No seré montado

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Las semanas pasaron, cuando me dijieron que podía estar con los cazadores, lo acepté, solo tenía que estar en el hombro de kira, y prestar atención en clases, en las clases que consistían de entrenamiento físico participaba de ves en cuándo, permití que incluso me usarán de "exposición" para que los otros cazadores investigacen los puntos débiles, etc...

Pero no me esperaba que ahora me estuvieran buscando un compañero, para que fuese mí jinete, muy pocas leyendas contaban, que dragones interactuaban con otros seres para que los montacen, pero yo, yo no quería, tal vez me comporte de una forma tranquila con ellos, sin embargo nunca, pero nunca, aceptaré un jinete... ni siquira muerto, tal vez los de tierra los acepten, pero yo no, el solo pensar que tendré que proteger a alguien mas, me trae recuerdos los cuales me atormentan todas las noches... luego arreglaré esto de mis postulantes a jinetes...

Bueno el tiempo que he pasado aquí lo he utilizado para recorrer el lugar, y por lo que pude apreciar, estamos localizados en el medio de montañas cubiertas de arboles, definitivamente un escondite perfecto, la escuela tiene un aspecto gótico, mas bien antiguo eso me gusta, lo que no me gusta es el bullicio de los estudiantes, por eso encontré un lugar algo apartado para poder dormir, les juro si me pagarán por dormir y que el dormir fuera suficiente para existir en este mundo, sería el ser mas feliz del mundo y claro el más rico.

Paz es lo que todos buscamos en la vida, pero eso es imposible, la paz solo se logra sí todos pensemos lo mismo, pero sí pensáramos lo mismo seríamos peores que marionestas, siguiendo las reglas que se nos imponen, por ende la paz siempre será momentánea, por que donde hay luz, hay oscuridad, donde esta lo correcto esta lo incorrecto, si hay amor habrá odio, y donde hay paz... hay destrucción.

Me encontraba en la copa de un árbol escuchando, los sonidos que me brindaba el bosque, la suave brisa moviendo los arboles, ya llegaba la hora de que emprendiera caminó hacía los campos de entrenamiento, para que me eligan un jinete, ajá, los rechazaré a todos, aunque no es necesario decirlo ya que si se acercan más de lo necesario a mí cuerpo, mi elemento cubrirá mi cuerpo para autodefenderme, solo espero que no vayan Kira, ni kai son los únicos que pueden tocarme, se que kai no lo hará pero Kira, se que haría cualquier cosa para proteger a los cazadores, allí, veré que hacer.

Pero bueno que le vamos a hacer, me baje del árbol y me dirijo hacía los campos de entrenamiento, el silenció es levemente interrumpido por los sonidos del bosque que me rodean, de pronto el silenció lo inunda, es un silencio melancólico, de pronto todo al rededor se sacude con fuerza, los arboles, el suelo, me dan a conocer su tristeza, esto con lleva a el saber que un dragón de tierra a muerto, la naturaleza llora su perdida y me duele, no os he dicho, mi alimento no es solo carne, si también me alimento al absorber los sentimientos negativos de las personas, toda mí existencia lo he sentido y yo sufro con ellos, el lamento, el odio entre otros, una lágrima se desliza por mí mejilla, esperó que mi calor la consuma, pero todavía la siento, intentó ignorarlo y avanzar a los campos, pero el aire se me hace pesado, me limpió la mejilla acordándome de que mis lagrimas no son normales, son de sangre, cada lágrima se extingue con mi fuego, como la vida de cada persona, dragón o ser sobrenatural, todo alguna vez en la vida se acaba, sea bueno o sea malo.

Me limpió el rostro, mí mirada cambiá a una de indiferencia, retomó el caminó, al llegar me aproximó sin que me digan nada, al centro de la cancha, y de mis omóplatos alas enormes salieron de mi espalda negras como la noche, con toques carmesí, siento mi liberación como una necesidad, el fuego inundo mis pulmones con un rugido, sentí mis huesos alargarse, todas mis escamas eran negras, no era doloroso, era gratificante... Amaba mi verdadero cuerpo.

Escuché el silbido del profesor, fijé mi vista en él y escuché.

– La mayoría sabe por que estamos presentes aquí, y para los que no saben bueno,- me miró y dijo,- el es Ryu algunos ya saben que es un dragón y que subelemento posee, para los qué no, es el fuego oscuro, las leyendas cuentan que los dragones eran más fuertes cuándo poseían a su jinete, ahora es esa la idea hacer qué el dragón que tenemos sea mas fuerte, cada uno se acercará, esta bien seré sincero al intentar tocarlo, el automáticamente se protege cuando se acercan por lo tanto tengan cuidado empecemos.- me hizo un gesto como esperando mi aprobación, bufé en respuesta.

Muchos intentaron hacerlo, otros decidieron no hacerlo, esta "audición" llamó la atención de algunos curiosos que pasaban por aquí. Creí que esto nunca acabaría, y cuándo pensé que lo había echó, kai y Kira estaban parados allí, los otros estaban curandose algunas quemaduras o simplemente mirando que iba a pasar. Kai me dijo que no lo iba a hacer, y lo agradecí, el sabía que no me gustaba esto y que lo estaba realizando obligado.

– Tío, sabes que no te obligaría a nada.- por algo amaba a ese chico.

Pero no todo era color de rosas, Kira podía ser la mejor persona que conozco, la más leal, y por eso confiaba en él, y ese era el problema ahora, el haría lo que fuese por proteger a los cazadores y supe que esto lo estaba haciendo solo por esa lealtad, por sobre sus deseos.

– Sabes que tengo que hacerlo,- me miró como buscando que lo entendiese.- lo siento, en verdad pero lo tengo que hacer por ellos.

Se acerco a mi, intenté retroceder, pero mi cuerpo no se movía, dije cómo pude.

- y- yo...

El rugido de los dragones -Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora