Por un momento tuve miedo de que ella saliera lastimada por mi culpa. Quise ir a defenderla pero nuevamente, mi cuerpo no quería moverse. Sin embargo cuando creí que ella saldría herida, pude ver que rápidamente tomaba impulso y dirigía una patada a uno de los atacantes
Ella peleó con los tres y cuando estaban en el suelo, tomó un fierro que había tirado por ahí y se acercó amenazante a los tres chicos que estaban tirados
Estos últimos, corrieron asustados
- ¡Aish! Ya me estaba divirtiendo- hizo un mohín, soltó el pedazo de metal
La miré curioso y ella dirigió su mirada a mi después de sacudir el polvo que había en su falda
- ¿Te encuentras bien?- preguntó
- S-Sí, gracias por ayudarme- contesté nervioso
- No hay de que, pero... ¿como te metiste en ese problema?- diablos
- Bueno... choque por accidente con ellos y tiré sus cosas- mentí
- Es fácil que te metas en problemas eh- dijo haciendo mención de lo sucedido en la mañana
- Perdón por esas miradas en la mañana, pero es que me quede en shock, me pasa varias veces- dije
Pensé que se iría o que diría algo más pero no lo hizo
- Disculpa, ¿Puedo saber tu nombre?- dije nervioso
- ¿Mm? ¿Qué?- contestó un poco distraída- ah mi nombre, claro, soy TN
- Mucho gusto TN, mi nombre es Jungkook, ¿hay alguna manera en que pueda devolverte el que me hayas ayudado?
Dijo algo entre dientes y no logré escucharlo- No hay problema, déjalo así
- Debe haber algo que quieras- sonreí con amabilidad
- Conejo- dijo de la nada
- ¿Perdón?- esa palabra me confundió
- Pareces un conejito, es curioso, pero bueno Jungkook, si de verdad quieres devolverme el "favor"- hizo comillas con los dedos- puedes no decir que yo golpeé a esos chicos, con eso ayudarías bastante
- Esta bien TN- dije y sentí como mis mejillas se tornaban rojas ante el apodo que mencionó
- Y... Ten más cuidado con las personas, este colegio no es tan blando ¿okey?
- Si, gracias TN- agradecí sinceramente
Ella se marchó y yo hice lo mismo pero me sentía mal así que avisé en la oficina del director y me marché
Todo el camino estuve escuchando las voces hablarme, insultarme y decirme que soy un cobarde, en especial esa voz
‹‹Una mujer tuvo que defenderte, eres patético ››
Cerré los ojos y respiré calmadamente, no debo dejar que esa voz me afecte, si lo hago solo empeoraré y perderé el control de nuevo
Llegué a mi edificio y subí rápidamente a mi piso, posteriormente abrí la puerta de mi departamento y entré. Aventé mis cosas a unas esquina cerca de la puerta de entrada y me senté en el sofá
‹‹Cobarde, enfrenta tus problemas como hombrecito, vamos, déjame tomar el control, te hará sentir bien››
- ¡Déjame de una maldita vez! ¡Odio tener que seguir escuchándote a ti y a los demás en mi cabeza todo el maldito día!- grité eufórico
‹‹No puedes escapar de mi Jeon››
-¡Que te calles he dicho!
Empecé a golpear mi frente y no podía parar, nuevamente, este no soy yo
- ¡No quiero, aléjate! ¡Por tu maldita culpa sufrí mucho tiempo, me alejé de mis padres y me trataron como basura!
Empecé a aventar cosas, las rompía, las destruía
- ¡Deja mi cuerpo tranquilo!
Caí al suelo agotado, mi respiración estaba acelerada y me costaba trabajo dejar de temblar, sentía que todo se venía abajo sobre mi, nuevamente, no pude controlarlo y termine perdiendo el control de mi cuerpo
‹‹Eres un inútil››
‹‹No sirves››
‹‹Haré que te destruyas lentamente cobarde››
- Dejenme, ya cállense, no las soporto- dije con mis manos sobre mis ojos.- basta, me alejaron de mis padres cuando era pequeño, estuve en un maldito hospital por culpa de todas ustedes, no son reales
‹‹No me iré, te lo he dicho, te destruiré››
- Dejenme tranquilo, solo... cállense- empecé a llorar
Podía sentir como las lágrimas corrían por mis mejillas, las voces seguían ahí, como siempre. Se burlaban de mi, siempre había sido así. Todos me tomaban como la burla
Esta vez solo quería desaparecer, quería dormir y no despertar jamás, quería que algo terminara con mi maldita existencia. Sería una buena vida, si tan solo no tuviera que estar con voces susurrando cosas desagradables hacia mi persona, si tan solo yo fuera como los demás, odiaba que cada día al despertar ellas siguieran en mi cabeza. Yo tenía en claro que no eran reales, sin embargo, no podía controlarlas o simplemente ignorarlas, quería salir de esto, seguir adelante, pero ¿cómo llevar una vida normal si yo estoy enfermo de la cabeza? Simplemente no podía hallar una manera de hacerlo, quería olvidar todo, quería empezar desde cero, quería que se me diese otra oportunidad para tener una vida tranquila, sin problemas mentales
Esto era una gran tortura para mi, no quería seguir viviendo este tipo de vida
A penas y lograba mantenerme, no podía costear las pastillas que se me recetaron para evitar perder la cordura, pero pensé que lograría controlarla sin necesidad de una pastillas costosas. Sabía que si yo le pedía dinero a mis padres me lo darían pero no quería hacer eso, yo quería demostrar que podría hacerlo solo, no quería seguir dependiendo de las decisiones de mis padres, por eso decidí mudarme. Tal vez no era la ciudad más segura pero era la más apartada ya que por la misma razón de los numerosos homicidios, nadie quería vivir aquí
Sin embargo a mi me daba igual si un día tenía que morir a manos de un asesino serial, prefería eso antes que seguir escuchando las horribles voces en mi mente
Me limpie el rostro, ya que aún tenía las marcas que delataban que había llorado. Me levanté del suelo y más decidido, intente no prestar atención a las voces ajenas, preparé una comida sencilla y me senté para poder alimentar mi hambre voraz
Terminé antes de lo esperado y me dispuse a pensar en otra cosa, específicamente en el día de hoy, el que se suponía debía ser mi primer día de clases
Pero especialmente mis pensamientos se dirigieron a esa extraña chica, parecía tan ajena a todo lo demás, como si no le importara las opiniones ajenas
Realmente admiraba a esa chica, no cualquiera puede hacer algo como lo que hizo ella
«Es especial» pensé
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
