❤Extra Kookmin

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Jungkook estaba nervioso incluso si aquella no era su primera cita con Jimin. Cuándo despertó tan temprano en la mañana, aquella opresión en su pecho era apenas perceptible para él. Pero, con el pasar de las horas, la opresión en su pecho se convirtió en un pesado nudo dentro de su garganta que trajo consigo unas inmensas ganas de llorar.

No tenía ni la más mínima idea de porqué se sentía de aquella forma tan horrible. No era que no quisiese salir con Jimin aquel día, es decir; Jungkook había anhelado por un largo tiempo poder sostener la mano de Park sin miedo, que ahora resultaba simplemente absurdo no querer estar junto a él ahora que poseía oportunidades.

No sabía lo que le sucedía, y no podía pedir ayuda a alguien más porque tampoco sabía cómo explicarse. No podía, y tampoco podía encontrar una solución, así que simplemente ignoró esa opresión durante largas horas hasta que el tiempo de su cita con Jimin estuvo prácticamente bajo su nariz.

De camino al punto de encuentro, sintiendo el frío viento golpear de lleno la piel de su rostro, no pudo sentirse mejor; el pecho comenzó a latir fuerte contra su pecho como si hubiera participado en una maratón y si hubiera realizado una cantidad exuberante de ejercicio. Sus ojos ardieron más debido a las lágrimas contenidas y se le hizo díficil el respirar con tranquilidad.

Suspiró cuándo, luego de esperar unos minutos en el punto de encuentro, alguien cubrió sus ojos desde atrás. No le fue díficil reconocer las pequeñas y cálidas manitos de Jimin. Aquellas que había sujetado más de mil veces en sus sueños y que planeaba sostener otros mil en la realidad. La tibia respiración cerca de su oído le hizo cosquillas, provocando que aquella opresión en su pecho fuera olvidada rápidamente para ser reemplazada por una sonrisa que mostró a la nada sus dientes de conejo.

— ¿Quién soy~? —canturreó Jimin cerca de su oído. Ciertamente, estaba de puntitas para poder alcanzarle y hacer aquello sin problemas.

—Minnie, sé que eres tú. —dijo entre risas, tomando las manos de Jimin entre las suyas para alejarlas de sus ojos y poder girar para verle directamente.

El lugar para encontrarse había sido fuera de un parque de diversiones. Bajo un árbol de cuyas ramas colgaban cálidas luces que permitían ver por el lugar por el cuál se caminaba y qué, en aquel momento, sólo hacían más radiante la sonrisa que Jimin le regaló en cuánto sus ojos se encontraron.

Aquellas luces, además, acariciaban con suavidad la piel ligeramente bronceada de Jimin y hacían más brillantes sus pomposos labios causando que éstos se volvieran más hipnotizantes para Jungkook. Su rostro, al igual que un imán, fue acercándose al de Jimin con lentitud para dejar un corto beso en ellos que hizo un ruido de chasquido audible para cualquiera que pasaba por su lado, pero el hecho de llamar la atención ni siquiera les preocupó.

— ¿Estás listo? —preguntó Park una vez se separaron, señalando la entrada del lugar. Jungkook asintió sin la menor vacilación, agrandando la sonrisa de Jimin causando que sus ojitos fueran escondidos tras sus mejillas—. Vamos, entonces.

Ambos se encaminaron hasta el interior del parque, y su mano junto a la de Jimin se sujetaron con tanta naturalidad en el camino que fue imposible que Jungkook se sintiera más afortunado de tener a alguien cómo Park a su lado.

Ver el rostro emocionado de Jimin con cada atracción del lugar le causó gracia haciéndole reír. Jimin, por su parte, se avergonzó y su rostro se pintó en rojo al escuchar las carcajadas de su novio sobre la música del lugar. ¿Pero que podía hacer? Era su primera vez en aquel lugar, estaba igual de emocionado que un pequeño niño dentro de una dulcería preguntándose si su madre podría regalarle todas aquellas golosinas si se lo pedía.

❝ There for you. ❞ ☁ [Español] ☁ Hopega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora