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Narrador omnisciente

Era na noche oscura, las calles eran iluminadas por farolas, sin embrago, había muchas que no servían en ese lado de la ciudad, era una zona repleta de bares, uno de ellos con bailarinas para entretener a los mayores. Adultos entraban y salían cada minuto de la noche, guardias de seguridad a cada lado de la puerta. Dentro del lugar había música a todo volumen, chicas jóvenes siendo el centro de atención de aquellos hombres

Era un bar de mala muerte, lugar donde las niñas sin oportunidades de estudiar y sobresalir, iban a parar. La policía no sabía de la existencia de tal lugar, una chica en particular se encontraba en una situación complicada puesto que uno de los clientes del lugar se había aprovechado de la necesidad de aquella joven, condenándola a tener un niño en el vientre, siendo eso una violación a las reglas del lugar

La chica lloró noche tras noche, sabía que sería despedida, no culpaba al bebé, no culpaba al agresor, no  buscaba un culpable, solo buscaba una solución para mantener a aquella inocente criatura que crecía en su vientre. Armándose de valor, habló con el dueño del lugar, el gran y temido jefe. Explicó la situación por completo, rogando que no la echara del lugar, ya que, a pesar de ser un trabajo del que no se sentía orgullosa, necesitaba el dinero

El jefe decidió  darle una oportunidad más, teniendo en mente ocupar a esa criatura con otros fines una vez que hubiere nacido. La chica desconocía las segundas intenciones del dueño. Confió ciegamente por la dicha de poder tener los recursos para mantener a su futuro hijo

Sus compañeras estaban felices por ella, hacía años que se conocían y realmente habían hecho amistades ahí. La ayudaron en todo momento durante su embarazo, la chica no podía estar más feliz. La llegada de ese bebé la hizo tener nuevas metas, lo primero sería ahorrar lo suficiente para salir de ese lugar, buscaría un empleo digno y le daría una buena vida a su hijo

Se esforzó cada día, incluso si no podía cumplir con su empleo natural, ayudaba en la barra de bebidas y a limpiar el lugar para seguir ganando su salario. Pasaron así sus ocho meses y medio de embarazo. Cuando fue la hora, sus amigas la llevaron al hospital, siendo atendida de inmediato. Fueron varias horas de labor de parto, pero lo logró, nació una bella bebé. A la nueva y agotada madre se le llenaron sus ojos de lágrimas cuando  vio el rostro de su bebé, decidió  el nombre para la pequeña junto con sus compañeras

Lo que jamás consideró fue la cuenta de hospital, gastándose así, la mitad de su dinero ahorrado. Sin embargo, no se dio por vencida, tendría que trabajar el doble pero eso no le importaba, todo eso haría por su pequeña hija. Siendo apoyada por sus compañeras, mantuvo a la bebé a salvo

Disfrutó cada día a su lado, cuando gateó por primera vez, sus primeros balbuceos, sus primeros pasos, sus primeras palabras. Amaba a su hija más que a nada en ese mundo, esa bebé le había hecho tener un plan a futuro, le había devuelto las fuerzas para luchar por salir adelante. Sería difícil pero lo lograría

La pequeña poco a poco comenzó a tener conciencia de lo que sucedía a su alrededor, sin embrago, su mamá la protegía de cualquier daño que amenazara la salud de su niña. Ocultándola de los asquerosos hombres que quisieran terminar con la inocencia de su pequeña. Cada noche, le pedía a la pequeña quedarse detrás de un contenedor de basura. La madre sabía que nadie se acercaría a ese lado del bar. Tenía que recurrir a ese tipo de soluciones porque ella no podía cuidarla durante la noche hasta haber terminado su rutina diurna

La pequeña niña obedecía a su madre al pie de la letra, esperando hasta oír su dulce voz avisándole que podía salir. Sus tías la amaban con la misma intensidad que su madre puesto que la habían visto crecer. Procuraban vigilar cada noche el lugar donde la niña esperaba a su madre pacientemente. Si podía, le llevaban comida y a veces algo con qué entretenerse

Las cosas marchaban muy bien, la joven madre había logrado reunir una gran cantidad para poder salir de ese lugar con su pequeña, en busca de una vida mejor. Incluso  ya había  buscado empleo en un pequeño restaurante. La joven estaba ansiosa por decírselo a su hija, pero quería que fuese una sorpresa puesto que el cumpleaños de su bebé se acercaba

Ese día, se dirigió a la oficia de su jefe, habló con el y le agradeció por todo el tiempo que le ayudó económicamente. Sin embargo, en cuanto la chica mencionó que se iría, el hombre se puso como loco, le gritó y amenazó con que no la dejaría ir tan fácilmente

La chicas comenzó a temer, pero no por su vida o integridad, sino por la de su pequeña niña. El jefe le dijo que no aceptaba su renuncia y la obligó a quedarse. Pasaron unos días, la chica ideaba formas de salir de ahí con su hija, o de al menos sacarla a ella del lugar. Sus compañeras la ayudaron cuando fue el momento, sin embrago, todo se complicó

De alguna manera, el jefe se había enterado de su huida y le hizo creer que saldría a salvo. Para este punto, el hombre sabía perfectamente dónde se escondía la pequeña niña. La engañó con una grabación de la voz de su madre llamándola. La hizo entrar y entonces la secuestró

La joven madre se enteró de esto y con determinación se dirigió a enfrentar al cruel hombre. Golpeó con fuerza la puerta de la oficina, haciendo al jefe sonreír con malicia, les indicó a os guardias que se encargaran de ella

La pequeña quedó en manos de aquel despiadado señor, teniendo que cumplir con el "deber" de su madre. La niña fue abusada y obligada a trabajar cuando tenía tan solo diez años. Sus tías intentaban detenerlo, ayudarla a huir, pero siempre fallaban y ellas recibían su castigo. La situación se repetía una y otra vez, hasta que un día, la policía llegó al bar. Por fin, después de muchos años, la niña logró escapar con ayuda de su tía JiEun. Pero ella se quedó "sola", su tía no pudo escapar con ella

La pequeña niña terminó en un orfanato, tenía un techo donde vivir pero claramente eso  o la ponía feliz, había pasado tantas cosas, cosas horribles que no se olvidarían fácilmente, recuerdos que dejarían una cicatriz de por vida. Provocando incluso un trauma tan fuerte que adquirió un trastorno peculiar, trastorno de personalidad múltiple

La niña jamás olvidó a su madre y lloró noche tras noche al recordarla, jamás supo lo que le sucedió a su hermosa madre. Sin embrago, no estaba sola. Ahora tenía una nueva amiga en su mente

Y poco a poco, más amigas se fueron presentando en su interior, diciendo que la protegerían de cualquier daño, justo como su madre prometió

Y poco a poco, más amigas se fueron presentando en su interior, diciendo que la protegerían de cualquier daño, justo como su madre prometió

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Dejaré esto aquí y me iré lentamente, pero antes, ¿alguna otra petición?

Y, si alguien me pidió un saludo y lo olvidé, por favor díganmelo en los comentarios y me aseguraré de que en el siguiente capítulo los salude 

Las amooo y bye bye~

Elijo estar a tu lado  (JUNGKOOK&TU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora