Capitulo siete

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Pov. Isabella


Sentía unos lengüetazos en la cara, sabía quién era pero aun así no quería despertar, mi cama era tan cómoda, pero cuando ya fue imposible conciliar el sueño de nuevo, me levante y vi como Teddy movía la cola de una lado a otro, me estire y fui a la cocina para preparar los desayunos, eran cerca de las 10:00 am y la verdad tenia mucha hambre, abrí el refri y saque lo necesario para hacerme un almuerzo digno, y de pasada tome una fresa del canasto para después llevarla a mi boca, termine de cocinar y luego de depositar el plato en la mesa y servirle comida a Teddy me disponía a sentarme. Pero, porque en mi vida siempre hay un pero, sonó el timbre del departamento, me dirigí a la puerta y cuando la abrí me llevé una gran sorpresa

- ¿Srta. Isabella?

- Así es, ¿Qué necesita?

El hombre que estaba parado enfrente de mi sostenía una tabla con papeles la cual me paso junto a una pluma para que la firmara y eso hice, el volteo al pasillo y asintió con la cabeza, en menos de cinco segundos ya tenia a dos personas metiendo un sillón bastante grande en mi sala, una vez lo acomodaron el mismo hombre que me hizo firmar me paso un ramo de fresas cubiertas con chocolates y se fue, dejándome con una y mil preguntas en mi mente. Me senté en el sillón y cuando iba a tomar una fresa me di cuenta de que tenían una tarjeta la tomé para leer su contenido.

Es un regalo, no te molestes

Quiero compensar mi error

-Meliodas...


Pov. Meliodas


- Ya te dije que no voy a ir Ban, tengo un juicio en una hora – le decía a mi mejor amigo mientras terminaba de ordenar unos papeles... nadie me había dicho que seria tan tedioso ser Juez

- Capi~ tiene que comer, vamos a la casa~ y regresamos – subí mi miraba solo para ver como King estaba casi dormido en el sillón y Ban estaba desparramado en la silla y negué con la cabeza

- Si nos vamos los tres sabemos que... - sentí mi celular vibrar, lo saque y verifique que me había llegado un mensaje

- ¡¿Un sillón?! Enserio Odas, te presentare a mi psicólogo, espero que estes consiente en que voy a regresarte el dinero.

- Gracias, pero no lo quiero, mejor invítame a cenar en tu casa y asunto arreglado.

Solo recibí una carita guiñando un ojo, supongo que eso es un sí, escuche la risa de Ban y levante la mirada - ¿Qué?

- Espero no verme~ tan idiota cuando hablo con Elaine~

- De hecho, te ves más imbécil – le dijo King mientras se rascaba la nariz, ¿No tiene trabajo o qué? Tocaron a la puerta y King fue a abrirla, esto me hizo levantar la mirada para ver como entraba una pelirroja de ojos azules y tan tímida como siempre.

- ¿Doctor? T-traje un almuerzo extra, hoy tenemos un caso muy importante y tiene que estar muy bien – la mire a esos ojos azules tan claros y que solo mostraban preocupación

- Evangeline, ya te había dicho que no era necesario, soy bastante resistente

Ella negó – No es ninguna molestia, siempre hago demasiado almuerzo y pues no me cuesta nada traerle – dejo el topper en el escritorio y retrocedió – Cualquier cosa no dude en pedirlo

Yo solo le sonreí y agradecí tomando el topper, escuche la puerta y la risa de Ban - ¿Enserio capi~? – Yo solo le mire con la ceja alzada mientras llevaba una porción de arroz a mi boca - ¿No se~ da cuenta que ella~ está loca por usted?

No descansareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora