Parte 28

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Cuenta Lali:
Cerré la puerta y me fui a mi habitación para seguir acostada, tranquila. Pero la intriga de abrir esa carta me inquietaba. ¿Pablo me quería confesar su amor?, ¿de que está enamorado desde que tenemos 10 años? Siempre supe que estaba enamorado de mi, pero, ¿que tenía que ver la hora?, ¿ iría a alguna parte?, ¿fuera del país?, que raro. Me inquietaba saber que podría decir, pero tanto pensar hizo que quedara dormida. Lo último que vi antes de caer dormida, era la carta, apoyada sobre la mesa de Luz. Delicada y gentil  <<Lali>> no me acordaba de que tuviese tan linda letra.

Cuenta Peter:
Ya era tarde. Tenía que hacer la cena, pero muchas ganas no había. Llame para que me trajeran una pizza y después de 10 minutos, comí.
Solo faltaban horas para que dejara todo que construí en Buenos Aires, para que volviera a mi vida, o por lo menos, a la vieja. Tendría que acostumbrarme devuelta. Quizás sea lo mejor, este bien o no, me iré de todas formas. Solo espero que haya sido la decisión correcta.
Lave el plato, el vaso y los seque. Fui a mi cama para dormir ya que mañana tendría que despertarme temprano.
Mientras me cambiaba, recibo un mensaje.
— Peter, entiendo todo, puedo comprender que lo que sentís por ella, es mucho más grande, estoy segura de que es la persona correcta, con la que debes compartir cada día de tu vida . Perdóname por haber sido tan grosera y egoísta contigo. Te quiero mucho y me duele que no sientas lo mismo por mi, pero, como dije antes, entiendo que ella es la persona con la que debes estar, se nota cuanto la amas. Besos Mery. —
— No sabes lo feliz que me hace escuchar algo sobre vos, nunca creí que me hablarías de nuevo. Perdóname Mery, sabes que lo que menos quería era lastimarte y mucho menos que termines peleada con Lali. Yo también te quiero, ojalá te pudiese querer de la forma que me quieres y como te lo mereces, Besos. —
Que raro era que me perdonara, era imposible que haya leído la carta, le dije a Pablo que se la diese luego, después de ir mi avión saliese.

Cuenta Lali:
Me desperté nuevamente, eran las 8:30 de la mañana, dormí mas de 14 horas. Me sentía muy bien, nunca había dormido tanto. El rayo de sol que salía por mi ventana, me despertó. Y lo primero que se me ocurrió fue ir a desayunar, tenía muchisisisima hambre.
Mientras me preparaba el café con leche, me llego un mensaje.
— ¿Leíste la carta?—
Era Pablo. Otra vez .
— ¡no! ¿Por que    es   tan importante que la lea? —
— Eso no importa, solo léela, ¡ya! —
—ok—
Fui hasta mi habitación a buscar la tan maldita carta.
Me senté en el sillón con mi café y la carta sobre mis manos.
La abrí.

Refundación {LALITER} (2/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora