Capítulo 31... Maratón 4/5

1.4K 85 16
                                    

Capítulo 31 - Necesito que me creas-

Estaba ahí, frente a mí.

Con su típica ropa casual, que lo hacía ver tan lindo.

- Creí que nos veríamos en Starbucks – Pregunté confundida.

- Quería verte – Dijo poniendo una mano en su cuello.

- No íbamos a ver en – Hice una pausa para mirar mi reloj – 10 minutos.

- Pues yo no aguantaba más, necesitaba verte.

Eso me derritió el corazón.

Tienes que ser fuerte, por favor – Me dijo mi conciencia.

- Vamos, porque tengo que regresar temprano – Mentí – Tengo que hacer muchas cosas.

- Ehm… Si bien, vamos – Se hizo a un lado y me dejó salir.

Cerré la puerta y vi que traía su camioneta, Starbucks quedaba cerca de aquí…

- ¿Por qué no vas tú en tu camioneta y yo voy caminando? – Pregunté antes de que abriera la puerta del copiloto.

- Estás loca si crees que dejaré que te vayas caminando hasta allá – Exageró.

- Eres demasiado exagerado – Acusé.

Y de repente vino a mi mente la primera vez que le dije eso y mis ganas de salir con él se fueron.

- Ya no quiero ir sabes… - Sentí un nudo en la garganta, que apenas y me dejaba hablar – Mejor hablamos luego.

Giré sobre mis talones y corrí hacia la casa, saqué las llaves, que había metido previamente en el bolsillo trasero de mi jean, entré y cerré la puerta tras de mí.

- ¡Vamos Charlie! Ábreme, por favor – Suplicó él.

- No, lo lamento, pero no puedo – Sollocé a lo último.

- Por favor, necesitas escucharme, necesito que me creas – Golpeó un poco la puerta.

- Es que no puedo – Admití – Por más que quiera, no puedo.

- ¿Por qué? – Cuestionó aun golpeando levemente la puerta – Déjame entrar, hablemos, escúchame.

- No, vete, quiero estar sola – Ahora yo supliqué.

- Si eso es lo que quieres – Dijo en un hilo de voz.

No, no, él no iba a llorar…

Quería abrir la puerta, necesitaba saber si estaba llorando, aunque si lo hacía, será capaz de correr a sus brazos.

Me levanté y tomé la perilla, lo iba a hacer.

No lo hagas, tienes que ser fuerte.

Recuerda que te lastimó.

Tu puedes, solo ignóralo.

Allí estaba el problema, siempre le hacía caso a mi conciencia, incluso cuando debía de hacer cosas por impulso.

Abrí la puerta y Aaron estaba a punto de subirse a la camioneta, pero al verme, se quedó paralizado. Corrí hasta donde estaba él y pude ver que sus bellos ojos, esos ojos que tanto amaba, cristalizados por las lágrimas. Pasé mis brazos por su cintura y lo abracé, no me correspondió, pero no me preocupé.

Levanté la cara y deshice el abrazo, tan solo para posar mis manos en sus mejillas y acariciarlas.

No me importó el hecho de que él se haya besado con Chloe, no pensé en nada más que él en ese momento. Éramos solo él y yo.

The unexpected | Magcon Boys | SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora