Al día siguiente Luke fue al mismo lugar a la misma hora y espero y espero, pero Adelle nunca apareció, primero se molestó ante aquello, la extrañaba y sentía de alguna manera que lo habían dejado plantado, estresado paso sus manos por su cabello.
Pero luego una sonrisa se curvo en sus labios, porque si ella no estaba ahí solo podía significar una sola cosa: había logrado dormir.
Duraron un par de días sin verse, hasta que Luke volvió al parque, él creía que era un idiota porque sabía donde vivía ella, podía simplemente aparecer en su puerta invitandola a salir o a hacer cualquier cosa, pero había algo en esta rutina que lo hacía mas especial, divertido e intimo que una cita, así que de manera egoista esperaba que ella no pudiera dormir para encontrarla de vuelta en aquel lugar.
Así que se encontraba sentado en el banco frío donde desperto la noche que la conoció, esperando por ella.
"Sabes, una ciudad de noche puede ser tan hermosa y brillante como tu color favorito de ojos." aquella voz interrumpió sus pensamientos, él se giró y ahí estaba ella, no pudo evitar sonreir.
"Nunca he recorrido esta ciudad de noche" repusó acercandose a Adelle.
"No sabes de lo que te pierdes."
"No, no lo sé." dijo en un susurro.
"Siempre hay una primera vez para todo, prometo que no te dolerá." sonrió burlona, Luke no pudo evitar reir, luego le extendió su mano y ella la tomó.
"Entonces guiame".
"No soy muy buena con las direcciones ¿No deberías sacar tu bati-GPS?" sonrió burlona.
"No, pero tengo un batimóvil y una batiseñal y otras cosas batidivertidas y batipeligrosas."
"Ok detente" río ella, amaba hacerla reír. Luego mordio la manga de su sweater gris.
"Había extrañado esto"
"¿Esto?"
"Si, tu y yo, en el parque a las 2 am en punto."
Ella se sonrojo. "Yo también."