SEÚL: LA CIUDAD DEL AMOR ♡ (KimTaeHyung y Tú)

Cap. 18.- UN BESO INESPERADO [BESO CON MIN YOONGI]

Han pasado 5 meses después de todo lo ocurrido, Taehyung y ____ sufrieron mucho esos días por separado, lo que lastimó a la castaña fue que el nisiquiera le marco, de hecho, hubo un silencio absoluto, el cual la mataba por dentro. Jimin cada día, siempre que tenida oportunidad le marcaba pero está no contestó a ninguna llamada.

Por su parte TaeHyung cada día sufría más para sí mismo, él sabía lo que había hecho y también sabía que era mejor mantenerse callado, pues si hablaba con _____ después de todo lo que hizo, sería malo y cruel con ella, frío y aunque odiaba ser así, no podía hacer mucho hoy para cambiarlo.

Durante todo ese tiempo la castaña no comió bien, de hecho dejó de salir a lugares, HeeSook y Ken no tenían idea de si seguía vivía o no, muchas veces fueron a tocarle la puerta pero está no respondió a ningún llamado, tampoco asistió a clases y mucho menos al inició de semestre, por lo que si en ese mes no iba, la expulsaran de el plan de su Universidad de artes y quitarían la beca. A _____ ya nada le importaba, su único consuelo ese tiempo fue limpiar y aprender alfarería, pues había comprado una rueda para el inició de clases, pues tendrían ese taller ese semestre.

—¿Porqué Taehyung...? ¿Qué hice yo para merecer que jugaras así conmigo— Miró una pequeña caja llena de fotos al fondo de su salón.

Aquélla caja contenía fotos de la noche con Yukiko, su rostro se llenaba de lágrimas cada vez que pasaba por ahí.

Por su parte TaeHyung, al llegar a Seúl no dudó en ir a verla, pensó que ella no sabría nada nunca de lo otro y ya estaba listo para verla, no quería esperar más tiempo, suspiró, su rostro reflejaba dolor y al escuchar la puerta abrirse levantó la vista, no mucho, pues ____ era una chica de 18 años que en 3 meses más cumpliría 19, muy bajita, pero de carácter fuerte.

—Yo... Debemos hablar— Dijo después de una corta pausa, ella se veía desecha más delgada, pálida y sucia de arcilla.

La castaña se petrificó al verlo, no estaba preparada y tal vez jamás lo estaría, sólo pudo dar pasos hacia atrás.

—¿Qué haces aquí?— Dijo a secas.

—Acabamos de volver y no quice esperar...— Dijo el cenizo con simpleza cerrando la puerta, su voz estaba débil y triste —Sobre lo del beso... yo no quería... lo prometo...— Dijo arrependito casi apunto de llorar y tirarse al piso de rodillas.

—Y lo de más ... ¿Tampoco quiciste mentirme y acostarte con ella?— Dijo con la mirada fría y llena de rencor hacía él.

Temblo al escuchar aquello. Él realmente en ningún momento se puso a pensar que Yukiko podría haber mandado pruebas de lo ocurrido en Japón.

—Tú ¿Cómo sabes eso?— Dijo aterrado y se acercó a ella notando como se alejaba al sillón.

Tomó una foto de aquella caja y se la mostró.

—Todavía tuviste el descaro de venir y decirme que te perdone, no Kim, no es así como funcionan las cosas— Dijo comenzando a llorar.

—Déjame explicarte eso... por...— Antes de terminar ella lo interrumpió.

—¡CÁLLATE!— Dijo entre sollozos —Deja de mentir, estabas con ella y sólo me usaste... no sé cómo te atreves a pretender que te perdone... si hubiera sido sólo el beso lo habría dejado pasar como una simple actuación— Suspirando ampliamente continuó, estaba llorando demasiado —Pero esto... esto es demasiado...—

El cenizo comenzo a llorar y acercó su mano a esta pero ella lo rechazó.

—Si tan sólo... Tan sólo pudiera... Yo no quería eso... No recuerdo nada... Nada de esa noche...— Trato de continuar pero está volvió a interrumpirlo.