Capitulo 16

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Hassan a pesar de haber dicho que se marchaba, se quedó en la lejanía observandolos, la actuación de él y el rechazo de ella no le gusto para nada.

Vio todo y cuando Aleix la dejó sola, estubo a punto de ir, pero al verla ir en busca de soledad, prefirió dejarla hasta que considerara que debía regresar a su casa, como era en ese momento, cuando se puso a diluviar de nuevo.

Parecía que era el salvador de la lluvia.
Abrió su paraguas y se acercó a donde se hayaba.
Se sentó a su lado y la cubrió con éste , haciendo que ella levantara la cabeza al ver que no se mojaba.

-Hola ¿estás bien? - ella negó con la cabeza - ¿te puedo ayudar en algo? - ella miró al paraguas - sí , esta vez traigo paraguas, ¿quieres algo?

-no, gracias

-¿te dejo el paraguas y te dejo sola? - ella lo miro y asintió

-si por favor - él le pasó el paraguas, se levantó emprendiendo el paso a donde se hayaba anteriormente, intentando cubrirse con su chaqueta, pero ya estaba mojado.

Un relámpago hizo acto de presencia, haciendo voltear a éste para ver como se encontraba ella.
Ésta soltó el paraguas cuando escuchó el estruendo del trueno , tapándose los oídos y aferrándose a sus piernas.
Hassan regresó corriendo y sin pensarlo, cogió el paraguas y luego cargó con ella en brazos.
Esta al verlo, se aferró a su cuello y hundió su cabeza en su pecho, sin dejar de llorar.

-no sé lo que te pasa, pero la tormenta ya te aseguro yo que no es. Te pongas como te pongas no te voy a dejar aquí - ella lo miró - y no sé si ir a tu casa pueda ser buena idea - la miró esperando alguna respuesta -¿quieres que te lleve a casa de alguien? De Susana o el otro chico - ella negó - vamos hacer una cosa, vamos a mi casa, te cambias de ropa, te preparo un chocolate caliente y tranquilamente me cuentas lo que ha pasado, de seguro que encontramos una solución .

-no lo creo, pero acepto esa taza de chocolate - dijo entre sollozos.

-no me gusta verte llorar - dijo en voz baja - vamos, en menos de diez minutos estamos allí - se dirigieron a su coche, un deportivo muy elegante, la colocó con cuidado en el asiento del acompañante y cogió sus cosas que colocó en el maletero, siguiendo hasta su puerta.

Antes de emprender la marcha, le pasó una toalla y le indicó que se secara. Él hizo lo mismo y seguidamente emprendió el camino al hotel.
Ella no decía nada, tampoco lloraba, estaba estática mirando por la ventanilla, como la lluvia la golpeaba.
Él la observaba mientras conducia y a pesar de tenerla a su lado, no se sentía feliz por verla sufrir.

Sabía que había sido por algo entre Aleix y ella y tuvo que ser algo fuerte pues él la dejó sola, tirada como una colilla.

En cuanto llegaron, él la ayudó a salir del coche y la dirigió de nuevo al ascensor que llevaba a su suitte.
En la puerta del ascensor, estaba Moi, que al verla le sonrió , cosa raro en ese hombre.
Ella ni se inmutó .
Subieron los tres en éste y mientras lo hacían , entre los hombres mantenian una conversación en voz baja en árabe , por lo que ella no entendio nada.
A parte estaba en su mundo, en ese mundo que ahora mismo lo veía destruido y no sabía como arreglarlo.
Al llegar la llevó de nuevo a la habitación donde estuvo la otra vez y le indicó lo mismo que en su día .
Ella como una autómata , siguió sus instrucciones y él le indicó que haría los mismo, así que se verían al acabar.

O eso espero él más de una hora en el salón, hasta que empezó a preocuparse.
Fue a su habitación y pico a la puerta, nadie respondió , volvió a insitir, pero nada de nuevo.
Así que sin pensarlo, abrió la puerta y empezó a llamarla.

-Nur! ¿dónde estás ? Nur, ¿ estás bien? - Moi iba detrás de él - mira en la terraza, voy al baño se oye agua - éste afirmó y él fue al baño - Nur...

Porque yo... (1°parte de "La Vida de Nur" ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora