Espejos - wigetta

Wigetta~1~Wigetta

2:14 am.
/Narra Samuel/

Desperté muy mareado, con un dolor agudo en el estómago y en el corazón, mi cabeza se llenaba de millones de frases, me quedé en silencio viendo al techo, demaciado dolido, asustado.

"Gordo, que asco das, por dios cuánta grasa, no sé cómo sales así en público"
–¡AAAHHHHH! ESTOY ARTO. – me pare de la cama con una velocidad alarmante, mi respiración se aceleró y mi cabeza dio un vuelco y terminé en el suelo con un dolor agudo en las rodillas di un chillido.
Me pare con lentitud cerrando los ojos muy fuerte.
Baje las escaleras agarrándome de las paredes con mis brazos escuálidos y gordos... Qué asco.
Llegue a la cocina y abrí la nevera, mi boca se hizo agua al ver el alimento abundante, rápidamente empecé a sacar las comidas y bebidas sin leer etiquetas, justo ahora me importa poco cuántos consumos calorífica y azúcares tiene, el hambre se estaba comiendo mis oscuridades tenía que detenerlo ya.
Empecé a embutirme toda la comida que pude, galletas, papás, refrescos, mucha mierda del refrigerador.
Mis manos se llenaron de todo eso y los sobres y trastes terminaban sin nada.
Terminé por comer tanto, estaba tan lleno, fui directo al baño que quedaba al otro lado de mi sala de estar, dejando todo un desastre en la cocina.
Al llegar al baño abrí temblorosa mente la puerta mirando al suelo, tenía mucho pánico de verme, directamente entrando a este baño hay un espejo gigante.
Entre, seguí mirando al suelo y fui directo a la báscula, subí y está solo marcaba 39 kilos, mis lágrimas salieron escurriendo por mis mejillas– estaba báscula también está rota, como es posible que marque esto cuando estoy tan inmenso, por favor– los sollozos lastimeros salieron de mis labios y mis manos taparon mis ojos razguñando mi rostro sin fuerza.

Levante la mirada, al bello espejo que se encontraba frente a mi, con las manos en el rostro y las lágrimas a penas si pude ver mi reflejo, con mi cuerpo semi desnudo descalzo... Observaba todo y con un asco terrible fue cuando perdi la cabeza.
Mi estomago es tan grande con la grasa cayendo a los lados escurriendo, mis brazos gelatinosos y mis piernas inmensas, gordas desagradables, no puedo ni siquiera verme es asqueroso.
No hay belleza en mi, ni un poco
Soy una de las personas más asquerosas del mundo.
Baje las manos de mi rostro y empecé a tocar mi cuerpo jalando la grasa... Mis ojos como platos con lágrimas, mis mejillas ruborizada y mis labios entre abiertos, mi cabello de un color algo oscuro... Nada bueno... Al sentir la grasa excesivo mi  estomago se hizo trizas, abrí la tapa del inodoro me agache y introduje mis dedos en la garganta provocando arcadas para que el alimento, todo ese asqueroso alimento y culpa salieran por mis labios, todo fue expulsado, con los quejidos en todo el baño el esfuerzo el llanto, el dolor en el inodoro.
Mis manos se apoyaron en la taza del inodoro, la bilis se hizo presente en mi garganta quemando todo a su paso con su sabor agrio.
Después de un rato, con el dolor en la cara y sin ganas de moverme algo más quería salir por mi boca, algo más pero ya no había comida... Algo más...
– ME QUIERO MORIR CARAJO POR FAVOR, ME... me quiero morir aaaahhh –los gritos y llantos solo se escuchaban, un eco infinito solo en mi cabeza... Hasta que se hizo presente el latido de mi corazón.

/Narrador omnisciente/
Del otro lado de el espejo, aquel espejo que se empotrada en la pared un principe con una bella corona se encontraba sollozando  su ropa empezó a dejar de quedarle cada vez estaba mucho más flaco, sus brazos parecían totalmente huesos.
Su belleza era encantadora, todo el reino, hombre, mujer querían estar cerca, demostrarle amor o solo atracción sexual, todo tipo de persona lo veneraba por su belleza, brillaba, era hermoso, perdió su cuerpo pero su belleza iba más que eso.
Pero no sabían que debajo de toda esa ropa  estaba en los huesos, costillas marcadas brazos huesudos dedos tan delgados casi palillos.
Era una noche de luto, pues el principe sollozando en el baño de aquel reino, después de un ataque.
Regreso a su habitación y se miró al espejo... Su cuerpo es tan bello, pero le comenzó a dar asco.
Con una balanza de libras el príncipe peso su cuerpo, con un aproximado de 38 kilos ... Sus lágrimas se intensificaron, se las limpio con desdén y se fue directo a su camastro sentándose en el pensando en porque los impulsos lo llevaban a dañarse.
Si el siempre estuvo bien, siempre fue alguien feliz, pero de un momento a otro la tristeza comenzó a embargarlo.
La culpa, el dolor, y esos pensamientos que no sabían de donde salían, el no estaba gordo, el estaba en los huesos, sus trajes le quedaba gigante, cada vez mas grandes.
Por qué su cabeza le jugaba una mala broma diciendo que estaba "gordo".
Estaba arto.
–ME QUIERO MORIR CARAJO POR FAVOR, ME... me quiero morir aaaahhh–cerro los ojos y con un ruido lastimero hizo un berrinche en toda la cama.
Tocaron la puerta, y entró aquel guardia que casi siempre se mantenía en la puerta.
–quien te dio permiso de entrar Guillermo, fuera de mi alcoba. ¡Ahora!
–lo siento príncipe, pero mi preocupación es demasiada, usted es de alta importancia para mi existencia, lucho por su bienestar mi señor... Por favor permítame acompañarlo esta mañana fría.
–yo... Yo solo quiero estar solo.
– Me quedaré en silencio a su  lado mi señor.
–Por que quisieras estar en mi presencia, te ordene que te alejaras.
– Mi señor, su presencia es la más importante en este reino, después de todo usted es el que ordena mi vida diariamente, su protección es lo más importante como se lo he comentado, aparte de que su belleza es tan atrayente, usted es perfecto, y su presencia... Si me permite decirlo, hace que sea feliz.
Le dio la espalda a aquel guardia y se escuchó la puerta a sus espaldas algo asustado dio la vuelta para ver si es que lo había dejado solo pero no, estaba ahí en una esquina viendo al suelo.
Aquel guardia fue uno de los más destacados en las peleas con armas, fue asignado por su padre para la protección de su persona, el dio un juramento, que daría su vida por la seguridad del principe.
Aquel guardia... Era la única persona por la cual permitiría que se mantuviera a su lado como un igual.
Guillermo tiene algo que a el como príncipe, a el como persona, hace que toda  tormenta  se calmara.
Se movió un poco de la cama aún dándole la espalda después de asegurarse de que siguiera ahí
–acercate –ordeno en un susurro
El con pasó lento se acercó a el camastro.
–despojate de tus armaduras y ponte a mi lado– dijo el príncipe algo cansado
Y así lo hizo... Todo ese metal con un ruido chocante fue despojado y dejado a una de las esquinas de la gran habitación
Se acercó sin saber que hacer y pidió permiso para sentarse.
Lo cual hizo.
Y se mantuvo a su lado como el prometió.
Rompiendo las reglas, pero creando un espacio de calma para el príncipe.

Primer capítulo :3 espero les guste.
Le daré créditos a Manuelwii por su historia con la misma temática :'3 vayan a leerla me encantó.
Cabe aclarar que no es copia ni robo de obra.
Llevo bastante tiempo con este problema en la cabeza, queriéndolo sacar de alguna manera, y que mejor convirtiéndolo en lo que más me gusta en algo no cliché y con una enseñanza meramente biológica y moral.
Espero les guste esta obra.
Espero subir otro capítulo está semana y en estos espacios explicarles un poco de que va mi cabeza con esta idea.
Voten y comenten
– Antonie :')