- Zeta, me siento mal -dije todavía pegada a él.
- Que bien se escucha - dijo susurrando en mi oído.
- Zeta... - murmure antes de desmayarme.
- ¿Pero qué mierda? - dijo mirándome - ¿Que te pasa? ¡Despierta!.
Me sacudió pero no logró conseguir nada.
- ¡Muchachos! ¡Hey!.
- ¿Qué ha pasado? -preguntó Hache.
- Dijo que se sentía mal y luego se desmayó, no... No se que es lo que tiene.
- Bájala y llevémosla a su habitación.
- Iré a buscar algo con qué curarla -dijo Zeta.
Me cargaron y me llevaron a mi habitación.
- Ponla sobre la cama -dijo Hache.
- Está sangrando demasiado Hache, ¿Qué vamos a hacer? -dijo comenzando a preocuparse.
- Ya veremos, algo vamos a hacer, tranquilo.
En eso llega Zeta con todas las cosas de primeros auxilios.
- Aquí están las cosas -dijo entrenándole la caja a Hache.
- Ponla boca abajo para poder ver lo que tiene.
- ¡Oh Dios! Tiene una gran lastimadura. No se si recordará algo cuando despierte -dijo el chico rubio.
- Calla y ayúdame -espetó Hache a este otro.
Empezaron a curarme, parecían preocupados por mi estado de salud.
Cuando terminaron mi cabeza estaba casi completamente vendada.- Por lo menos detuvimos el sangrado -dijo el chico de cabello rubio.
- Ahora alguien tendrá que quedarse mientras los otros descansan, no podemos dejarla sola, sería arriesgado...
- Yo me quedo -dijo Zeta antes de que Hache terminara de hablar.
- Está bien, pero cualquier cosa nos llamas.
- Si, jefe.
Estos dos se fueron dejando a Zeta vigilandome.
Cuando desperté, la cabeza me daba vueltas, nada tenía sentido, no sabía dónde estaba, no conocía al chico que estaba a mi lado mirándome como si me conociera de toda la vida. Me digne a hablar ya que no entendía nada.- Eh... ¿Dónde estoy? -dije tocando mi cabeza.
- No puedo decirte, pequeña -dijo con tono amable, casi en susurro.
- ¿Qué pasó?.
- Te golpeaste muy duro la cabeza y para detener el sangrado te tuvimos que vendar -dijo acercándose y pasando su pulgar por el borde izquierdo de mi mandíbula. Aleje su mano bruscamente.
- ¿Tuvimos? ¿Son más? -pregunté ya bastante asustada.
- Somos cinco, todos somos letras ,pequeña -dijo mirándome con algo en la cara que todavía no descifraba.
- ¿Letras? ¿Sus nombres son letras? ¿Qué clase de persona le pon... -me detuve al instante en que me di cuenta - me tienen secuestrada -susurre, sólo yo pude oírlo.
Tienes que salir de aquí Natalie, ¡AHORA!
- Tengo que salir de aquí -dije mirando para todos lados, no sé lo que buscaba, pero seguro una salida.
- No puedes irte, ya lo has intentado y no te fue muy bien -dijo señalando mi cabeza.
Me levanté bruscamente de la cama y corrí hacia la puerta, obviamente estaba cerrada.
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El Secreto De Un Secuestro
Fiksi RemajaElla es Natalie, tiene 19 años, es universitaria. Estudia fotografía y en su tiempo libre practica tiro... Pero también es corredora de motos y autos, asiste a carreras ilegales a cambio de dinero. Es la típica chica rica, pero no es dulce, amorosa...