7.2

81 12 2
                                    

Sus palabras quedan en mi cabeza un buen rato, él solo me mira como si lo que acaba de decir no fuera tan importante, me escanea completamente el rostro.

– Luke... estás loco – hablo sin fuerzas y mientras lo escucho reír suavemente.

– Sí, un poco pero lo digo en serio Kate. Jamás he dejado de amarte y...

De pronto recuerdo lo que había encontrado el primer día de trabajo y se me ocurre por alguna razón, preguntarle. Además, funciona perfectamente para cambiar de tema porque simplemente no me parece hablar de esto como si Michael no existiera en nuestras vidas.

– ¿Por qué conservas mi diario? – levanta las cejas bastante y en sus labios se dibuja una sonrisa tonta – y, ¿por qué si habías leído mi diario aparentabas no saber nada?

– Ponte ropa – habla serio y me extiende la ropa y sale de la bañera – bueno, las dos cosas tienen muy buenas explicaciones.

– Por supuesto – ruedo los ojos suspirando y salgo cuando ya tengo todo puesto.

­– He guardado todos estos años ese maldito diario porque era lo único que me quedaba de ti, cada vez que tengo algún problema o me siento como la peor mierda existente... lo abro y leo un poco, me hace recordar que en algún momento alguien llegó a amarme de verdad y que llegué a ser importante en la vida de alguien.

No me mira a los ojos, tan solo habla en voz baja y puedo notar como disimuladamente se limpia los ojos. Realmente se me parte el corazón al verlo así, me acerco cautelosamente y lo abrazo. Él no tarda en rodearme la cintura con sus brazos y presionarme contra su pecho con fuerza.

– Jamás te dije que lo había leído porque me parecía injusto, para ti; eres más de lo que nunca merecí – habla sobre mi cabeza despacio – estaba enamorado de ti y mucho, pero cada vez que te veía solo podía recordar la estúpida verdad de que era muy malo por ti. Por Dios, Katherine siempre te vas a merecer algo mejor.

– ¿Y eso que importaba? – me separo un poco de él para poder mirarlo a los ojos – eras lo único que quería.

Lo veo acercarse a mi boca y rápidamente doy dos pasos hacia atrás, no podía permitir que eso pasara.

– Pero las cosas no funcionan así, claro – asiente – lo entiendo. Estás con Mike, yo soy solo un muro en la costa... te respeto. Tan solo espero que sepas esto – pone sus manos en mis mejillas de forma suave – estaré aquí cuando me necesites o esperándote, porque estoy seguro de que nuestro... momento si lo quieres llamar así; no ha terminado aún.

Sus palabras son interrumpidas por el sonido de mi celular, con el corazón en la mano corro hacia mi bolso y veo el nombre en la pantalla.

– Hola cariño, ¿qué sucede?

– Hola, eh nada... solo... ¿durarás mucho? Tu madre me acaba de llamar diciendo que tiene un almuerzo familiar.

– Oh, mierda, sí. Lo había olvidado, estaré ahí pronto.

Cuelgo la llamada y recojo mis cosas rápidamente, Luke me mira desde el mismo lugar de antes con el ceño fruncido.

– ¿Algún problema?

– No... mamá organizó un almuerzo.

– Vaya, hace mucho tiempo no escuchaba nada de tu madre.

– A veces pregunta por ti – sonrío levemente y suspiro pensando un poco lo que voy a decir – ¿quieres ir?

Él levanta la vista rápidamente y puedo ver sus ojos brillantes, sonríe ampliamente mientras asiente muchas veces.

– Me encantaría – susurra.

– Entonces... es a las dos, te espero ahí supongo.

Sin verlo mucho tiempo más salí de las duchas con rumbo a casa. Cuando llegué todo estaba muy silencioso, hasta que vi la puerta del baño abierta y a Mike tarareando una canción mientras peinaba demasiado su cabello.

– Este tipo de cosas no se ven todos los días – rio mientras me acerco a él y beso su mejilla – ¿por qué te estás peinando? Se supone que no te gusta hacerlo

– No... pero ya sabes, vamos a ver a tu madre y... – se encoje de hombros y me mira nervioso. Frunzo el ceño ligeramente.

– ¿Qué tienes?, llevas años de conocer a Mauren, incluso te ha visto en ropa interior – se sonroja bastante mientras ríe – no tienes que peinarte cariño.

– Solo quiero estar presentable – asiento en silencio y salgo del baño cerrando la puerta pero no completamente.

Desde el pequeño espacio que dejé puedo ver a Michael sonriendo hacia el espejo mientras acomoda su camiseta por quinta vez, suspiro haciendo una mueca y pienso en Luke. ¿Me gustaría ver a Luke ahí, en el puesto de Mike? Salgo casi corriendo cuando escucho mi celular.

– Mamá, hola... justo estaba alistándome – miento.

– Bueno pues cámbiate de ropa y ponte un vestido.

– ¿Cómo sabes... – me interrumpe rápidamente y ruedo los ojos.

–Oh, cariño, te conozco. Ahora, ve y ponte un maldito vestido porque quiero que vengas linda.

– Gracias por hacerme sentir una niña. Pero bueno, nos vemos, intentaré ponerme uno.

Saco todos los vestidos que tengo y los pongo sobre la cama, era un poco complicado porque ninguno me gustaba realmente pero me gustaba complacer a mi madre. Tomo el que es menos feo y me lo pongo por encima de la ropa mientras saco el espejo de detrás de la puerta.

– ¿Quieres imponer una nueva moda? – se apoya en el marco de la puerta y puedo ver una pequeña sonrisa creciendo en sus labios.

– No te burles – doy una pequeña vuelta – ella quiere que use un vestido, eso haré.

Cuando intento quitármelo por la cabeza se queda atascado haciendo que Mike se ría a carcajadas por mi desesperación. Siento sus manos suaves alrededor de mis brazos, primero juega conmigo un momento y después me ayuda a sacarlo del todo. Al no tener más el vestido puedo ver su cara divertida, ahora sonríe ampliamente.

– Eres divertida, no me culpes – se agacha un poco hasta que sus labios rozan con los míos – te amo mucho.

Me besa lentamente, sus manos descansan en mi cintura acariciándome levemente y después sube hasta mis mejillas. Cuando nos separamos me mira con dulzura y por alguna razón quiero llorar, tal vez porque me siento demasiado cruel. Él me ama con cada parte de su alma y yo simplemente no le puedo devolver ese amor en la misma cantidad.

SpoilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora