Yo en RUSIA.

7.

Al día siguiente del bajón espiritual que me provoco el percatarme de dónde estaba, decidí que no quería amargarme mi estancia aquí, venía a eso, a notar diferencias en una misma raza, la humana y a conocer, de la historia del hombre.

Rusia tiene eso, historia, cosas de interés por donde la miras, la historia bélica, la historia de sus héroes e incluso en el ámbito económico.

A ESTO VINE.

Después de recordarme el porque de mi hambre de conocer, de explorar y aventurarme a la vida, decidí que no necesitaba de nadie para conocer mi entorno, tenía Google maps, un inglés exelente y buena voluntad, lo demás vendría solo.

A la mañana siguiente de la pequeña depresión que pase, me levanté, me vestí con unas botas muy cómodas pero estilosas que había comprado en mi país, cuando aún era bien visto que se vistiesen las personas con cuero, unos jeans y una blusa fresca con volantes blanca, era simple y cómodo, porque iba a explorar.

Después de la rutina de higiene personal, baje a comer, de cierta manera me sorprendía que no tuvieran sirvienta, si hasta tenían vedette, pero supongo que algo con valorar el trabajo y todo eso.

Prepare huevos como quería hacerlo la mañana anterior pero sin chile, aquí no compran chile y les di de comer a todos, compartimos una mañana agradable, con Pat y la mamá hablando de cosas simples.

-Mamá ayer en la escuela unos chicos me preguntaron de More y dijieron que los mexicanos del trópico son peligrosos, que eso les dijeron sus padres, yo pienso que sus padres mienten, porque ellos jamás han ido a México del trópico, solo hacen caso de lo que les dice el anciano del televisor a las 8 de la noche, siempre dice cosas malas de México del trópico cuando hablan de México del trópico, dicen algo como que venden drogas ¿Qué es drogas mamá?- pregunta tomando aire después de su extenso relato, como no obtiene respuesta, sigue- pues si, todos piensan que allá hay drogas, supongo que es malo, porque significa peligroso porque eso es lo que dicen los papás de mis amigos, cuando vean a More, verán que no es mala y que no es fea, porque también me dijeron los profesores que todos son parecidos a los de la película aquella que me pusiste ¿Te acuerdas mamá?

-Apocalipto.- dijo la mamá, algo cansada de la plática de Pat. Me sorprendió escuchar que tuvo tanto alcance esa película.

-Si, la de eucalipto ¿Sabias que un árbol que se llama así More?- me preguntó, no me dió ni tiempo de responderle cuando siguió.- Proviene de Australia, allí vuelven los koalas y eso comen, debe saber delicioso porque se lo comen bien rico, como si se estuvieran comiendo un chocolate...

Noté el suspiro exasperado de padre, quien se notaba que había disfrutado del huevo y también noté como apretaba los puños, estaba molesto porque Pat no dejaba de hablar, así que lo interrumpí para que fuera a ocurrir una tragedia.

-¿Sabias que el chocolate es originario de México, de mi país? De hecho la palabra es de origen náhuatl.

La cara de Pat era de una sorpresa tal, que no pudimos evitar reírnos de ella, la incredulidad era el reflejo de su rostro en ese momento.

Reí a carcajadas, como se reía en las comidas mexicanas, esperaba que así fuese, aunque sea en ocasiones contadas aquí, pero no se tiene que esperar nada cuando se va a otro lado.

Rieron si, pero cubriéndose la boca con una servilleta y por pocos minutos, después solo reía yo.

¿La felicidad podrá medirse en risas?

No, me respondí, la felicidad no puede medirse porque en todos lados se vive diferente.

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