La Aburrida Vida De Un Adolescente

Preguntas Con Respuestas

Al terminar el trabajo practico de Cívica fueron a la sala, se sentaron en el sofá, Alexander queda sorprendido por el orden que había en esa casa, todo en su lugar y limpio.

Alexander no era un tipo muy ordenado... Su familia no estaba en una muy buena posición económica, tenía 3 hermanos, Caleb, Victor y Diego, este último con 23 años, ayudaba en el negocio de la familia, una verduleria mientras estaba estudiando para ser veterinario.
Los otros dos estaban en primaria, uno en 5to grado y el otro en 6to, los dos tenían buenas notas en el colegio, estaban en el top 5 de los mejores promedios.
El padre, Peter y la madre, Vicky, se turnaban para trabajar en la verduleria, la cual en esos momentos no era muy concurrida.
Alexander termina de asimilar todo el orden y limpieza que había en la sala de Franco.

Alexander pregunta:
-¿Tienes algo para comer?-se empieza a sobar la panza-.

-Para vos no tengo nada.

-Muérete.

Franco se ríe, se levanta del sillón y se va de la sala.

Pasaron 5 minutos y Franco no vuelve, Alexander cansado de mirar para todos lados se levanta y empieza a curosiar, ve una pelota pequeña, esas las que rebotan. Empieza a jugar con ella y en un momento se le va de las manos y rueda por el suelo... Entra debajo de un mueble.

Alexander rápidamente se acuesta en el piso y observa, busca la pelota... Para su sorpresa ve una revista, la saca y queda sorprendido.

-Wow, quien lo diría... Es una porno.

La tira en el sillón y vuelve en busca de la pelota, la encuentra y la deja en su lugar, ya no le da importancia, ahora piensa en una forma de como afrontar la situación, nunca había visto una revista porno, él sólo veía videos.

Se escucha un sonido de pasos viniendo a la sala...

-Mierda... -se empieza a morder las uñas-.

Se sienta rápidamente en el sillón, encima de la revista. Con miedo de que decirle, Alexander juega con sus manos, se había puesto nervioso.

-Ten perdedor -le trajo una bandeja, en la cual había un café y un emparedado de queso-.

-Gracias -pone la bandeja en la mesita que estaba delante del sofá-, así que por esto tardaste demasiado.

-Y si, no iba a dejar a mi invitado con hambre -se sienta al lado de él y enciende la televisión-, ¿Por qué no la encendiste antes?

-No soy de mirar mucho, y me aburre los programas de chismes, solo la veo cuando estoy comiendo para ver las noticias.

-¿No miras Fox? -va cambiando el canal mientras habla-.

-De vez en cuando, solo veo los Simpsons, Futurama y algunas películas de ahí.

-Entonces si miras, tarado... Voy a poner Cartoon Network, ¿Te molesta?

-No, para nada, lo veo cuando estoy aburrido...

-¡Oh! ¡Está dando Dragon Ball Z! -sube el volumen-.

Alexander en silencio come el emparedado y toma su café, seguía pensando en qué iba hacer.

-¿Que hora son? -pregunta Alexander-.

-Se dice "que hora es" no "que hora son" serás idiota Jajajaja

-Bueno... Cualquiera se confunde ¿Que hora es? ¿Así esta mejor?

-Las 17:52

-Uh, ya va siendo hora de que me vaya...

-Oh dale, dime cuando quieras y te abro la puerta.

-Bueno...

-¿Que pasa, no te gusta mi casa?

-Para nada bobo, tu casa es genial... Quisiera tener una así, pero mi familia no es tan rica como la tuya.

-Mira el lado bueno, al menos tu familia está contigo en casa. Yo no tengo hermanos y mis papás están fuera de casa siempre, solo me quedo con Rosa, y con ella no se puede hablar mucho -se levanta y se va de la sala-.

-Será mejor que lo deje donde estaba, que pensaba al sacarlo, por qué le tenía que decir algo en primer lugar -murmullaba solo-.

Se levanta con la revista en la mano y desliza la revista debajo del mueble, rápidamente se dirige al sofá cuando de repente.

-¿Era la porno? -pregunta Franco con una sonrisa picarona-.

-Emmm -no sabe que decir, su corazón late más fuerte que nunca, le corre un frío por la espalda-.

-¿Como la encontraste? -sigue sonriendo-.

-Se me había caído tu pelotita y bueno...

-Serás idiota.

-Tranquilo no se lo diré a nadie...

-Y obvio que no se lo dirás a nadie.

-Si...

-De esta casa no saldrás vivo -rápidamente se dirige a Alexander y le da un golpe con mucha fuerza en el estómago-.

-Hi-hijo... de tu -no puede hablar más, no podía respirar, se arrodilla-.

-Es lo que te ganas por husmear en casas ajenas -pone una sonrisa malévola, casi como si de un villano de un anime se tratase-.

Alexander tarda 30 segundos en recuperarse y se para, pone cara de enojado pero inmediatamente ve los ojos de Franco se ríe y dice:

-¿Quien lo hace con revistas en estos días? Jajajajaja.

Franco se pone rojo y y grita:

-¡Cállate! -le pega otra vez, en el mismo sitio-.

-Se-ra-as -se arrodilla nuevamente pero esta vez golpea el piso para olvidar el dolor- ¡Aaah! ¡No me duele! ¡Pendejo!- se pone de pie y aleja de Franco-.

-¿Que esperas? ¡VEN! -toma una postura parecida a la de bruce lee-.

-¿Que haces? Que vergüenza... Ya para- Franco hace gestos de que la pelea ya terminó-, dale comportate como un chico de tu edad.

-Cobaaarde- muestra el dedo del medio-.

-Ese dedito mételo ya sabes donde.

-Jajajaaja que sucio- se pone de pie-, no sabia que te gustaban esas cosas... Franco

-Claro, tu no ves nada de eso- dice con sarcasmo-.

-¡Obvio que veo!- lo dice como si estuviera orgulloso de eso-, de vez en cuando, cuando las ganas me entran y no puedo resistir pues... Especialmente en noches frías- pone una cara de pervertido-.

-Sabía que estabas necesitado pero no tanto...- pone una cara de desagrado-.

-Habla el que ve revistas, ¡Actualizate amigo!

-Es que me gusta lo clásico ¿Entiendes? Yo me aferro a lo antiguo, para que siga el espíritu.

-Jajajajaja, ¡Que estas diciendo! Pensé que el pervertidos era yo.

-Nada, era una broma, nada más.

-Aaah...- suspira con saciedad-.

-Bueno, ¿Ya te vas?

-Quieres que me vaya ¿Eh?

-Y... La verdad si, Ale... Viste mi porno y es un poco raro para mi...

-Ah ok, igual podrás ver la mía cuando gustes -sonríe-.

-Uh... A veces pienso que eres gay.

-Tal vez lo sea Franco, tal vez lo sea.

-Vete a la mierda, dale vamos, te voy a abrir la puerta.

-Bueno Francis...

-¿Y eso?

-Franco no me gusta.

-Me vale verga amigo, llámame por mi nombre.

-Seeee.

Se dirigen a la puerta y Franco le abre, se despiden con un choque de puños y Alexander se da la vuelta y se va.
Franco cierra la puerta y piensa en lo que sucedió, después de todo no todos los días un amigo ve tu porno.