SEÚL: LA CIUDAD DEL AMOR ♡ (KimTaeHyung y Tú)

Cap. 27.- JIMIN, SEOKJIN ¡¡JIMIN!!

Miró sus manos con detenimiento, temblaban desenfrenadamente, no podría controlar aquellos espantos. Su respiración comenzó a hacerse agitada, le costaba respirar. Rodó los ojos, cada vez veía menos que antes y conforme el tiempo pasaba las imágenes se iban distorsionando ¿Eran acaso alucinaciones? Todo comenzó a dar vueltas, las paredes se movían como si fueran agua, sentía que aquella cocina poco a poco se lo estaba comiendo bajo aquella oscuridad. Bajó la vista comenzó a ver pequeños tiburones alrededor de sus manos. Su respiración se hizo tan fuerte que se podía escuchar en toda la casa.

—¡¡¡AUXILIO!!!— Gritó el rubio soltando el desayunador se la cocina. Al ser el único objeto firme que le mantenía en pié una vez lo soltó perdió el equilibrio totalmente. Su mano empujó el vaso que aún contenía un poco de líquido en él, provocando así un estruendo en toda la casa pues, junto con el vaso se cayeron los palillos y cubiertos que se encontraban cerca —A-ah...____— Sintió un fuerte dolor en la cabeza, con su mano tocó el lugar y sintió algo húmedo ahí pero antes que pudiera ver qué era aquello que le causó el dolor su cuerpo dejó de responder —L-lo siento ____, lo siento mucho...—  Susurró antes de quedar completamente inconsciente en el piso de aquella cocina.

HoSeok y Namjoon escucharon todo aquel escándalo y bajaron rápidamente a la cocina. Ninguno de los dos podía creerlo, él, su pequeño protegido estaba tirado en el piso de aquella cocina inconsciente y con algo rojo saliendo de su cabeza.

—N-no...— Él pelinegro negó con la cabeza mirando al piso —J-jimin— Susurró apenas, pues HoSeok lo empujó abalanzándose al rescate del pequeño.

—Jimin… Jimin… por favor responde, dime algo— Miró atentamente y comprobó que su cabeza no hubiera recibido ningún daño por el golpe. Comenzó a removerlo un poco notando que apenas si respiraba —Namjoon… ayúdame a llevarlo al coche—

Asintió ayudando a HoSeok a levantar al rubio. Se sentía demasiado culpable  por todo lo que había pasado y era lo mínimo que podía hacer por Jimin, pensaba que  era su culpa que hubiera colapsado de ese modo. En cuanto cada uno lo tuvo sostenido del hombro, Namjoon, que es siempre muy observador, logró divisar un pequeño objeto caer de las manos del menor. Al mirar con más cuidado se dió cuenta que era una botella color anaranjado, misma que contenía pastillas de Difenhidramina. Estas se las habían recetado a Jungkook hacía un tiempo, pues se había enfermado y tuvo una pequeña crisis de estrés.

—Esas pastillas estaban en el baño de arriba— Dijo mirando directamente a la botella —¿Cómo llegó hasta ellas?— Se cuestionó a modo de susurro. Cómo no había nadie más que ellos dos, Yoongi y Jungkook, se podía escuchar fácilmente los susurros de quién fuera.

—¿Qué? Hyung ¿A qué te refi...— Bajo la mirada quedando congelado por unos segundos —Eso es...— Sus ojos se cristalizaron y su corazón comenzó a quebrarse lentamente. Antes que pudiera reaccionar una voz interrumpió sus pensamientos.

—¿Qué es que?— Habló Yoongi con Jungkook a su lado todo adormilado y un poco fastidiado por haber sido despertado tan abruptamente.

—Ese es…— El azabache abrió grandes sus ojos tapando su boca instantáneamente —Jimin… ¡Mataron a Jimin!— Comenzó a llorar de la preocupación, perdiendo lógicamente, el sueño.

—¿Qué? No… no seas estúpido Jungkook esto es serio— Dijo Namjoon en respuesta al menor, haciendo notar rápidamente que el asunto no era una broma.

HoSeok tomó aquel bote naranja de pastillas que había visto en el suelo y leyó detenidamente a qué medicamento pertenecía la misma. No pudo creer lo que estaba leyendo, sólo pudo subir la vista y mirar a Yoongi lleno de espanto, negó después con la cabeza mostrando a todos lo que sus manos acaban de recoger del suelo, donde hacía tan solo unos segundos atrás yacía Jimin inconsciente con la piel pálida y actitud agonizante, sabía que cada segundo era crucial para salvar su vida.