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Narra TN

Pasaron tres días desde el incidente  con ese chico, era hora de vengarnos. Esta tarde Kookie había ido a su departamento, por lo que podría estar tranquila al deshacerme del chico. Guardé mis cosas en una mochila y me coloqué mi capucha negra, bajé por escaleras de mantenimiento y llegué a la salida trasera del edificio. Caminé a través de los callejones más oscuros

- Ocho, ten cuidado, veo muchos policías en la zona- Dos habló, por fin, aunque no iba a ser por mucho, solo lo hacía por la venganza que teníamos planeada

- Lo sé, por eso intento irme por los callejones- le respondí 

- ¿Están seguras que es buena idea atacarlo en su departamento?- preguntó con verdadera duda Cinco

- Sí, será entretenido saber cuántas horas tardaron en encontrar el cuerpo- Tres rió con cinismo

Aunque no lo quería admitir, la idea de Tres era muy peligrosa pero sería muy entretenida. Las demás me dejaron este trabajo de infiltrarme por la sola razón de que soy más ágil que las demás, conocíamos donde vivía por todas las veces en que lo publicó en sus redes sociales, algo demasiado estúpido, a mi parecer. Caminé unas calles más, la zona era muy poco transitada, más a nuestro favor

Las puertas estaban cerradas pero eso no me impidió poder entrar por una ventana, era algo estrecha pero cabía a la perfección. Decidí que sería una buena idea jugar un poco con él. Sonreí ladina antes de comenzar a tapar mi rostro con una especie de mascarilla de enfermera. Solo que ésta era de color negro. Desconecté y corté cada cable de teléfono para que no intentara algo estúpido. Además, tomé su celular, el cual estaba entre los cojines de un sillón

Me acerqué a la puerta de su habitación, el chico estaba completamente dormido. Saqué la pequeña caja musical y le di cuerda antes de dejarla en la mesa de la sala de estar. Me oculté dentro de un clóset lo suficientemente grande y con mucha ropa para poder pasar desapercibida. Lancé una pelota de ping pong hacia la puerta con fuerza. El chico se despertó por el ruido, escuché sus pasos y pude ver, por una rendija del mueble, como tomaba la caja de música con confusión, miró a su alrededor y tomó el teléfono de casa

Intentó marcar pero una maldición de su parte me indicó que había notado que no había línea, buscó en sus bolsillos su celular, pero no lo encontró, el pánico se pintó en su rostro. Sonreí ladina

- Se está volteando, en cuanto se agache, podrás atacarlo, debes poner rápido la cuerda en su boca, tiene más fuerza que nosotras pero Once sabrá cómo noquearlo- volvió a hablar Dos

Esperé tal y como Dos había dicho. El chico se agachó mientras ocultaba su rostro entre sus brazos. Abrí la puerta del armario con cuidado, él estaba de espaldas a mí. Con la soga en las manos me acerqué con pasos silenciosos. Sonreí antes de colocar la soga en el cuello del chico, él se sorprendió ante mi movimiento, intentó liberarse de mi agarre pero yo lo estaba dejando sin oxígeno

- B...Bas...ta- apenas podía hablar

Reí una vez más, lo dejé así un poco más, hasta que cayó inconsciente. Me aseguré de que seguía vivo antes de amarrar sus manos y piernas con otras soga. No pensaba moverlo, era demasiado peso para mí, tan solo lo dejé sobre su costado izquierdo, puse cinta y soga en su boca, saqué mis preciados juguetes de tortura y los dejé sobre el suelo, empecé a elegir con el que empezaría

Antes de cualquier otro movimiento, me aseguré de que todas las persianas ¿, puertas y ventanas estuvieran completamente cerradas. Coloqué música para no levantar sospechas y hacerles creer a los vecinos que estaba todo en orden. Once comenzaba a ayudarme al igual que Doce porque estábamos tratando con armas blancas. El chico tardó unos minutos en despertar, yo estaba hincada y sentada casi en mis tobillos para verlo

- Buenos días- hablé con ironía

Él intentó hablar pero obviamente no logró nada. Ladeé mi cabeza y decidí bajar la mascarilla para que pudiera verme sonreír ante su sufrimiento. Los ojos del contrario se ampliaron antes de mostrarse enojado por un momento, finalmente el pánico inundó su mirada

- Sé que me has reconocido, ahora sabes quién estuvo detrás de todos los homicidios de la ciudad, es una lástima que no puedas decir nada- reí a carcajadas, mis risas eran amortiguadas por la música de fondo- Espero hayas aprendido la lección, no volverás a molestar a nadie más, principalmente porque hasta aquí ha llegado tu vida

Los ojos del chico se cristalizaron

- Oh, no, no, no, deja de llorar, yo no quiero que llores- fingí compasión- Odio que la gente llore, no me hace sentir satisfecha con mi trabajo, ya sé, te daré un regalo

Giré un poco y tomé una navaja, se la enseñé a él, quien comenzó a moverse, como si de verdad pudiera escaparse

- Desperdicias tu energía, no te irás si yo no quiero que te vayas. Nos estamos divirtiendo- sonreí- Te pensaba regalar a mi favorita, pero veo que tienes las manos ocupadas- me llevé una mano a la barbilla con gesto pensativo- ¡Lo tengo!

Enterré la navaja en su pierna derecha, se escuchó un quejido amortiguado, la sangre rápidamente manchó la ropa del chico

- Oh, y tendrás que soportarlo, esto apenas comienza. ¿Te gustaría decir algo?- el chico asintió con las lágrimas corriendo por sus mejillas, su frente sudada, estaba completamente aterrado- Debes saber que si intentas gritar, no servirá de nada, soy muy cuidadosa al hacer mi trabajo. Un movimiento en falso y dejaré que te desangres aquí mismo

Bajé las cuerdas pero dejé un cuchillo apuntando a su garganta

- ¿P-Por q-qué y-yo?- tartamudeó por el miedo

- Oh, eso es sencillo, te metiste con la persona que amo, solo por tu estúpido orgullo de hombre, esto mereces. Nadie toca lo que amo- hablé de la forma más fría posible

- J-Joder, l-lo l-lamento- sollozó 

- Tus disculpas no sirven de nada, mi conejito se lastimó los nudillos al golpear tu horrenda y asquerosa cara

Subí las sogas de nuevo, era momento de jugar

No tengo nada que decir más que: ¡SUPUTAMADRE JEON! AMÉ LA CANCIÓN ;-;

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No tengo nada que decir más que: ¡SUPUTAMADRE JEON! AMÉ LA CANCIÓN ;-;

Perdón, me alteré, bueno, me despido, las amoooooo y bye bye~

Elijo estar a tu lado  (JUNGKOOK&TU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora