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-No importa, me gusto.-susurre muy bajo, no sé si me alcanzo a escuchar.
-Escuche bien.-miro mis ojos.- o sea que no pasa nada si te intento besar ahora mismo
-No se, tendrías que averiguarlo.

"Tus labios tan cerca a mi que me quema, este deseo que ya nadie lo frena".

______ Blossom:
Mario se acercó a mi para besarme, sus labios eran tan antojables que no tienen descripción gráfica ni verbal para poder describirlo.

Sus labios se movían lento al igual que sus manos en mi cuerpo la cual acariciaba y rozaba, yo no podía quedarme quieta y comencé a dar pequeños masajes en su cabello, ya que este lo tiene largo.
Mario agarro la parte baja de mis glúteos para que me pusiera en sus piernas obviamente cada una de mis piernas a lado de las suyas y no nos torciéramos de alguna manera.

-No sabes cuanto estaba esperando porque esto pasara.-Mario susurro en el beso.

Mordíamos, lamíamos, saboreábamos nuestros labios disfrutando el momento. Mario tomó mis glúteos y los apretó haciéndome sacar pequeños suspiros, después los agarro y lo movía para que pudiera sentir satisfacción también él en su miembro. La cual lo ayude.

Comenzaba a moverme de adelante hacia atrás haciendo que esté se tensara acelerando su respiración y entrecortandola, además que podía percibir que le costaba pasar la saliva, comenzaba a excitares, apretaba mis glúteos a la vez mordiendo mis labios. Solo lo disfrutaba.

-No muerdas tus labios reteniendo tus gemidos.-susurre en su oído aún moviéndome.- hazlo

Mario jadeó

-Se siente tan bien.-habló ronco
-Tócame.-susurre

Mario no pensó dos veces y así lo hizo, puso sus manos en mi cintura—se me erizó la piel— y acariciaba.

-Esperare a que estés dispuesta...-no término de hablar porque lo interrumpí
-Hazme tuya.-le sonreí

Mario me devolvió la sonrisa y me cargó recostándome en el sillón.

-Comencemos entonces.

Me quito el vestido poco a poco y después la tiro, se acercó para besarme y mientras lo hacía poso sus manos en mi espalda desabrochando de mi sujetador—la cual fue rápido—
Mario me acaricio mis pechos solamente y después bajo a mis bragas quitándomelas.
En seguida bajo a mi feminidad probando y lamiendo de este.
Agarraba su cabeza junto con su cabello apretándolo en forma de placer. Mario a veces me veía para disfrutar de los gestos que hacía. Se detuvo y me beso haciendo que probara de mi misma.

-Házmelo.-susurre en sus labios

En seguida se quito su camisa dejando ver su perfecto abdomen después desabrochó su cinturón y con este me amarró las manos, no sé cómo pero quedó fuerte y firme, cuando acabó bajo sus manos tocando todo mi cuerpo. Desabrocho su pantalón y sus bóxers y se deshizo de ellos.

Me abrió las piernas de una forma gentil y se introdujo en mi.
Embestía lento pero fuerte, besaba mi cuello y lamía dejando marcas. De ninguna manera me aplastaba todo su peso estaba en sus brazos, me encantaba la forma en que me veía, tenía sus ojos negros llenos de lujuria, y sus gestos, tenía la boca entreabierta y a veces cerraba los ojos.

No duramos mucho tiempo así ya que Mario me cargo de nuevo y se sentó, a lo mejor se había cansado, pero ahora era mi turno de hacer que él disfrutara.
Me volteé de una manera en que mi espalda quedara en su cara, comenzaba a moverme en círculos, de adelante hacia atrás o a veces saltaba. Solo escuchaba a Mario sacar pequeños jadeos, me agarraba de la cintura a veces queriendo tomar el control, acariciaba mis senos o me agarraba del cabello tirando de este.

Mario sabía que estaba a punto de correrse y decidió voltearme.

-De ahora en adelante solo eres mía.-sus labios estaban rosados hinchados. Después de poco tiempo llego al orgasmo echando su cabeza hacia atrás, me beso con ternura.- Tu turno linda.

Mario me cargo sorprendiéndome y me reí un poco agarrandome fuerte de él.
Llegamos a su cuarto y me recostó levemente.

-Aquí es más cómodo.-rió

Me beso nuevamente después me miró.

-No quiero que en ningún momento cierres los ojos, quiero que me veas.- me acaricio la mejilla y me sonrío. Yo sentí

El introdujo sus dedos en mi sorprendiéndome, con su dedo pulgar hacia una exploración acariciando mi clitoris—Dios, este hombre sabía como darme placer—
Comenzaba lento y después rápido al igual que los masajes.
Yo me retorcía abriendo mi boca de la satisfacción.
Mario disfrutaba verme sufrir de excitación. Cada vez se movía más rápido y más rápido haciéndome que quisiera cerrar los ojos y disfrutarlo mejor, pero no podía. Mis gemidos aumentaban, no de una manera desesperada pero se me salían.
Hasta que llegue al orgasmo, Mario sacó su dedos y se los lamió haciendo que también los lamiera yo.

-Eres perfecta y hermosa en todos los sentidos.-Mario me beso en la frente.
-Te amo.-me puse roja al decirlo, tal vez lo dije sin pensar pero creo que es la verdad.

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Maricaaa, cogieron maricaa, espero les gusteeee voten y comenten mucho a la vergaaa. 💖

Mi cama y yo »mb«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora