Parte 31

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Cuenta Lali:

El desayuno me costaba disfrutarlo, tras entender que todo había terminado. Cuando pasaba los trozos de tostada por mi garganta, me dolía, como si la angustia me produjera un nudo. Me costaba entenderlo. ¿Yo tenia la culpa de que todo esto ocurriese?. No comprendía. Estaba paralizada, para decirlo de alguna forma. Pensaba durante largos minutos tratando de razonar que el se había ido y probablemente no lo volviese a ver nunca mas, quizás seria el final; parecía serlo.

Tras pensar y pensar, no se me ocurrió mejor idea que llamar a Pablo. 

Hablamos, me hizo entender algo. coincidimos y teníamos un "Plan". Al parecer un primo lejano de el, trabaja en el aeropuerto.  Afirmó que podía conseguirnos pasajes para Entre Ríos, pero que le era imposible conseguir uno para esta misma noche, y que quizás no tenia hasta el lunes. Recién aquel día era sábado. 

No me quedaban muchas esperanzas.


Cuenta Peter:

Llegue a la una de la tarde. Justo para almorzar. Mi madre me esperaba con un gran asado, cuanto lo extrañaba. Es raro que en todo el tiempo en el que estuve en Buenos Aires, jamas aya comido asado. Ahora que lo pienso es realmente raro.

Mama estaba contentísima de verme. Mis hermanos no parecían estarlo, pero yo sabia que me habían extrañado, al igual que todos. No es para presumir, pero soy muy querido en la familia, quizás podría decirse que soy el favorito.

No sabían nada de que iría allí. La cara de mi madre al abrir la puerta y ver que era yo, el hijo que no veía desde hace medio año, se ilumino, casi llora, y lo primero que hizo fue abrasarme. Extrañaba sus abrazos.

Tras terminar de comer, ayude a mi mamá a juntar las cosas de la mesa. Y mientras ella limpiaba los platos, yo los secaba...

--No sabes cuanto te extrañe Pit - dijo mi madre mientras limpiaba un vaso.

--Yo mas --respondí--. Papa también quería venir, pero...

Sin dejarme terminar la oración, respondió --Lo entiendo, su trabajo esta allí, y seguramente va venir  a visitarnos el fin de semana que viene. Dime, ¿por que viniste aquí?

-- ¿No quieres a tu hijo favorito acá? --dije bromeando.

--Sabes a lo que me refiero --contesto.

--Me di cuenta que estoy mejor acá. Con mi familia.

--Pero parecías realmente feliz allí. Tu padre me dijo lo contento que estabas...

--Si lo estaba, pero simplemente creo que estoy mejor aquí, contigo y los hermanos Lanzani. --dije sonriendo.

-- ¿Estas seguro? No me gusta que mientas.

--Estoy empezando a creer que enserio no me quieres acá.

--No seas tonto. --Agarro un poco de espuma de el lava platos y lo apoyo sobre mi nariz. Hice lo mismo y ambos empezamos a hacer una guerra de espuma, que termino saliendo mal, ya que mi madre se enojo conmigo por haber ensuciado todo. Duré menos de tres horas sin que me rete, creo que es un logro.

Realmente quería contarle a mi mamá la verdadera razón por la que decidí irme de Buenos Aires. Creía que no era el momento, quizás, finalmente, se lo contaría esa misma noche.

Refundación {LALITER} (2/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora