Doctor Jeon [Kookmin] *국민* ~Terminada Y Editando~

~Capítulo 4 🐥 Señor Park~

Luego de dos largas semanas, el pequeño jimin entraba a el Hospital como todos los días saludando a todo el que se le cruzaba en el camino y más a su querido doctor Jeon, siempre lo saludaba con una sonrisa de oreja a oreja como si se tratara de un lugar lleno de alegría escondiendo todas las tristezas y dificultades en aquel hospital.

Ese día fue diferente, todos estaban de un lugar a otro con pacientes en camillas y la mayoría dirección a urgencias, con heridas abiertas que les corría su sangre por su manos o derrama en la camilla.

Justo en este momento que jira su cabeza ve a su querido doctor Jeon junto con demás enfermeros rodeando la camilla del paciente realizando reanimación, Jeon estaba empapado de la sangre de aquel paciente, luego ve que un enfermero le da una jeringa con la aguja más grande a Jeon, éste la toma y la inyecta en el pecho del paciente sin miedo alguno sacando un líquido de color transparente dentro de el, se la entrega al mismo enfermero y él sigue realizando el procedimiento, hasta que al fin el paciente vuelva a tener sus signos vitales correctamente.

En pocas palabras, Jimin estaba anonadado por aquellos actos de Jeon, el pequeño estaba con su boca en forma de "O" al verlo así, era algo que nunca pudo imaginar, era tan admirable todo lo que los doctores hacían incluso le daban ganas de poder ayudar. Una cachetada mental hizo que reaccionara, y cerró los ojos negando con su cabeza para así poder distraerse y no seguir viendo a su doctor admirable.

El pequeño jimin ya se encontraba con su madre, sentado junto a ella tomando de su mano y ella estaba dormida como todas las tardes.

De repente ve a alguien que desliza la puerta y entra, pensando que era el doctor Jeon lo recibe con una sonrisa, pero no, era la persona que adiaba más que a nadie en el mundo, su padre, estaba ahí, parado frente a ellos acercándose lentamente. El señor tenía miedo, se notaba, pero quería hacer el intento de poder arreglar las cosas con su familia.

Jimin deja la mano de su madre delicadamente, se levantó rápido de su asiento y empujo al señor fuera de la habitación. Él necesitaba enfrentarse a su padre, este momento llegaría en cualquier circunstancia y sabía que no debía lastimar a su padre o faltarle el respecto ya que desde niño le enseñaban a respetar a los demás y sobre todo a sus padres, pero ya no más, él ya no era su padre y el respeto hacia él estaba por los suelos, podía hacer y decirle lo que el pequeño sentía, porque para él ya era un completo desconocido. Si no lo hacia su madre tenía que hacerlo él

- ¿Qué haces aquí? -dice jimin luego de estar fuera de la habitación, seguros para poder hablar-

-Quiero arreglar las cosas Hijo -el señor Park tenía sus ojos cristalizados, al borde del llanto- quiero hacer las cosas bien, déjame estar con ustedes, como siempre debimos serlo -se acerca a Jimin para poder abrazarlo, pero este lo empuja-

-primero debo aclarar algo

-si dime -la esperanza de estar con ellos había florecido- lo que sea

-no me llames hijo, porque no lo soy -el señor Park se derrumbó, Jimin estaba por primera vez enfrentando a su padre- segundo, no quiero que te acerques a nosotros porque la familia feliz -levanta sus manos para hacer entre comillas- ya no existe Señor Park, así se me hace el favor de largarse.

Jimin ya estaba a punto de irse, pero su padre lo detuvo tomándolo del brazo

-Jimin, por favor, puedo remediar todo lo que he hecho, podemos volver el tiempo atrás, como la familia que éramos antes, tu madre puede recuperarse y estaremos todos felices

-¿remediar todo? -se suelta fuerte del agarre- ¿estás diciendo que quieres hacer que la mujer que está ahí -señala la habitación- de la nada se levante de esa maldita camilla como si nada le hubiera pasado? ¿Para solo jugar a la familia feliz contigo?! -grita enfadado haciendo que las personas de su al rededor los miraran- nos dejaste con deudas, casi sin hogar, sin dinero, ¡¡sin NADA!! -el menor necesitaba y tenía ganas de llorar, pero no, no podía frente al señor que odia- nos dejaste sin nada de nada, y ahora vuelves como si no hubiera pasado nada! -grita con la misma intensidad, el señor mira a su alrededor avergonzado- Que, ¿Te da vergüenza que la gente escuche tu realidad? ¿O que tu propio hijo te esté humillando? -en la miraba de jimin solo había odio apenas que veía su rostro.