SEÚL: LA CIUDAD DEL AMOR ♡ (KimTaeHyung y Tú)

Cap. 25.- NO HAS CAMBIADO NADA...

Llegó la mañana, el sol entraba con dificultad por aquellas gruesas y oscuras cortinas. Un aroma fuerte a perfume inundaba la habitación, haciéndo que comenzará a removerse entre las sábanas, acurrucándose mientras trataba de reconocer el aroma tan agradable y a la vez tan tosco. Escuchó un pequeño suspiro y sintió como un rayo muy ligero de luz tocaba su rostro, haciéndolo gruñir y taparse con las cobijas gruesas y bastante cálidas.

—Oye, levantate… Es de día y de día no se duerme— Dejó escuchar aquél con alegría.

Escuchó el pequeño entre las cobijas abriendo lentamente los ojos. Al abrirlos por completo se encontró con la figura de SeokJin frente a él mirándolo con curiosidad. Se sentó lentamente y talló sus ojos con un poco de pereza y volvió a mirarlo, esta vez con ternura y de forma más fija.

—¿Como...— Apenas pudo pronunciar aquello fue interrumpido.

—Te quedaste dormido, mamá dijo que te quedarás a dormir y llamó a tu madre, ella estuvo de acuerdo— Sonrió contento y miró a su mejor amigo, quien todavía estaba algo confundido.

—Lo siento...— Bajó la mirada avergonzado.

—¡Vamos! Mamá preparó el desayuno para nosotros. Además Taehyung ya está abajo ¡Vamos!— Le extendió la mano y dedicó una última sonrisa.

Extendió la mano correspondiendo a la indicación de SeokJin, antes de poder siquiera rozar sus dedos, vio como todo comenzaba a oscurecerse y como el castaño se alejaba de él lentamente. Se levantó de la cama, corrió tras de este, pero fue inútil pues, justo cuando estaba apunto de alcanzarlo despertó sobresaltado y asustado. Su respiración era agitada, trataba de calmarse colocando su mano en su pecho y dando pocos golpes ligeros. Al reincorporarse, sintió aquel mismo ahora a perfume que estaba tan vívido en su sueño.

—¡Ahg!— Gruño y revolvió su cabello con frustración —Jin Hyung… no ha cambiado nada ¿Verdad?— Se dijo a su mismo levantándose para ir a desayunar.

Al levantarse y arreglarse, se topó en el pasillo con SeokJin, quien iba saliendo de su habitación. ¿Acaso él me miró? No lo entiendo… Las cosas habían estado tensas y verlo en el pasillo le hizo sentir una paz muy grande y un poco de incomodidad. Todo estaba mal, todo estaba derrumbándose y todo era su culpa, su maldita y asquerosa culpa. Pues no sé atrevía a aceptar que le gustaban los hombres y no era su culpa, su infancia nunca fue la más fácil, ni la más bonita. Todo en su vida, aunque estuvo rodeado de amor y cuidados, también tuvo sus momentos malos. Tenía miedo de decepcionar a sus padres si tomaba una decisión como esa, estar con un hombre. Aparte de todo era un problema el pasar tiempo con HoSeok pues, también le atraía, por su calidez y sus consejos.  Cada día todo se volvía más y más confuso para él. Al bajar a la cocina para desayunar se encontró con SeokJin y con el pelinaranja desayunando, los observó por un momento hasta que el menor de los tres hablo.

—¡Hyung! Buenos días— Se levantó de la mesa e hizo una pequeña inclinación en señal de respeto —Acabo de terminar el trabajo que me ha encargado ayer— Sonrió de forma cálida.

—¡Oh! Buen día Hobi— Sonrió ligeramente mirándolo un momento, envidiaba tanto su felicidad continua y su calidez —Agradezco tanto eso, por cierto… ¿Y los demás?—

SeokJin se limitó a observar mientras comía sus tostadas con crema y fresas, realmente no comprendía como podía ser tan amable con el opuesto. Tal vez eran sus celos que lo hacían pensar mal de su amistad o sólo el hecho no querer ser reemplazado. Suspiró y escucho atento la conversación de ambos muchachos.

—Jungkook y YoonGi se fueron juntos hoy, Jimin y Taehyung vinieron en la madrugada a comer algo y ducharse y volvieron— Dijo mirando su plato de cereal y jugando con los granos mientras hablaba.