La Aburrida Vida De Un Adolescente

¿Quién Es Alexander?

Miércoles 7 de mayo.

En la casa de Alexander...

— Whoa...

Alexander suelta un gran bostezo y empieza a mirar por todos lados... Su mirada queda paralizada en sus zapatos.

En eso pasan 5 minutos.

— ¡Mierda ya es tarde!

Sale de su casa apurado, sin haberse bañado.

Hora de llegada al colegio Aurora 08:16

— Cuaderno por favor -dice el jefe de preceptores —.

— Tome, buenos días... -exhausto de correr entrega el cuaderno —.

— Otra vez tarde Alexander, estas cerca de quedar libre.

Alexander ya tenía 23 faltas acumuladas, la mayoría por llegada tarde.

— Disculpe me quedé dormido... De nuevo.

— Pase pase, que ya están en clase.

Alexander se dirige a su salón, nunca le gustó llamar la atención, así que se preparaba mentalmente... Llega a la puerta y abre.

— Buenas noches, señor Pérez -dice el profesor de Cívica —.

Alexander suelta una gran sonrisa, no por nervios, si no por emoción. No se había acordado que las dos primeras horas tiene Cívica, no es su materia preferida pero el profesor tiene una actitud peculiar.

— Buenas noches estimado profesor Torrez, lamento la tardanza.

— No se preocupe, estas cosas pasan, sería raro que usted venga temprano una vez en su vida ¿No le parece?

Se inició una batalla, al menos así lo veía Alexander, ya que él se divertía mucho en las charlas con Torrez.

— Concuerdo con usted profesor, creo que no estoy muy feliz por venir al colegio —Alexander trata de resistir su felicidad —.

— Ya vamos a ver que tan animado estarás cuando te ponga 1 de promedio.

— Eso sería trampa profesor, realmente le pongo ganas a su materia, me gusta demasiado.

El tono de sarcasmo era muy obvio, la mayoría de los chicos del curso se estaban riendo.

— Que bueno señor Pérez, ahora siéntese, o lo sanciono —suelta una sonrisa de victoria —.

Alexander se dirige a su lugar y se sienta pensado que en esta pelea lo hizo bien.

— Whoa... Te luciste —dice franco susurrando —.

— Lo sé, soy genial.

Alexander se percata que por un segundo Nayeli volteó a verlo.

— Y... ¿Hiciste la tarea? -pregunta Franco con una sonrisa, como si ya supiera la respuesta —.

— Obviamente no -se muerde las uñas —.

Estando a mitad de la clase el profe pregunta si dejo algo de tarea.

— ¿Quiere que la vaya a retirar? —dice Carol, la mejor promedio del curso —.

— ¡Todo un ejemplo a seguir alumna Rocha! -levanta la voz mirando a todos en el curso —.

— Franco, ya valimos verga...

— Seeeep, no pasa nada esta es mi segunda tarea sin entregar, tu si que valiste ¿Cuantas vas?