Mi cabeza dolía a montones, no me siento orgullosa por lo que paso, pero sin embargo hubiera deseado que fuera Alexander el que me hubiera ayudado, pero la maldita suerte no está de mi lado y en frente de mí en ese momento se encontraba Jackson, mí ex. Fue mi novio hace 2 años cuando estaba en 5to semestre de preparatoria, terminamos por el simple hecho de que está obsesionado conmigo. Me seguía a todos lados, me observaba a escondidas y a veces me observaba cuando me duchaba, lo sé, es muy intimidante tan solo escucharlo ¡Pero es verdad! Me alegro estar en mi habitación y no en una habitación manchada de sangre por todos lados y atada a una silla ¿Exagere?
-Valla por fin despiertas- Dijo Sccarlet entrando a mi habitación.
-Dime que Jackson fue solo un producto de mi imaginación- Dije cerrando los ojos esperando una respuesta de ella.
-Está abajo, quiere saber noticias sobre ti- Dijo mirándome de manera desaprobadora y solo tape mi rostro con la sábana.
-¡Oye! ¿Qué haces? No puedes subir- Dijo la voz de Alec se escuchaban pasos acercarse a mi habitación de manera rápida, abrieron la puerta e golpe y un Jackson exaltado entro por aquella puerta, Alec tenía una cara horrorizada al ver que había entrado Jackson a mi habitación a lo que pude entender que Sccarlet lo había amenazado.
-¡Mi amor! ¿Estás bien? Me asuste tanto verte ahí tirada-Dijo abrazándome, estaba haciendo lo posible para quitármelo de encima pero fue en vano.
-No jodas, ahora tendré que cambiarme de casa, de cuidad y hasta de escuela- Dije exaltada, logre apartarlo de mi lado- Jackson, no me gustas, no me gustaras nunca así que déjame de una buena vez en paz- Dije mirándolo seriamente.
-Hay se nota que no sabes nada- Dijo riendo y se puso una mano en su cadera tipo diva- Soy gay mi amor- Dijo riendo lo cual provoco que abriéramos los ojos como platos ¿Él era gay? ¡Gracias Dios! Ya no me suplicara más, sin darme cuenta tenía una sonrisa tan grande que salte de la cama celebrando, me alegraba tanto que me diera esa noticia, estaba haciendo mi paso de victoria y Sccarlet me imito. No sabía que toda mi felicidad se arruinaría al entrar mi mamá por la puerta.
-¡Oh! Hija ¿Ya te dijeron que estarás en Harrow School?- Dijo mi madre con una sonrisa y quede congelada en mi lugar, ¿Estaba escuchando bien?
-Es un chiste ¿Verdad?- Dije riendo, me estaban jugando una broma muy pesada.
-No es un chiste hija, a tú papá lo asignaron en un plantel que está del otro lado de la cuidad- Dijo sonriendo- Nos mudaremos mañana- Dijo dando brinquitos en su lugar. Mi madre siempre ha soñado en vivir del otro lado de la cuidad, ya que las casas están más grandes y modernas.
-¿Qué? ¿Ustedes lo sabían?- Dije mirando a mis amigos excluyendo a Jackson, ellos asintieron con la cabeza gacha- ¿Y por qué putas no me lo dijeron?- Grite molesta, y lo estaba, no quería mudarme, mi vida entera estaba en Belmot School, ahí estaba mi equipo, mi familia, mi vida entera.
-Ese vocabulario jovencita- Regaño mi madre, pero no podía pensar en otra cosa, ¡Dios me mudaría a un lugar completamente desconocido!- Prepara tus cosas-Dijo mi mamá y dicho esto salió de la habitación dejándome con mis ¨amigos¨.
-Abby, no- la interrumpí, no quería escuchar sus palabras, no ahora.
-No quiero escucharlos, no por ahora, si necesitan hablar algo conmigo ya saben dónde encontrarme, dudo que no sepan donde vivo ¿O me equivoco?-Dije mirándolos fijamente.
-Yo estorbo aquí- Dijo Jackson y después salió por la puerta dejándonos a los tres solos.
-No era nuestra intención- Habló, pero la volví a interrumpir.
-De la manera más amable posible, quiero que se vallan, ya saben en donde viviré- Dije apuntando la puerta, ellos salieron sin reclamar nada, cerré la puerta en cuanto estos salieron, quería estar sola en ese momento y, además, tenía muchas cosas que empacar. Saque las maletas del ático y las abrí, en la primera eche mis pantalones y shorts cortos, quedaba aún espacio así que eche mis faldas, al estarlas echando vi la falda de mi Instituto, era algo corta, tenía los colores azul y negro, la puse de nuevo en su lugar, no me la llevaría, no era necesario. Cerré la primera maleta y abrí la siguiente, en esta eche mis sudaderas, blusas y camisones.
11:36 de la noche, acababa de empacar mis cosas y estaba más que cansada, acomode mis cinco maletas en la puerta, sé que son muchas, pero mi madre me dijo que empacara todo, ya que los muebles irían aparte. Me acosté a dormir rogando por que no fuera mañana, no quería dejar mi Instituto de lado, pero a mi madre le daba emoción que por fin podrá cumplir su sueño.
*Al día siguiente*
Me levante a las 4 de la mañana porque el camión de mudanza había llegado y tenían que llevarse a mi hermosa y apreciada cama, ahora me encuentro en dirección a mi nueva casa. Mamá dijo que en la casa ya estaba mi nuevo uniforme, y al llegar subí corriendo las escaleras, pero había muchas puertas, me encontré con una que decía mi nombre en esta, así que supuse que era mi habitación, entre y en la puerta del que supongo que es un closet se encontraba mi uniforme colgado. Este consistía en una blusa de botones blanca un poco transparente, y la falda era casi igual a la de nosotros pero tenían los colores rojo y amarillo, había un moño negro que suponía que iba atado en el cuello, unas calcetas blancas y los zapatos negros, es como mi antiguo uniforme solo que de los colores rojo y amarillo.
-¿Y? ¿Qué tal?- Dijo mi mamá entrando con una gran sonrisa en el rostro, amaba verla así, me sentía mal al saber que yo no deseaba estar aquí compartiendo su felicidad.
-Es casi igual a mi antiguo uniforme, así que no es nada nuevo- Dije colgando de nuevo el uniforme, fingía un poco de emoción pero en realidad no tenía emoción, pero quería que sintiera que me sentía al menos feliz.
-Bien, iré a ayudar a tu papá a bajar las cosas, tus útiles están abajo junto a tu horario de clases- Dijo saliendo un poco deprimida y fue mi culpa que se sintiera así, no quería que por mi culpa estuviera así, pero no todo dura para siempre, quisiera decirle que lo siento pero no me siento cómoda aquí, por la puerta mi madre se volvió a asomar y está vez con una sonrisa- Y tu horario de entrenamiento de fútbol. Dijo guiñándome un ojo.
-¿Es enserio?-Dije sonriendo y mi mamá sonrió y desapareció por completo, me sentía feliz al saber esa noticia, sé que se esforzó para verme feliz y lo logró, dentro de de dos días entrare a mi nuevo Instituto ¿Qué podría salir mal?
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Unidos por el deporte #1 #Wattys2020
Roman d'amourUn intercambio que le cambia la vida a cualquiera. Abigail Johnson, una chica de intercambio, testaruda, terca, pero tiene su lado amable, simpático y expresivo, es muy fría y demaciado sarcástica, si hablamos de peleas a ella no le gusta particip...