El Rubí-X: textos libres de MaiKy

01. Crepúsculo fugaz

Poco tiempo pasa luego de observar el alba para verte a ti como sinónimo del mismo. Tienes un cuerpo acendrado, aunque sobran quienes se cuelgan de la soga de la valentía para decir que eres el antónimo de lo inmaculado; de esta manera no caen en el vacío de alguien que es capaz de odiar quienes hacen sátira de tu persona. Como nefelibato adorador de la elocuencia que me deleita al oír tu voz tan meliflua, hago alarde a aquel amanecer que mis ojos perciben con nitidez. El olvido se encarga de que mi mente haga como la bola de boliche hace con los pinos con mis recuerdos: derribarlos, y la capacidad de memorizar se reduce mágicamente hasta dar cabida a una sola persona: tú, inmarcesible rosa que provoca en mi vista la iridiscencia deseada.

No hay nada que desvanezca la ataraxia de mi tez, pues mi bonhomía es más fuerte que la adversidad de quien no desea que viva, gente tan superflua como las redundancias. Mi limerencia hace que me vuelva casi un sonámbulo empedernido, pero provoca en mi alma, llena de vendas que cubren las heridas de mi ser, tu presencia aun sin la solidez de tu exterior que comprueba la misma. Soy capaz de sentirte sin contacto físico alguno entre ambos, soy capaz de escucharte sin ningún intercambio de palabras, soy capaz de oler tu aroma sin la cercanía de tu piel, y también soy capaz de verte solamente mencionando tu nombre en mi materia gris.

Como gotas celestes, caen también lágrimas al despertar de tan linda quimera luego de tanto tiempo viendo la semejanza de ti, pues eres como el crepúsculo: algo bello y que da apertura a veinticuatro horas nuevas, donde el embeleso puede encargarse de ponerme feliz con nada más saber que existe algo por lo que vale la pena vivir. Aquella fantasía fue fugaz, pero así también será la espera para volver a recibir tus abstractas caricias en mi imaginación otra vez.