La amistad que tienes con ese chico no te conviene.. Mantente alejada de él, Melody.
Esta vez la nota estaba encima de mi camiseta, encima de mi ombligo que se veía salir de la camiseta claramente. Mi vientre estaba plano pero, la camiseta se había levantado ligeramente.
Estaba abrumada, ¿cómo podía entrar y salir tan fácilmente de mi habitación sin que lo viera? Me levanté furiosa y cerré la ventana que estaba ligeramente abierta.
¿¡Cómo se atrevía a entrar así siempre!?
¿De qué lo conocía? Indagar en su memoria costaba demasiado, tenía demasiadas lagunas, antes de mudarse de dónde había vivido toda la vida, había vivido en esta misma ciudad, ¿lo conocería de eso?
No debería de entrometerse en mi vida de todas formas, aunque no lo entiendo, me sofoco. Al ser sábado por la mañana, y no poder relajarme, me pongo unos tenis y unos shorts cortos y una camiseta de mi padre que me cubre estos y salgo a correr.
¿Qué hay mejor que correr por la mañana cuando una está frustrada?
Unos 25 minutos después decidí volver a mi casa aminorando el paso, y sentí un estremecimiento mientras alguien me observaba a lo lejos.
Pero..¿qué..?
Me saludó con la mano, y me sonrió de forma cautivadora. En ese momento recordé algo..
*Flashback*
Maldita vida..¿por qué mudarse precisamente ahora?
Iba corriendo cerca de un parque, varias personas me miraban, seguro que me miraban por estar roja, empapada de sudor y con unos shorts que los tapaba una graaan camiseta ajustada de color turquesa. Me apoyé en un árbol a recuperar el aliento para después proseguir, pero una voz me lo impedió.
-Estar sola a las 7 de la mañana de un sábado en un parque..¿no es peligroso?
-Como si me fuera a importar, estaba cabreada y necesitaba correr, y eso es justo lo que he hecho.
-Tú verás, pero podría pasarte algo.
-¿Es eso una amenaza?
-Quizás.
-Por mí puedes irte al infierno, chico sin nombre y maleducado.
-Me llamo Azazel y no soy maleducado, solo empezamos con mal pie.
Empecé a correr, dejándolo atrás. Él me siguió, poniéndose a mi lado y acostumbrandose a mi ritmo.
-¿Cómo te llamas? Nunca te había visto.
-Soy Melody, mis amigos me llaman Mel, pero para ti soy Melody- respondí tosca.
-Diría que encantado de conocerte, pero puede que se te suba mucho el ego, Mel- pronunció mi apodo de forma intimidante y mirándome, como retandome con la mirada.
-No vuelvas a llamarme así, mi nombre suena asqueroso entre tus labios- refunfuñé.
-¿Nos volveremos a ver?
-Espero que no.
-Eso es un sí, lo veo en tu mirada.
Con esta última frase se paró en seco, y me dejó sola corriendo. Suspiré aliviada, mientras, me alejé de allí y pensé en esa extraña conversación.
*Fin del Flashback*
Puff..dichoso destino.
Me acerqué corriendo a él, y me paré poco a poco, cambiando el ritmo de mis pies.
-Hola Mel.
-Te dije que no me llamaras así.
-Por fin lo recuerdas.
-No suelo acordarme de cosas sin importancia, Azazel.
-Que pena..creía que te había conquistado ese día.
-Si tu aliento endemoniado me causó algún problema en la piel, ¿dices? Por suerte no.
Su cara se crispó en una mueca, y sentí miedo ante su reacción, había fuego en su mirada.
-Espero que nunca te enamores de un demonio, angelito.
-Yo no soy ningún..
Antes de que pudiera terminar la frase, ya se había marchado.
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Melody
Teen FictionNuevos momentos unidos a recuerdos que obligan a Melody intentar dar una marcha atrás a su vida...¿se atreverá?