba? Por un minuto la gorda fan que llevaba dentro me manejó pero ella no me controla a mi ya no tengo 16 años maldita sea. ¡Compórtate!
—Lo...lo lamento tanto.
Exclamó al ver mi reacción.
—Querías un beso mío ¿Cierto? ¿Así crees que funcionan las cosas?
—No...no, espera déjame explicarte.
—Yo admití que me equivoqué pero sigues demostrándome más de lo mismo
—Alice estas malinterpretando las cosas.
Obviamente los efectos del alcohol que él tenía encima no ayudaban mucho y por más que mi gorda fan que lleva adentro quiera aprovecharse de él yo misma ni siquiera me lo hubiera perdonado era mejor parar todo esto.
—Debo irme...es tarde ya y tengo cosas que hacer mañana.
Dije incomoda mientras tomaba mi bolso y mi chaqueta.
—Alice...
— ¡Olvídalo! ¿Sí?
Se paró para acompañarme a la puerta, frené su paso con la mano haciéndole entender que si se acercaba era peor.
—conozco la salida.
Exclamé con voz seca y entrecortada.
—No puedes manejar así
— ¿y tú crees que si?
Bajó la mirada volviéndose a sentar.
Lo único que quería era salir de allí. Salí a las corridas de su dpto bajando las escaleras a toda prisa abrí la puerta principal crucé la calle para ir directo al vehículo ponerlo en marcha y huir como siempre hago.
Conduje hasta que la vista no me dio más me paré en el local entré por la puerta trasera encendí una media luz puse música para relajarme mientras lloraba empecé a cantar hasta que terminó la jodida canción tiré cosas por doquier caí redonda al suelo cuando resbalé golpeando mi cabeza lo último que recuerdo fue que mis ojos se cerraron.
A la mañana siguiente desperté con una fuerte jaqueca ni yo me soportaba, me levanté tambaleante mientras trataba de sentarme en una de las sillas. Me miré en el espejo que tenia justo en frente mío mi estado era totalmente penoso me tomó unos minutos deducir donde estaba hasta que lo recordé.
Tocaron el timbre ¡Demonios! Tenía que tener abierto eran más de las nueve algo soñolienta abrí la puerta y puse el cartel de 'abierto'.
—Alguien no se ve bien.
Expresó Kevin en un tono gracioso
—No estoy de humor para tus juegos
Tomé mi cabeza de un lado hacia otro pero el dolor solo empeoraba.
—Alguien se despertó con el pie izquierdo ¿Qué te paso?
—no lo recuerdo... Lo único que me acuerdo fue que saque a tu hermano de la cárcel y que me besó.
No debí decir eso.
— ¿El te beso o tu lo besaste?
—No sé, no interesa. No lo recuerdo.
—Escucha necesito que cuides a la bebe un par de minutos, alguien debe ir hacer las compras para la fiesta de mañana.
— ¿Fiesta de mañana?
Chasqueó mis dedos en frente de mis ojos.
— ¡Despierta! La fiesta de cumpleaños de Danielle. ¿Lo recuerdas?
— ¡Ya! ¡Ya!—odiaba que me hagan eso me ponía peor— ¿puedo llevarla a casa mientras me cambio?
—Te llevo yo anda vamos
Dejé un cartel en el local cerré con llave y me subí al auto de Kevin ojala la fiesta salga como lo planeado.
¿¡Como pude decirle lo del beso!? Ahora me gastará con eso de por vida espero que eso sea tema tabú por lo menos hasta después del cumpleaños de Danielle.