"perfect" •quallicchio

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Perfect || Quallicchio

Y ahí estaba otra vez. Su mente por alguna razón, o varias quizá, siempre terminaba en el mismo lugar: Renato Quattordio.
Si, su compañero y amigo rondeaba en su mente muchas veces durante el día, y como no hacerlo, si el menor era todas y cada una esas cosas que a Gabriel llegaban a volverlo loco concentradas en una sola persona.
Y por eso le encantaba.

Un suspiro frustrado se deslizó por sus labios y abrió los ojos encontrándose con el techo blanco de su habitación.

Otra vez lo había hecho. Minutos enteros acostado, relajado y pensando en lo mismo. Ese pibe que podía, tranquilamente, permanecer en su cabeza por horas y él nunca iba a cansarse.
Es que era imposible hacerlo cuando su mente creaba una imágen de Renato y el rizado repasaba lentamente todos sus rasgos, admirandolo, desde sus alborotados cabellos hasta esas zapatillas cancheras que solía usar. Y después de haberlo investigado completamente su mente daba un paso mas, en el cual comenzaba a imaginar situaciones junto con su compañero, situaciones en las que siempre estaban los dos, pero llegaba su ese punto donde su inconsciente lo traicionaba yendo a un lugar más lejos donde ambos ya eran algo más que amigos y es justo ahí el momento en el que el mayor ponía un límite, incapaz de soportar las imagenes hermosas que se creaba, porque sabía muy bien que si seguía su corazón sacaría a luz esos sentimientos encontrados internamente, que venía guardando hace un tiempo, que aún todavía no había mostrado y tampoco creía hacerlo. Pero eso creía él.

Su celular emitió un sonido indicando un nuevo mensaje. Gabriel lo tomó y centró su atención en leer todos los mensajes que estaban enviando sus compañeros de elenco al grupo que compartían.

Finalmente habían acordado juntarse, en la casa de Gastón el cuál se habia ofrecido a cocinarles algo rico junto con Casanova. Una juntada tranqui, buena energía y un poco de música y si después de haber cenado se aburrían habían quedado en ir a un boliche, pero eso lo iban a decidir mas tarde.

Por esa razón unas tres horas más tarde, a las casi 22 horas, Gabriel se encontraba tocando el timbre del departamento de Gasti, como le decían a veces.
La puerta se abrió dejando ver a Stefi que le sonrió a penas reconoció que era él. La saludo y de adentró saludando a los pocos que ya estaban en el lugar: Agustín, Minerva y Fausto.
Minutos mas tarde fueron llegando de a poco los que faltaban y él solo pensaba en uno, el cual todavía no se habia dignado a aparecer y no era novedad para nadie, el menor solía ser impuntual la mayoría de las veces.
El timbre resonó en el ambiente y algo en su interior saltó de alegría. Renato hizo presencia atravesando la puerta y saludó, con su tipico ánimo allá arriba, divertido e irradiando buena energía. Él fue el último al que el mas pequeño saludó.

-Buenas Galikio -pronuncio su apellido como habitualmente y se sentó en el sillón, junto a él después de dejar un suave beso sobre su mejilla.

-Como estás Tatito? -El mayor le sonrió a medida que se giraba a verlo.

-Aca andamos che, tranqui -Los oyuelos característicos del menor se hicieron presentes y el rizado tuvo que desviar su mirada para no derretirse en ese instante.

[...]

-Cause all of meeee loves all of youuuu -la mayoria cantaba a coro All of me de John Legend. Nadie sabía como habían llegado a esto pero ahí estaban.

La cena había pasado tranquila, entre risas, chistes y alegría, con la típica buena onda de todxs. Después del postre llegó la musica, empezando por algo de reggaeton actual, cumbia pasando a rock nacional, algo de internacional y ahora lo melódico habia llegado, un poco de Reik, sin bandera terminando en inglés con ésta canción.
Se encontraban distribuidos por todo el living del depto. algunxs en los sillones y otrxs en los banquitos de la pequeña barra ubicada en un extremo, pero todxs centrados en lo mismo: cantar a todo pulmón y bailar todas y cada una de las canciones que seguían reproduciéndose.

blas y junior • renato y gabrielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora