blas y junior • renato y gabriel

"de esa noche" •quallicchio

Escrito en el cual Renato y Gabriel se conocen una noche en una fiesta y pasan algunas cosas. quizá algunas muchas.

*
El reloj marcaba las 23:34 de la noche cuando Renato bajó del Uber que lo había trasladado a su destino.
"Vení a las 23." le había dicho Benjamín, un amigo que conocía desde la secundaria, pero ser puntual no era lo suyo y se colgado un poco pero al fin y al cabo ahí estaba: caminando hacía la puerta de la casa en la cuál se hallaba la pequeña fiesta que había armado su ex compañero de colegio.

Al alcanzar la puerta se mandó.
Observó el lugar mientras caminaba a paso lento. La música se oía a un volúmen intermedio, el ambiente era bastante tranquilo ya que, había no mas de 50 personas desparramadas y cada una en lo suyo. En una esquina pudo divisar una pequeña barra y a Benjamín apoyado sobre ella mientras charlaba con un chico al cual desconocía.

-Hola papá! -Su amigo lo saludo con un gran abrazo apenas se acercó.

-Como estamos chiquitín? -Renato sonrió mientras pronunciaba ese apodo hacia el contrario, el cuál largo una carcajada al escucharlo.

-Todo bien Tatito, disfrutando. Che ya me hacía la idea de que no venías chabon -le palmeó el hombro mientras se volvía a girar hacia la barra, justo en el lugar en el que se encontraba antes de que él llegara.

-Como no voy a venir, me extraña que pienses eso de mí Benja. Se me pasó un poquito la hora, nada más -Se río girando a ver al chico, el cual al parecer nunca se había movido de su lugar.

-Tato, él es Gabriel, un amigo -Señaló Benjamín.

Sus ojos se encontraron con los de Gabriel y automáticamente sonrió, tenían un brillo diferente e inexplicable.

-Un gusto conocerte, soy Renato -habló el menor.

El rizado sonrió y tendió su mano la cual el castaño sostuvo rápidamente.

-El gusto es mío -su voz se escuchó por primera vez en la noche.

Y así comenzó una noche de diversión, que traería consigo cosas que nadie se esperaba.
Dos horas mas tarde el lugar se había alborotado un poco, habia mas personas bailando, algunas mas en la barra consumiendo alcohol, y hacía un costado, en una zona de sillones y pequeñas mesas se encontraba Renato junto a un grupo de personas. Todxs reían, la mayoría con un vaso o birra en la mano.

-Bueno bueno! -la voz de Benjamín se escuchó mientras caminaba hacia ellxs.- acá traigo el momento más divertido de la noche -alzo su mano mostrando una botella vacía.
Algunxs murmuraron, y otrxs lo observaron confundido.
-El juego de la botella, gente! -varios gritos se escucharon y rápidamente se acomodaron en ronda dejando la pequeña mesa en el medio donde giraría la botella.

Nadie dijo que no, excepto Gabriel, a quien Renato habia observado dudar al momento de unirse al circulo de personas. Pero finalmente lo había hecho.

Primer giro: a una chica rubia y Tomás, otro ex compañero de secundaría les había tocado beso francés. Nada de empezar el juego suave, no, directo a la acción.
Segundo giro: a una chica colorada y Benjamín, les tocó un pico. Renato se reía observando como la botella volvía a girar luego de haber bromeado con su amigo.
Tercer giro: Dos chicas, dos rubias para ser exactos, beso de 15 segundos. Lo hicieron rápido y sin problemas, lo cuál no le sorprendió a nadie, en ese lugar entre jóvenes no existían los prejuicios y lo habían confirmado.
La botella siguió girando. A la mayoría les iba tocando, muchxs repetían y todo era risas. Renato observo la mesa y vió la botella señalando en su dirección. Se encogió de hombros y una chica volvió a girar. Tenía curiosidad de saber a quien iba a tener que chapar, pero no tenía problema de hacerlo. tres, dos, uno... levantó la vista y se topó con un par de ojos conocidos. Esos ojos que habían captado su atención desde el principio lo observaban.