En Un Día Todo Puede Cambiar

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Después de despedirse Alexander se dirige a la parada del colectivo, ya llegando a la parada ve que en ella se encuentra una compañera del curso, también esperando el colectivo.
Los dos se miran de reojo y desvían la mirada al hacer contacto visual.

Mientras Alexander se acercaba pensó:

"¿Por qué ella está aquí? ¿También es rica?" 

Al llegar a la parada no sabía si sería de mala educación no saludarla.
Alexander agarrando valor dijo:

—Buenos días, Nayeli.

—¡Oh! Hola Alex, buenas tardes —saluda rápidamente—.

Alexander se da cuenta de su error y se pone un poco incómodo.

—¡Ah! Perdona, no me di cuenta —Se rasca la cabeza por vergüenza—.

—¿Hablas por el "Buenos días"? A mi también me pasa, muy a menudo por cierto.

—Si... Ja ja ja —ríe nervioso—.

Nayeli entiende la situación y se da vuelta a mirar si el colectivo se acercaba.

—¿Hay algo para mañana? —pregunta Alexander—.

—Sip, entregar el trabajo practico que mandó el profe.

—Ah... ¿Y ya lo hiciste?

—Mmmm estaba pasándolo a limpio, lo tenia en borrador.

—¿Puedo ver?

—Te vas a copiar... Después en el colectivo te lo mues- ¿En que colectivo vas?

—En cualquiera de los dos, el 76 o 141,  los dos me dejan cerca de mi casa.

—Yo me voy en el 76, si viene ese primero te lo muestro.

—Dale, no hay problema —Alexander suelta una sonrisa—.

—Y... ¿Todo bien? 

—Si si, solo estoy un poco flojo con temas del colegio.

—¿Se te es muy difícil?

—No para nada, solo que me aburre.

—Aaaah, claro te creo —decía Nayeli con sarcasmo—.

—No me creas, no me importa.

—Bueno bueno, no se enoje don.

—"Don" Jajajaja, mira ya viene el colectivo —Señala Alexander—.

—Es el 76.

—¿Me pagas el boleto? —dice Alexander—.

—¿Por qué debería?

—Ah, buen punto, apenas sabemos nuestros nombres.

—Suerte yendo a pié Alexander —se burla—.

El colectivo llega y Nayeli sube, siente un poco de lastima y culpa por Alexander, porque a pesar de todo es su compañero de clases, se queda pensando un rato y piensa en bajar.

De repente oye una voz que provenía de su espalda:

—¿Piensas pagar?

Nayeli nerviosa pide disculpas sin mirar atrás y paga rápido.

—Un estudiantil por favor —Voz del chico que estaba atrás de Nayeli—.

Esa voz la escuchó antes... Nayeli se da vuelta y vió que era Alexander, confundida se detiene y dice:

—¿Qué no tenías par-.

—¿Quien dijo que no tengo para el boleto? —interrumpe Alexander—.

La Aburrida Vida De Un AdolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora