PARTE XI

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Jimin no podía desaparecer otra vez, y Yoongi se encargaría de eso. Esa misma noche después de hablar con Jungkook y haber regresado a casa, Jiminie, como Tae lo llamaba, no había podido pasar desapercibido la actitud del pálido. Suga parecía estar por romperse en cualquier momento. 

Yoongi estaba decidido a aprovechar todo el tiempo que tuviera con Jimin, en el fondo estaba consciente que no lograría lo que Jimin necesitaba. 

No era tan fuerte.

Por otra parte, Jimin podía sentir su cuerpo arder, eso para nada era una buena señal. El mapa de su promesa estaba marcándose, temía no poder controlarlo, no quería perder a YoonGi, no después de tanto tiempo. Podía sentir la inquietud de Suga en su interior, era como caer sobre graba caliente.

YoonGi tomaba de su café totalmente ido, con un sentimiento de opresión en su pecho, se estaba fundiendo el cerebro pensándo en como salvar a Jimin. El rubio lo miraba intranquilo mordiendo sus uñas con fuerza, sabia que estaba comenzando; estaban cayendo al ojo del huracán, y cuando estuvieran en el, no habría vuelta atrás... Estaban fritos.
Jimin sintió una punzada de dolor en su pecho y un leve quejido salió de su garganta, YoonGi de inmediato le dio toda su atención.

-¿Estas bien?- dejo la tasa de café a medio terminar en el suelo y se estiró en el sofá hasta estar al lado de Jimin- ¡Tienes fiebre!- lo tomo en brazos y con cuidado de no lastimarlo lo alzó para poder llevarlo a la habitación, lo recostó en la cama con delicadeza. Justo cuando YoonGi hizo ademán de ir por un poco de agua fría y un paño, Jimin lo tomó de la mano.

-¡No me dejes!- lloriqueo- Tengo miedo, Yoongi- El pelinegro toco su rostro con suavidad y con lentitud dejo un beso en la frente de Jimin, eso lo hizo calmar un poco pero para la mala suerte de ambos eso basto para que la marca de Suga comenzará a doler.

-Volveré pronto- tocar a Jimin era como tomar una braza ardiente. Era doloroso- Necesitas tomar algo. No salgas de la cama.

La maldición estaba comenzando.

Yoongi no espero una repuesta, solo salió de la habitación en busca de Baekhyun, le había mentido a jimin en ese aspecto... Además de ser su vecino, era su hermano. Un poco raro considerando que el trato entre ellos no era tan... ¿Cariñoso?, pero le pareció divertido jugarle esa broma al rubio. Ver su expresión molesta, haciendo un pequeño puchero mientras fruncía sus cejas había sido algo tierno de ver. Jimin era una cajita de sorpresas, y aunque YoonGi no estuviera del todo seguro en sí era buena idea querer descubrir su contenido, estaba decidido a intentarlo.
Suga entró al departamento de su hermano sin siquiera tocar, ambos tenían llave de sus departamentos pero solo Yoongi usaba la copia del de su hermano. Baekhyun odiaba encontrar su refrigerador totalmente vacío y Suga... Él sólo odiaba ir al supermercado y hacer la estúpida fila en el cajero.

-Analgésico- seco como siempre.

-Segundo cajón- al final no había mucha diferencia entre ellos. A pesar de que Baek fue un gran apoyo para el en su adolescencia, de un momento a otro comenzó a distanciarse y él muy ocupado en lograr sus sueños nunca trato de remendar sus lazos. 
YoonGi tomó lo que necesitaba y salió del departamento. Cuando estuvo al lado de Jimin, reviso su temperatura. Aún mantenía fiebre pero ya no tocaba su pecho y se quejaba de dolor, eso había sido extraño, por un momento había creído que Jimin era inmune a cualquier enfermedad humana, pero al parecer se equivoco, otra vez. Cometer errores se estaba haciendo una costumbre muy arraigada de su infancia.

Óleo [Yoonmin] ~ |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora