Luke no pudo evitar sentirse mal por ella.
"Quiero ayudarte a dormir." exclamó rompiendo el silencio que se había formado.
"¿Por qué harías eso?" dijo ella tomando en cuenta que apenas se conocían.
"Porque es uno de los más grandes placeres de la vida y no te lo puedes perder." sonrió él. Adelle no pudo evitar rodar los ojos aquello había sonado muy cursi.
"¿Y cómo lo harías? Nada de píldoras por favor." contestó antes de que el rubio hablara.
"Nah, nada de eso." suspiró "Ya se me ocurrirá algo"
La siguiente semana Luke se dedicaba a estudiar en la mañana y dormir en la tarde, para poder reunirse con Adelle a las 2:00 am sin una pizca de sueño. Le leía historias como a una niñita, le cantaba e incluso un día se acostaron en el árido suelo del parque a contar estrellas, pero nada funcionaba.
"Luke, Luke, despierta" exclamo Adelle moviendo delicadamente su hombro. Cuando el rubio abrió los ojos, se dio cuenta de que abrazaba la cintura de la chica, sonrojado se sentó algo desorientado.
"No puede ser, me dormí." agregó rascando su cabeza, luego se giro hacia Adelle "¿Acaso tu también te dormiste?" pregunto emocionado. Ella solo sacudió su cabeza en señal de negación.
"Pero no importa, por cierto babeas un poco." rio pasando la manga de su cárdigan por su mejilla para limpiarlo.
Él sonrió "¿Qué hora es?"
"Las 7:00am."
"¡Joder! me dormí por tres horas."
"Está bien Luke, no tienes que privarte de tus horas de sueño solo por estar aquí."
"Quiero hacerlo Adelle."
"¿Por qué?"
"Porque sí." río.
Ella frunció el ceño "Esa respuesta no es válida."
"Para mí sí." dijo para irritarla, luego beso su frente "Te llevaré a casa y no aceptaré un no por respuesta." ella asintió.
Luke la acompaño hasta la puerta de su hogar, le llamo la atención el hecho de que vivían cerca, con dos calles de diferencia y nunca la había visto antes.